EL NUEVO SIGLO: Una reciente encuesta sobre intención de voto a la presidencia en 2026 lo muestra encabezando, ¿cómo la recibe?
JUAN GALÁN: La recibo como la señal de que la gente quiere otra manera de hacer política. Una política que construya soluciones en seguridad desde la ley y el orden, y desde una política social que garantice igualdad de oportunidades. La polarización es una trampa mortal para la democracia y la política porque las esteriliza. En esa trampa nos quieren hacer caer el presidente y sectores radicales de la oposición.
ENS: ¿Tiene pensado volver a aspirar a la Casa de Nariño en 2026?
JG: Tengo pensado ser un obrero más en la construcción de una propuesta de cambio social sin violencia y desde las instituciones democráticas.
ENS: ¿Ve un trancón de candidatos de centro como usted, Sergio Fajardo, Claudia López, Daniel Oviedo?
JG: Lo que tenemos que evitar es repetir la historia de un nuevo trancón de egos y aspiraciones personales. El primer reto es trabajar en equipo para la construcción de una propuesta política que responda a las aspiraciones de transformación de millones de colombianos, particularmente en los jóvenes que hoy ven con desilusión que Gustavo Petro los traicionó.
ENS: Vista la dimensión de la reciente marcha contra el Gobierno, ¿cree que el petrismo tiene chance de dejar un sucesor en la Presidencia en 2026?
JG: Eso dependerá de la capacidad y madurez política que demostremos todas las fuerzas políticas que creemos en la democracia para trabajar unidos en función de sentar las bases de un proceso que permita transformar al país en una sociedad justa, segura y ordenada para todos. Y esto encierra la idea de paz real.
ENS: ¿Cree que el presidente Petro con sus propuestas de constituyente ‘popular’ y referendo constitucional busca alguna alternativa para quedarse en el poder?
JG: Creo que busca distraer la atención sobre la seguidilla de gravísimos casos de corrupción que comprometen su responsabilidad política. Gustavo Petro no solo traicionó el cambio, sino que dejará un país en peores circunstancias de cómo lo entregó el gobierno de Iván Duque. Sin ninguna duda, su intención es quedarse en el poder.
ENS: ¿Qué tanto el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo es sintomático de lo que podría estar pasando en otras entidades?
JG: Gustavo Petro prometió acabar la corrupción, pero su gobierno resultó aún más corrupto. El presidente no solo no debe robar, sino que no puede dejar que roben. El abuso de poder es rampante en varias entidades del Gobierno, estos escándalos comprometen a su círculo más cercano. Sin ley ni orden es imposible derrotar la corrupción.
La justicia debe profesionalizarse, recuperar su autoridad moral y la confianza como fuentes de su legitimidad. Además, debe contar con todas las capacidades para investigar, procesar y castigar a los responsables. Ni impunidad judicial ni impunidad social pueden ser aceptadas.
ENS: ¿Un Congreso con tantos parlamentarios sub judice tiene legitimidad para aprobar la reforma pensional, laboral, y la que viene en salud?
JG: En el Congreso hay gente valiosa que actúa por vocación de servicio, que ejerce el control político, que no se vende por puestos ni cupos indicativos ofrecidos por el gobierno. Tenemos que apoyar a esos parlamentarios independientes. Son congresistas que entienden la necesidad de responder a las expectativas de transformación en la gran mayoría de la sociedad colombiana con reformas que partan de la evidencia y de construir sobre lo construido.
ENS: Petro está a escasos dos meses de cumplir la mitad de su mandato. ¿Cuál considera que ha sido su mayor error?
JG: Su traición a las esperanzas de cambio de millones de colombianos que votaron por él, su demagogia, su dogmatismo, su afán de producir caos, incertidumbre y desconfianza.
ENS: ¿Ve algún acierto a la administración de izquierda en estos casi dos años?
JG: Ha planteado los qué, pero ha fracasado ‘estruendosamente’ en los cómo. Colombia necesita reformas sin duda en los temas planteados, pero desde la evidencia y no desde la ideología. Hay que respaldar la economía de mercado que debe resolver su principal déficit: el democrático. El sector privado es un gran aliado y la clase media el motor de la economía, Gustavo Petro los graduó a ambos como sus peores enemigos.
ENS: ¿Qué opina de la tesis del ‘golpe blando’ que tanto advierte el presidente?
JG: El golpe se lo ha venido dando él mismo. Su incapacidad para ejecutar; su discurso político que promueve todos los días la división; su estímulo a la confrontación, incluso violenta entre los colombianos; su delirio de creerse ‘el pueblo’; su ‘satanización’ de los empresarios y del sector privado; su empeño por politizar, desmantelar la moral y las capacidades de la Fuerza Pública; su equivocada creencia de que la ‘paz total’ se consigue con impunidad total y su sistemático intento por minar las instituciones o violar la autonomía de los alcaldes. Además de los escándalos de corrupción en su gobierno son un autogolpe.
ENS: ¿Qué piensa de la arremetida de las disidencias de las Farc en Cauca y Valle?
JG: Es la consecuencia del desmantelamiento moral de la Fuerza Pública y del sistemático debilitamiento de sus capacidades. En el Cauca, como en todo el territorio nacional, es imperativo recuperar el imperio de la ley, el orden y la justicia social. La mal llamada ‘paz total’ ha sido aprovechada por los criminales para sacar ventaja, controlar territorios y violentar a la población.
Mi solidaridad con la Fuerza Pública y con las familias de nuestros héroes de la policía vilmente asesinados.