El asilo
La figura del asilo es muy antigua. En los siglos XI y XII se concedía en los lugares religiosos (iglesias, monasterios, hospitales) a los delincuentes comunes o a las damas perseguidas por un marido celoso. Aunque es una institución que por costumbre se respeta en muchos países, fue en Latinoamérica donde, en tratados del siglo pasado, adquirió carácter convencional.