El sistema colombiano es el más estratégico a nivel mundial por sus características y, sobre todo, por los valores biodiversos y endémicos que representa. No solo se trata de áreas de valor para Colombia sino de áreas de interés mundial. Esa diversidad está representada en 59 áreas con 15.962.277 has, 26 de ellas tienen presencia de comunidades indígenas y afrodescendientes, 11.27% con área continental y 1,5% con área marina.
Para la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico (CDA), es importarte que los habitantes del territorio nacional conozcan la riqueza de sus territorios y los aportes que generan los Parques Nacionales Naturales para la vida humana y silvestre, es por esto que este mes, mes Nacional de los Parques Naturales de Colombia queremos destacar algunos de ellos:
La Reserva Nacional Natural (RNN) Puinawai, declarada el 21 de septiembre de 1989, es la segunda más extensa del Sistema de Parques con una superficie de (1.092.500 hectáreas). Se ubica en la región geográfica conocida como el Escudo Guyanés, donde confluyen ecosistemas de la Orinoquía y la Amazonía, lo cual hace de este territorio un lugar interesante en términos de conservación y se encuentra en su totalidad traslapada por resguardos indígenas en el Departamento del Guainía.
La Reserva Nacional Natural Nukak se localiza en el departamento de Guaviare, cuenta con una gran riqueza de ecosistemas con numerosas especies de hábitat restringido o endémicas -propias del Escudo Guyanés- y es territorio ancestral de diversos grupos indígenas autóctonos, como los Nukak, Puinave y Curripaco. El área de la Reserva se enclava en uno de los cuatro refugios más importantes para conservación de la biodiversidad en el país.
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete con un área de 4.268.095 has, ubicado en la parte occidental del Escudo Guyanés. En el 2018 declarado patrimonio mixto de la humanidad, dado que representa un gran aporte por los ecosistemas naturales para el planeta; así como las expresiones culturales de las comunidades que se han asentado a través del tiempo en el territorio, con la mayor cantidad de pinturas rupestres (petroglifos) del continente americano.
El PNN Sierra de La Macarena tiene sus orígenes en la reserva Biológica de La Macarena (1948). Esta área protegida fue creada mediante el Decreto 1989 del 1 de septiembre de 1989, incluye el levantamiento geológico más extenso hacia el occidente del Escudo Guayanés, con una extensión 605.793 has. Presenta ecosistemas como selvas húmedas, bosques inundables, matorrales y vegetación herbácea de sábana amazónica.
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El Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis es un espacio protegido colombiano que se encuentra ubicado en jurisdicción de los departamentos de Vaupés y Amazonas. En Yaigojé-Apaporis conviven diferentes etnias indígenas. Este territorio cuenta con una rica tradición cultural. Los cerros, raudales, remansos, lagos, quebradas, ríos, cuevas, salados, piedras, cananguchales, sabanas y nacimientos de agua, son considerados por los indígenas del Resguardo Yaigojé Apaporis como “Sitios Sagrados”. Según los habitantes del resguardo Yaigoje Apaporis, estos puntos especiales del territorio son usados como referentes para el manejo y curación del mundo, a través de prácticas chamanísticas y rituales que conforman el “Camino de Pensamiento”.
Los parques nacionales tienen ecosistemas estratégicos para el país por los servicios ambientales que prestan a la sociedad, entre los que se destacan: Conservación de la diversidad genética, biológica y de recursos naturales renovables, regulación hidrológica, regulación climática, protección de suelos, belleza escénica, mantenimiento de valores tradicionales y culturales. No obstante, la producción de agua es quizás el servicio ecosistémico más notable de las áreas protegidas.
Este año un total de 158 Guardaparques iniciaron su voluntariado para apoyar la conservación en Colombia, son 12 las áreas protegidas en las que los guardaparques realizarán su trabajo de voluntariado: El Santuario de flora y plantas medicinales Orito Ingi Ande, los Santuarios de Flora y Fauna Guanentá Alto Río Fonce, Isla de la Corota, Otún Quimbaya y el Corchal Mono Hernández, así como en los Parques Nacionales Naturales Cueva de los Guácharos, Los Nevados, Orquídeas, Corales del Rosario, Macuira, Gorgona y Utría.
“Ser Guardaparque Voluntario es una experiencia a través del Servicio que le cambia a uno la vida, aprovechar ese contacto con la naturaleza a través de la contribución en las labores que realiza el personal de Parques Nacionales día tras día es todo un aprendizaje y a muchos nos ha afianzado a tomar la decisión de dedicar nuestra vida a la conservación de los recursos naturales no sólo como profesión sino como parte de nuestras vidas”, señaló la CDA.
Añadió que “prestar servicios ecosistémicos, enfrentar el cambio climático mediante estrategias de adaptación y mitigación, avanzar en fuentes de empleo y de desarrollo para las regiones en las que se encuentran los parques y abrir las puertas a nacionales y extranjeros para que las áreas protegidas se conviertan en parte de la vida de los ciudadanos son algunos de los desafíos de Parques Nacionales Naturales de Colombia”.
“La conservación de las áreas protegidas es responsabilidad tanto del Gobierno (autoridades nacionales, departamentales y locales) como de las comunidades que los habitan y la ciudadanía en general”, indicó en un comunicado.