La aprobación de la reforma tributaria es considerada como un triunfo del Gobierno, a pesar de que ya no recaudará lo que inicialmente estaba estipulado. Ahora se espera la conciliación de artículos con el Senado de la República, el próximo martes.

Sin embargo, a pesar de que los partidos de coalición votaron a favor del proyecto, en algunos de ellos quedaron divisiones y cierta desazón.

Uno de ellos fue el Partido Liberal, pues aunque la bancada se había reunido a principios de la semana para poner a consideración las modificaciones que ellos consideraban convenientes para no afectar el bolsillo de los colombianos, como por ejemplo retirar el artículo de la no deducibilidad de las regalías, con el cual el presidente del Partido, César Gaviria, no estaba de acuerdo, al final no le hicieron caso.

Uno de los que votó en contra de las líneas rojas establecidas por el jefe de la colectividad fue Andrés Calle, de la bancada Liberal, quien afirmó que apoyaba el impuesto a empresas petroleras. Según el representante, es lo justo con las regiones de donde salen los recursos naturales para la exploración y explotación de crudo.

Vale recordar que el expresidente Gaviria había asegurado que era necesario que el recaudo del proyecto de reforma tributaria pasara de 22 billones de pesos a 13 billones de pesos.

“Esto no tiene un artículo para defender, ni uno. No hay ni un artículo que uno diga: ‘esto hay que pelearlo’, nada. No hacen sino daño, daño y daño”, dijo en su momento Gaviria.

Sin embargo, luego de conocerse la votación fue evidente que los congresistas de las toldas rojas no apoyaron las recomendaciones de Gaviria.

 Desacuerdos en el Pacto Histórico

Uno de los más punzantes en algunos de los articulados de la reforma fue el senador Wilson Arias, del partido de gobierno, quien dejó constancia sobre su desacuerdo por el trato a las micro, pequeñas y medianas empresas en la reforma.

“Si hay una injusticia tributaria no resuelta con esta reforma se llama la atención a las mipymes. Es una clase media empresarial que no debería ser desdeñada política ni fiscalmente”, indicó.

“Presenté la proposición para que a la micro, pequeña y mediana empresa se le diera una concesión de tarifa diferencial. Hoy tenemos una tarifa plana: la micro, pequeña y mediana empresa termina prácticamente pagando lo mismo que una multinacional”, agregó Arias.

Del mismo modo, mostró su preocupación por la manera como se fue disminuyendo la aspiración del recaudo. “Se puede arriesgar una derrota estratégica. Aspirábamos a recaudar 25 billones, después 23, después 22, después 20. Es una especie de liberalidad graciosa que no comparto”.

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La rabia desde Alianza Verde

El inconformismo también proviene de congresistas como Catherine Juvinao, de la Alianza Verde, quien mostró su desacuerdo debido a que considera que las propuestas hechas por los parlamentarios del partido de Gobierno no fueron atendidas por el Ministerio de Hacienda y la mesa directiva de la Cámara.

Juvinao se manifestó al respecto: “Esto es absolutamente irrespetuoso, yo sí le quiero mandar un mensaje al presidente Gustavo Petro: no permita que a la bancada del Partido Verde se le trate con este nivel de irrespeto y abuso, no es justo”.

“Si la plenaria en su autonomía y sabiduría decide no reabrir la votación de los artículos, yo los respeto, porque ni más faltaba, aquí lo que manda son la voluntad de las mayorías, así las mismas mayorías decidieron por las micro, pequeñas y medianas empresas, esas mayorías que no están respetando, lo dejo como constancia”, agregó la representante.

Dentro de las proposiciones que fueron desestimadas estaban una renta diferencial para mypimes, así como impuestos a los vapeadores y a las plataformas digitales de juegos de azar; sin embargo, y de acuerdo con la parlamentaria, el Gobierno no cumplió su palabra.

Pero no fue la única congresista de este mismo partido, considerado de Gobierno, que mostró su molestia. La representante Carolina Giraldo expresó: “Tengo que denunciar que, desde anoche, las tabacaleras están haciendo lobby para hundir este articulado, esto lo sabemos y tenemos las constancias. Quisiera yo pensar que esta es la razón por la cual se está hundiendo en este momento, pero no hemos tenido unas razones de fondo por parte del Gobierno nacional”.

“Estoy realmente ofendida con esto que acaba de pasar, porque habíamos acordado que esta proposición, que además le ayuda al Gobierno porque aumenta el recaudo, no la presento yo sola, la está presentando el partido político completo, la Alianza Verde, y aquí se están cercenando los derechos de un partido y me parece sumamente grave que esto esté pasando en esta corporación”, afirmó Giraldo.

Ella luego trinó: “¡Esto sí es el colmo del descaro! Sin argumentos, el Gobierno no nos avala más impuestos al tabaco ya, y ahora nos niegan la oportunidad de que la proposición sea votada y debatida con la plenaria, como es nuestro derecho”.

Los que se mantuvieron con el no

A pesar de que el Centro Democrático estuvo en contravía de las demás agrupaciones políticas y sus integrantes se manifestaron de diversas formas para evitar el avance del proyecto, al final sus esfuerzos no dieron resultado. Luego destacaron en un comunicado como logros propios la eliminación del impuesto al pan, a los productos derivados de la leche, así como, a las iglesias y a las pensiones.

Igualmente, resaltaron que se mantuvieron las Zonas Económicas y Sociales Especiales de Buenaventura y Barrancabermeja, así como sostener los beneficios aduaneros a las zonas francas y se evitó que la tarifa de los dividendos alcanzara el 39%.

Tras la aprobación del articulado, el senador Miguel Uribe anunció que demandará la reforma tributaria ya que generará pobreza, desempleo y una menor inversión en una coyuntura mundial de recesión.

Lo mismo sucedió con Cambio Radical, que a pesar de haberse declarado como independiente, en cuanto a la reforma tributaria siempre actuó como de oposición y mantuvo su postura hasta el final.

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Los que pusieron condiciones

Los Conservadores al final apoyaron la reforma, luego de que habían condicionado su apoyo a que la misma no afectara la continuidad de la exploración y explotación petrolera, que es el sector que mayores regalías y dividendos le genera a Colombia.

“No podemos hacer una reforma tributaria para tapar el hueco que se genere en el sector minero energético, esos recursos son para programas sociales”, había dicho el senador Cepeda.

Igualmente, el partido señaló que no respaldaba el proyecto si se les imponían mayores impuestos a las iglesias y lugares de culto, ya que para ellos eso afectaría el principio constitucional de la libertad de culto.

Mientras que el Partido de La U resaltó en un comunicado que varias de las propuestas que hicieron parte de la reforma fueron acogidas luego de una discusión y estudio de más de 250 horas, de escuchar a los gremios, ciudadanos y a diferentes actores sociales en más de cinco audiencias públicas realizadas.

Dilian Francisca Toro, directora de La U, señaló que “la reforma tributaria aprobada por el Congreso permite al Gobierno contar con los recursos necesarios para desarrollar su proyecto de inversión social”.

De esta manera cada partido reaccionó de diferente manera ante la aprobación del proyecto y ahora sabe también a qué atenerse ante futuras reformas (pensional, salarial, de salud, ambiental, educativa, entre otras) que vienen por discutirse y que también hacen parte del eje principal de este Gobierno.