“FUEGO AMIGO”. Un veterano dirigente de la centroizquierda le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que una parte del desgaste del gobierno Petro sí debe considerarse como “fuego amigo”, es decir que no lo provoca la crítica de la oposición, sino que tiene su origen en los errores propios y fácilmente evitables de la Casa de Nariño, los ministros y otros altos funcionarios. “… No sé a quién se le ocurre en el Palacio que se puede traer como asesor a una persona tan cuestionada como Armando Benedetti o tratar de nombrar embajador a un escritor como Daniel Mendoza, a quien se lo ha señalado de comentarios graves sobre las mujeres y las menores de edad, sin que se vaya a generar polémica… Esas controversias se iban a perder o ¿es que acaso alguien pensó que se podía dar la pelea sobre esos dos nombramientos y ganarlas ante la opinión pública?… Eso era imposible y por eso el presidente y el Gobierno se desgastan gratuitamente”, señaló.
HARAKIRI ANUNCIADO. En los círculos políticos se asegura que el presidente Petro ya tendría decidido que el Gobierno colombiano se hará presente en la ceremonia del 10 de enero en Caracas, cuando el jefe del régimen dictatorial venezolano, Nicolás Maduro, planea posesionarse para un nuevo mandato pese a la evidencia del fraude electoral perpetrado el pasado 28 de julio en los comicios presidenciales. Sin embargo, Petro no asistiría en persona ni tampoco lo haría el canciller Luis Gilberto Murillo, que para esa fecha es posible, incluso, que ya no haga parte del Gobierno. Así las cosas, se afirma que la representación colombiana estaría en cabeza del hoy vicecanciller Jorge Rojas, quien suena para reemplazar a su hoy jefe. Según se rumora en los pasillos de la Casa de Nariño que el presidente Petro está consciente que acudir personalmente a validar la posesión de Maduro sería un “harakiri” político muy grave.
ALERTA URIBISTA. Hay inconformismo en las toldas del Centro Democrático frente a los rumores de pasillo que indican que esa colectividad podría pensar en ofrecerle a la periodista Vicky Dávila que analice la posibilidad de integrarse a su precampaña presidencial, en la que ya hay cinco aspirantes (María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Miguel Uribe Turbay y Andrés Guerra). “… Son chismes de pasillo, sí, pero la dirección de la colectividad debe salir a desmentirlos porque eso le quita seriedad y poder de convocatoria al proceso de nuestros precandidatos”, señaló una fuente uribista.
QUEDA TIEMPO TODAVÍA. En las filas del Pacto Histórico aseguran que hay un “afán desmedido e interesado” desde las filas del antipetrismo por forzar la salida de una serie de ministros y otros altos funcionarios que suenan para ser candidatos en los comicios parlamentarios y presidenciales de 2026. “… Se está tratando de forzar unas renuncias que, por calendario electoral oficial, no son los plazos máximos para que estas personas salgan del Ejecutivo sin quedar inhabilitados para aspirar a cargos de elección popular… Hay una carrera política y mediática para que el presidente se quede solo, estrategia que no les va a funcionar”, señaló un congresista de esa coalición de centroizquierda.