Explicando que el ingreso a la carrera diplomática “no hay límite de edad, no hay límite de profesión” y “es gratuito”, va por todo el país el ministro plenipotenciario Hoswel Ricardo Quimbaya, egresado de la primera promoción de la Academia Diplomática.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál ha sido su experiencia en la carrera diplomática?

HOSWEL RICARDO QUIMBAYA:Soy de la primera promoción. Después de la Constituyente,  después de la Constitución de 1991 y en desarrollo de la misma se expidió el decreto ley 10 de 1992. Bajo esa disposición acudimos los profesionales de la época al concurso abierto público de méritos. En esa época se presentaron 500 aspirantes. No había la claridad que hoy teníamos. Se surtieron los trámites, las pruebas y entrevistas. 

ENS: Usted no es de Bogotá…

HRQ:Yo soy de Neiva, soy de provincia. Y ocupé el primer lugar en esa época.

De allí para acá solo puedo decirle que lo único que me ha valido es el estudio, el mérito y el servicio.

Entré en periodo de prueba en 1994. El 22 de marzo. Y en septiembre y octubre ya estábamos convocando a los colombianos por la televisión Quito y por la radio de Quito para documentar a nuestros connacionales en ese país.

ENS: ¿Qué pasó luego del periodo de prueba?

HRQ:No habíamos completado 8 meses de prueba y las necesidades de la Cancillería demandaban el servicio de estos profesionales. Y a mí me correspondió casi de manera inmediata atender esas necesidades en frontera para documentar colombianos.

Esa fue la primera labor que yo realicé recién ingresado de aquí, bajo la dirección de Asuntos Consulares.

ENS: ¿En qué momento regresa al país?

HQR:Al regresar al país fui designado cónsul en Guyana. Estuve encargado de la Embajada por un buen tiempo, haciendo cubrimiento a Surinam y apoyando en ese momento al Ministerio de Comercio en la negociación con un Tratado de Libre Comercio que suscribieron los países más importantes del Caricom (Barbados, Trinidad, Jamaica y Guyana), que suscribieron en la época con Colombia.

Regresé al país. Fui coordinador de Asia. Y estando en el ejercicio de esas funciones el gobierno Chino me becó para estudiar en Beijing. Estudie allí, regrese al país y fui designado cónsul en Berlín, Alemania.

ENS: ¿Cómo le fue en esa experiencia?

HQR:Cumplí mis labores durante 4 años y medio al servicio de la comunidad, ayudando a nuestras comunidades en el exterior.

Regresé al país y aquí me desempeñe como coordinador del tema de la diplomacia comercial. No existía la coordinación, pero era un cargo que la señora ministra de época, Carolina Barco, tenía mucho interés en promover y tuve esa responsabilidad.

Luego fui solicitado por el embajador en El Cairo para atender un problema grave de presos por narcotráfico y estuve de cónsul casi un año. Y de allí fui designado ministro consejero en Viena.

ENS: ¿Estuvo con el general Roso José Serrano?

HRQ:Estuve con él. Y luego con Freddy Padilla de León. Tuve a cargo temas como agencia atómica, el código de conducta de La Haya para evitar la proliferación de cohetes balísticos, hasta que el embajador Freddy Padilla me designó en relaciones bilaterales con Hungría, Eslovenia, Croacia, Serbia, Eslovaquia, Turquía y Austria.

ENS: ¿Y vuelve a la academia?

HRQ:Sí. Ahora estoy encargado como director de bienestar académico. Pero le puedo decir que el proceso de la carrera diplomática y consular, es diáfano, transparente, cristalino, que es una oportunidad para los jóvenes, y para todo aquel que quiera hacer parte de este equipo. No hay límite de edad, no hay límite de profesión. Es gratuito, no hay que pagar ni un pin.