Comenzó a moverse en su trámite la reforma constitucional, que busca habilitar el transfuguismo o cambio de partido, para las elecciones de 2026, ya que, fueron nombrados los ponentes en la Comisión Primera de Cámara. El requisito debe aprobarse en sus primeros cuatro debates de aquí al 16 de junio; y es impulsado por el Pacto Histórico, fuerza base de la coalición de Gobierno, pues le permitiría a integrantes de las 15 fuerzas políticas que lo integran trasladarse a éste. Miremos qué tanto le conviene esta iniciativa a los demás partidos.
La iniciativa es promovida, entre otros, por la senadora María José Pizarro y el representante a la Cámara por Bogotá, David Racero, integrantes del Pacto Histórico; así mismo, le permitiría a los 57 parlamentarios de esta coalición de fuerzas (20 en Senado y 27 en Cámara) trasladarse de sus partidos de orígen.
Esta reforma surge como una alternativa ante la poca acogida que ha tenido hasta el momento la propuesta del presidente Petro de que el Pacto Histórico se constituya en un partido, asumiendo las diferentes fuerzas que hoy componen la hoy coalición.
El Pacto Histórico no tiene personería jurídica porque es una coalición, pero sí los partidos y movimientos que la constituyen.
Sin embargo, la propuesta de Petro no ha calado porque significa que los partidos que integran el Pacto Histórico perderían la personería jurídica y los beneficios que la ley les da por esto, como poder entregar avales y recibir subsidios del Estado.
En cambio, con el transfuguismo bastaría que una sola fuerza que integra la citada coalición gobiernista, por ejemplo Colombia Humana, adoptará, sin perder la personería jurídica, el nombre de Pacto Histórico y, allí podrían trasladarse los parlamentarios, diputados y concejales que están en esta suma de fuerzas que apoyan las políticas del presidente Petro, por ejemplo, María José Pizarro y David Racero que son del MAIS.
Incluso, la iniciativa podría tener el problema —para el Pacto Histórico— que algunos de sus parlamentarios se vayan a partidos tradicionales buscando un mejor posicionamiento para las elecciones legislativas del 2026, aunque esto es menos probable porque en su mayoría están matriculados en la izquierda o el centro.
Los otros partidos
Ahora bien, como se mencionó, el transfuguismo podría beneficiar principalmente al Pacto Histórico para las elecciones de 2026 y, de esta forma, reorganizar sus fuerzas de Petro para las presidenciales y legislativas del 2026, el hecho de que el proyecto fue radicado con la firma de 120 parlamentarios demuestra que es una puerta llamativa para los integrantes de los demás partidos.
No obstante, el Centro Democrático, fuerza de oposición, salió a rechazar este proyecto considerándolo inconveniente porque no fortalece los partidos. Por lo que su representante Óscar Villamizar retiró la firma que había estampado en la iniciativa.
La colectividad dijo en un comunicado que el proyecto “no aborda de manera adecuada los desafíos estructurales que enfrenta la democracia colombiana en relación con los partidos políticos, por el contrario sólo beneficiaría a los partidos que integran el Pacto Histórico”. Por el contrario, el Centro Democrático recomendó que “es necesario impulsar una reforma política integral”.
Sin embargo, algunos consideran que el transfuguismo podría ser una alternativa para unos pocos de sus 28 parlamentarios (16 en Cámara y 12 en Senado) de buscar posicionarse en otros partidos en las elecciones de 2026, especialmente teniendo en cuenta la posibilidad de que su máximo líder, el expresidente Álvaro Uribe, sea llamado a juicio en el proceso que enfrenta por los delitos de fraude procesal y manipulación de testigos, y esto afecte sus cuentas electorales.
También vale recordar que el Centro Democrático perdió representación en las elecciones legislativas de 2022, después de ser la primera fuerza en los congresos 2014-2018 y 2018-2022.
En tanto que, es poco probable que Cambio Radical, partido de oposición, se vea afectado si se aprueba el transfuguismo para 2026. Lo que se sabe es que al menos 25 de sus 27 congresistas (11 en Senado y 16 en Cámara) se sienten a gusto en donde están.
De hecho, es posible que esta pretendida reforma beneficie a Cambio Radical, si se tiene en cuenta que tendría un candidato fuerte en las presidenciales del 2026, por ejemplo, Germán Vargas Lleras, aunque, vale aclarar, que por el momento, él no ha dicho que quiere ser candidato.
Un candidato presidencial fuerte es un plus para las listas al Congreso, en ese sentido es posible que congresistas de otros partidos quieran estar en Cambio Radical.
En el caso del Partido Conservador, se cree que el transfuguismo ni le va ni le viene, pues que se sepa, con la excepción de uno o dos de sus 40 parlamentarios (25 en Cámara y 15 en Senado), el resto está -al parecer- a gusto en la colectividad.
El momento del Partido Conservador es bueno porque si bien no tuvo candidato presidencial en 2022, le fue muy bien en las elecciones legislativas, resultados que lo convierten en la segunda fuerza en el Congreso; además sus cifras en las regionales de 2023 fueron positivos en materia de gobernaciones, alcaldías, concejos, asambleas y JAL.
En caso de que congresistas conservadores quisieran cambiar de partido por el transfuguismo que se está planteando, los caminos probablemente conducirán -por afinidad ideológica- al Centro Democrático y por conveniencia a Cambio Radical, si presenta un candidato presidencial de peso en 2026.
Mientras tanto, sobre el papel el Partido Liberal podría ser una de las colectividades más golpeadas por un transfuguismo para 2026, teniendo en cuenta la división que hay en sus filas desde hace rato por la postura frente al gobierno Petro, pues al menos un 50% de los 45 parlamentarios (13 en Senado y 32 en Cámara), quiere que la colectividad se salga de la coalición, mientras que la porción restante prefiere que se mantenga apoyando a la Casa de Nariño en sus políticas.
La decisión que se debe tomar al respecto se ha aplazado porque sigue pendiente de realizarse el Congreso Nacional del Partido, a pesar de que han pasado más de los dos años que otorga la ley.
Otro aspecto, es que hay inconformismo en un sector de la bancada con la dirección que le da al Partido el expresidente César Gaviria, pues parlamentarios como Juan Carlos Losada, han controvertido su liderazgo y dicen que es hora de que dé un paso al costado.
De darse el transfuguismo, es posible que una parte importante de los parlamentarios vaya a partidos de origen liberal como Cambio Radical y La U, así como a fuerzas más pequeñas igualmente de raigambre liberal, como el Nuevo Liberalismo o En Marcha, para constituir una listas fuertes al Senado y Cámara.
La U es otro de los partidos que se verían afectados con el transfuguismo porque antes que recibir perdería congresistas que buscarían llegar a Cambio Radical, el Centro Democrático y el Partido Conservador.
La colectividad está hoy en la independencia, después de haber hecho parte de la coalición, sin embargo, se ha visto dividida porque algunos parlamentarios han votado a favor las reformas, a pesar de que La U está en contra.
Mientras que la Alianza Verde sería otro de los partidos fuertemente golpeados, por el eventual transfuguismo, debido a que abandonaría sus toldas el sector petrista encabezado por el senador Inti Asprilla, rumbo al Pacto Histórico, bloque que ha estado en permanente choque por el respaldo a las reformas con el ala más independiente de la colectividad frente al Gobierno.
La reforma política de 2009 permitió el cambio de partido de los congresistas antes de las elecciones parlamentarias de 2010, resultando por ello beneficiados los partidos de La U y Conservador.
En esa oportunidad el Partido de La U fue el más favorecido porque recibió 11 senadores: uno conservador, uno de Colombia Democrática, dos de Alas Equipo Colombia, dos de Colombia Viva y cinco de Cambio Radical.
Mientras que al Partido Conservador llegaron los cinco senadores de Alas Equipo Colombia, pero se fueron Mario Varón a Cambio Radical y Milton Rodríguez a La U.