Después de Semana Santa el Gobierno tendría las conclusiones sobre la viabilidad o no de que la Policía deje de estar adscrita al Ministerio de Defensa para pasar a la cartera de Justicia, según anunció el ministro Néstor Osuna. Es un debate que se ha dado por años y que ahora se revive. EL NUEVO SIGLO consultó voces para conocer las ventajas y desventajas que tendría este cambio. 

El ministro de Justicia indicó el martes pasado que se está adelantando un estudio con el objetivo de que la Policía “sea el mejor aliado del ciudadano. Eso es lo que queremos y hacia allá van a ir las reformas”.  

Anotó Osuna que “parece ser que lo mejor sería trasladarla al Ministerio de Justicia, porque el Ministerio de Justicia define la política criminal del Estado, porque es el que articula las relaciones con el poder judicial”.  

Hace unas semanas el ministro había señalado que “lo estamos estudiando con todo rigor, con toda seriedad. La idea del presidente es que pase el Ministerio de Justicia, eso es cierto, pero si los argumentos nos indican que hay mejores razones en otro sentido pues se lo comunicaremos al presidente”.

La idea original de Petro era que la Policía pasara a un ministerio de la convivencia, que sería creado. Sin embargo, esto habría sido descartado, de acuerdo con lo que ha manifestado el ministro Osuna con relación al Ministerio de Justicia. 

“Nunca he propuesto que la Policía pase al Ministerio del Interior. Eso depende del Congreso y es uno de los temas a discutir, lo que propusimos es que se cree un Ministerio de la Paz y la Convivencia”, explicó en julio pasado el entonces presidente electo Petro. 

Reacciones a la propuesta 

El exministro de Defensa, el general (r) Rafael Zamudio, dijo que “es una discusión que uno la ve ilógica, muy regresiva, y que no tienen sentido las propuestas porque es un desconocimiento de la realidad”. 

Añadió que no es fácil tener adscrita y que funcione, como ha sido en el Ministerio de Defensa, una institución con las responsabilidades en materia de seguridad ciudadana que tiene la Policía y con su tamaño, pues cuenta con más de 250 mil hombres. 

“Es lo más absurdo que he visto, pensar sacar del Ministerio de Defensa a la Policía Nacional”, dijo. 

Uno de los principales argumentos de quienes consideran que la Policía no debe estar adscrita al Ministerio de Defensa es porque supuestamente adquiere un pensamiento militar, que lo traduce en su función de seguridad urbana y relacionamiento con los ciudadanos.  

El general (r) Rafael Zamudio dijo que “la Policía es un cuerpo civil” y no lo olvida “por el hecho de que tenga uniformes, que tenga grados jerárquicos”. 

Concluyó que la Policía debe continuar adscrita al Ministerio de Defensa “por muchísimo tiempo mientras no tengamos un cambio estructural”. 

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A su turno, el exministro de Defensa y de Justicia, Juan Carlos Esguerra, y quien también participó de una comisión de expertos durante el gobierno Santos para proponer insumos para la reforma a la Policía, dijo que “sostengo la tesis de que una de las grandes ventajas de que la Policía esté adscrita al Ministerio de Defensa es que eso la resguarda de la influencia perversa que puede tener la política”. 

Agregó que la historia del país enseña “lo que era una policía politizada”. 

Consideró Esguerra Portocarrero que “en los ministerios civiles, como el de Justicia, habría la ventaja de que la Policía puede desmilitarizarse un poquito, pero se corre el riesgo de la politización, que me parece que es el más peligroso riesgo que puede correr una policía”. 

Argumentó el exministro que, incluso, permaneciendo la Policía adscrita al Ministerio de Defensa, se puede trabajar, como se viene haciendo, por la vía de las reformas y ajustes institucionales para superar esa cierta militarización que ha adquirido. 

Entraña de la institución 

Una de las voces más respetadas en la Policía es el general (r) Luis Ernesto Gilibert, quien fue director de la institución. 

Sobre la iniciativa que señaló el ministro de Justicia, el general (r) Gilibert dijo que “definitivamente en un país como Colombia que tiene una serie de problemas de orden público, que quiere abrazar una paz, que está interesado en un proceso de paz, es necesario tener una Fuerza Pública fuerte y cohesionada”. 

Agregó que “la Policía tuvo que capacitarse para enfrentar los ataques subversivos. En este momento debe estar muy bien respaldada porque en medio de las negociaciones, no debemos desechar la posibilidad de que los armados ilegales vuelvan a asaltar los puestos de policía, mostrando fortaleza y llevando capacidad a la mesa de negociación”. 

Añadió que, por otro lado, “este no es un país normal. El día que Colombia sea un país normal, donde no tengamos la violencia que estamos viviendo, donde la criminalidad esté mejor manejada, entonces seguramente la Policía podrá tener su propio ministerio. Y no es bueno en este momento dejarla tan sola”. 

Consideró el general (r) Gilibert que “otros ministerios no tienen la capacidad ni tienen el compromiso con el orden público como lo tiene el Ministerio de Defensa”. 

Para terminar puso de relieve que “recordemos que la Policía no depende del Ministerio sino del ministro personalmente”. 

Ministerio de seguridad 

El director ejecutivo del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, dijo que “los estándares internacionales muestran que la Policía siempre está dentro del Ministerio de Justicia, y ahora hay una nueva tendencia donde se han creado los ministerios de seguridad. Entonces, Colombia es atípica en tener una policía dentro del Ministerio de Defensa”. 

Consideró Rosanía que trasladar la Policía al Ministerio de Justicia “sería un cambio en términos positivos porque se desmilitariza la Policía. Hay que darle a la Policía otra vez ese enfoque y naturaleza de cuerpo civil, y por la dinámica del conflicto terminamos viendo una Policía en combates en la selva con helicópteros y capacidad militar, pero su naturaleza es el tema de la seguridad ciudadana”. 

El experto indicó que lo ideal sería “que existiera el ministerio de la seguridad, que la seguridad ciudadana tuviera una rama propia donde pudiera generar más recursos y tener más capacidades”. 

La CIDH

Tras visitar Colombia en junio del 2021 por varias denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de efectivos policiales en el control de las protestas que se registraron en la mayor parte del territorio nacional ese año, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo público el respectivo informe con una serie de observaciones y recomendaciones, entre estas que la Policía Nacional deje de estar adscrita al Ministerio de Defensa.