El aguacate y el control ambiental | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Agosto de 2019
Alvaro Sánchez

Algunas veces es difícil encontrar un tema de actualidad para elaborar las columnas semanales sobre un tema tan específico como es el tema ambiental; otras, como la presente tienen una cantidad enorme de noticias de las que es difícil extractar pocas. Me quisiera centrar en dos noticias que a todas luces tienden a afectar el desempeño ambiental en el país.

Acaba de ser publicado el Presupuesto General de la Nación con la desagradable pero no extraña sorpresa de que incluye partidas irrisorias en los rubros de medio ambiente y de investigación, aunados esto al hecho de que Colciencias no estimula ni promueve investigaciones de fondo sobre el tema.

 Con esta perspectiva económica y ante la debilidad de los mecanismos de control ambiental, no se ve ninguna posibilidad de establecer un control real al deterioro paulatino de nuestro entorno y a la pérdida acelerada de nuestro patrimonio ambiental; los costos asociados a esta decisión aumentarán sin lugar a dudas los costos asociados a la salud y por ende el presupuesto que deba ser destinado a ella.

Aun cuando suene reiterativo, debo decir que sin un adecuado control ambiental es imposible lograr una conservación real del medio ambiente y que sin presupuesto adecuado para ejercer ese control, seguiremos teniendo autoridades ambientales dedicadas en su mayoría a manejar procesos burocráticos y de licenciamiento, procesos a los que será prácticamente imposible hacer seguimiento adecuado.  

La otra noticia tiene que ver con las declaraciones del presidente de la federación de cultivadores de aguacate, en las que manifiesta la importancia del desarrollo de nuevos cultivos de aguacate Hass con miras a satisfacer nuevos y grandes mercados de exportación, eso sí con magníficas perspectivas económicas; no se puede desconocer que el aguacate es un alimento de moda en el planeta y que su entrada en los mercados internacionales lo ha convertido en un negocio grande y lucrativo, el consumo de aguacate Hass está creciendo en todo el mundo y el precio no deja de aumentar.

Sin embargo el aguacate trae consigo un gravísimo problema medioambiental relacionado únicamente con su cultivo, la cremosidad de la fruta tan apreciada por los compradores proviene de un elevado consumo de agua, una característica que hace muy peligroso su cultivo a gran escala.

Trayendo un ejemplo real, entre 2001 y 2010, la producción de aguacate en el estado mejicano de Michoacán, que abarca más del 70% de las cosechas del país, se triplicó, y las exportaciones se multiplicaron por diez, según un informe publicado en 2012 por el instituto Tapia Vargas. El informe sugiere que la expansión causó la pérdida de tierras forestales de aproximadamente 690 hectáreas al año entre 2000 y 2010.

Como si lo anterior fuera poco, estudios serios muestran que las personas también podrían sufrir las consecuencias del monocultivo de aguacate. “Más allá de la tala de los bosques y de los efectos sobre la retención de agua, el alto uso de productos químicos agrícolas y los grandes volúmenes de madera necesarios para embalar y transportar aguacates son otros factores que podrían tener efectos negativos sobre el medio ambiente y el bienestar de sus habitantes.”

Así las cosas, solo cabe esperar un adecuado control ambiental de las nuevas siembras masivas de aguacate, sin muchas esperanzas por los pocos recursos, y una reflexión del gobierno nacional para revertir los daños que por omisión se le pueden causar a un sector desamparado por el presupuesto y con responsabilidades inmensas para todos los ciudadanos.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255