COLOMBIA presenta uno de los índices más bajos de donación de órganos a nivel mundial, ocupando el puesto #20 en la escala de donantes fallecidos, siendo este el principal factor de que en la lista de espera haya más de 2.800 personas. Y aunque en los últimos años los esfuerzos que se han hecho para mejorar la calidad y cantidad de trasplante de órganos en el país han sido satisfactorios, todavía se requiere más apoyo del gobierno en materia de reglamentación para mejorar el panorama.
Ante esta problemática la Asociación Colombiana de Trasplante de Órganos (ACTO) busca construir una estrategia nacional que aumente la tasa de donación en el país y reduzca la cantidad de pacientes en lista de espera, siguiendo modelos de otros países como España. Allí, por ejemplo, han involucrado en estos procesos a todos los individuos que participan en la salud del paciente, han cambiado el paradigma de los hospitales y han logrado que las personas vean la donación como parte de la vida.
Desde el 2016 está establecida la Ley 1805 en la que convierte a todos los colombianos en donantes, a menos que en vida manifiesten lo contrario a través de un documento autenticado y radicado ante el Instituto Nacional de Salud (INS). Sin embargo, las cifras de donación de órganos en Colombia continúan siendo bajas, y la principal razón es que se están perdiendo posibilidades en personas que llegan a los hospitales por diferentes razones y no reciben el cuidado adecuado para que, en dado caso, funcionen para la donación.
Según Martha Lucía Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud, es necesario en la política incluir a todos los individuos involucrados en la salud del paciente en el proceso de donación, para que este sea mucho más efectivo, las IPS, las personas de las UCI’s, los médicos tratantes o las personas de urgencias. “Porque ese es un ejercicio no solo del médico de donación, es un ejercicio de la entidad”, asegura.
Por eso, para lograr este objetivo y otros más se está trabajando en la reglamentación del Decreto 2493, el cual establece unos lineamientos para que a partir de ahí se continúe con la reglamentación de diferentes procesos para que así definitivamente todos los colombianos se vean beneficiados.
Uno de esos procesos es vencer las dificultades administrativas para las autorizaciones con las EPS, ya que en Colombia todos los trasplantes se hacen a pacientes cubiertos por el sistema de salud y sólo los pocos extranjeros que acuden al país a este proceso lo hacen de manera particular. “La normatividad dice que la Asociación puede incluir a los pacientes en la lista de espera sin tener que esperar la autorización de la EPS, pero el director de un hospital no va a aceptar que se incluya una persona que no tiene como pagar el procedimiento”, asegura Anabel Vanin, presidente de la ACTO.
Así mismo la falta de información sobre estos procesos limita a que la totalidad de pacientes que requieren un trasplante sepan que tiene derecho a ello. Y sumado a ello, la falta de acceso a la evaluación pre-trasplante que provoca que la enfermedad avance y que en determinado momento ya no sea posible el procedimiento, es otra de las problemáticas.
Por este motivo se requiere con urgencia la aprobación del Decreto, el cual actualmente se encuentra en etapa de divulgación con principales actores como la comunidad científica, asociaciones de pacientes, la ACTO, el Instituto Nacional de Salud, y las EPS, para conocer los comentarios de los organismos expertos.
Pero este pretende también, entre otras cosas, “elaborar una nueva propuesta de un nuevo decreto que incorpore, regule y establezca todos los fines que puede tener la donación de órganos y tejidos”, aseguró el director de medicamentos del Ministerio de Salud, Aurelio Mejía.
En su esencia, regulará la normatividad que establece Colombia sobre los trasplantes relacionado con fines terapéuticos y con el uso de cadáveres no reclamados para fines de docencia e investigación. Así mismo evaluará los fines de diagnóstico que tiene la donación de órganos y tejidos e incluso la producción de tecnologías en salud, tanto en medicamentos como en dispositivos.
Avances de los últimos años
Según Martha Lucía Ospina, directora del INS, en el proceso de trasplantes el país ha avanzado en el acceso, ha beneficiado a una gran mayoría de colombianos en estratos 1, 2 y 3 y ha mantenido una normatividad clara frente al trasplante a extranjeros, el cual se redujo significativamente y aplica para casos muy particulares en el marco de la ley. También ha incrementado su confianza gracias a la digitalización de los procesos de gestión de donación y trasplante (en línea y totalmente trazables), de las listas de espera y los criterios de asignación unificados.
“Hoy tenemos el reconocimiento de la declaración de Estambul que reconoce la labor del país y la seguridad de su red. En Colombia no tenemos turismo y tráfico de órganos”, aseguró.
Cifras de donación en Colombia
- En 2018 se realizaron 1.182 trasplantes, mientras que en 2017 fueron 1.342. Asimismo, a finales de 2018, 2.833 colombianos esperaban un trasplante de órgano
- Antioquia y sus alrededores es la región que más donantes ofrece y la regional Atlántico tradicionalmente la que menos ha contribuido
- El número de trasplantes por régimen de afiliación en Colombia es: de corazón y pulmón, 82% en ambos regímenes, contributivo y subsidiado; riñón, 71.14% a personas afiliadas al contributivo y 64% al subsidiado y de hígado, 76% a personas a afiliados y 19% a los del subsidiado.
- En 2014 se eliminaron los trasplantes a extranjeros
- En 2016 inició el sistema Red Data y luego se estableció la Ley 1805
- En 2017 se expidió el registro único nacional de donantes, donde se establecieron los criterios de asignación de órganos (riñón e hígado). Actualmente se está trabajando en corazones, mejorando paulatinamente en cada órgano.