Más de 70 empresas e instituciones financieras líderes han pedido un tratado legalmente vinculante sobre la contaminación plástica, en una declaración previa a la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) 5.2, la cual estará disponible también en plasticpollutiontreaty.org/UNEA.
Esta es la primera vez que los líderes de la industria abogan por una política así de robusta sobre la contaminación por plásticos. Esta nueva declaración incluye el reconocimiento explícito de la necesidad de reducir la producción y uso de plástico virgen, y llega solo unos meses antes de UNEA 5.2, donde los estados miembros tendrán una oportunidad crucial para negociar un tratado.
La declaración denuncia la gravedad de la actual crisis plástica, que amerita esfuerzos globales inmediatos y conjuntos que aborden el problema desde su raíz y a lo largo de todo el ciclo de vida de este elemento, en línea con la visión de una economía circular para los plásticos. La presión por alcanzar un tratado legalmente vinculante ha sido creciente en la comunidad internacional: más de dos millones de personas de todo el mundo han firmado una petición de WWF, y más de ¾ de los estados miembros de la ONU también han respaldado esos llamados.
La declaración de las empresas está fuertemente alineada con una resolución para establecer un mandato de negociación para un nuevo tratado que ha sido presentado para la próxima UNEA por un grupo de 42 países, encabezados por Ruanda y Perú. Sin embargo, existe la preocupación de que otros estados puedan apoyar un mandato menos ambicioso. Las discusiones sobre el alcance y la ambición del tratado propuesto están actualmente en curso y serán fundamentales para determinar si este acuerdo será capaz de cumplir con el objetivo de eliminar la contaminación plástica.
El CEO de la Fundación Ellen MacArthur, Andrew Morlet, dijo que “la contaminación plástica no se detiene en las fronteras, es un problema global que requiere que las empresas y los gobiernos trabajen juntos en soluciones globales. Hoy es la primera vez que tantas empresas líderes se unen y piden un tratado sólido y jurídicamente vinculante, que fija reglas y regulaciones comunes, establece un campo de juego equitativo y crea las condiciones necesarias para brindar soluciones globales conjuntas. Esta declaración envía una poderosa señal a los políticos que ahora tienen una oportunidad sin precedentes para cambiar el rumbo de la contaminación plástica”.
El director general de WWF Internacional, Marco Lambertini, dijo que “necesitamos una transformación en ambición y acción en cuanto a cómo fabricamos, usamos y reutilizamos el plástico. Ya no se trata de si necesitamos un tratado sobre la contaminación plástica, se trata más bien de cómo debe ser este tratado para hacer frente a la galopante crisis actual por la contaminación plástica. Estas compañías están pidiendo acordar un conjunto legalmente vinculante de regulaciones y estándares globales, incluyendo el reconocimiento explícito de la necesidad de reducir la producción y el uso de plástico virgen. Aprovechemos ahora el impulso que estamos viendo en las empresas, los gobiernos y la sociedad civil para ofrecer un tratado fuerte y ambicioso en la UNEA”.
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Puntos clave de la declaración
En su declaración, las empresas han pedido un tratado que:
● Incluya políticas upstream y downstream, con el objetivo de: mantener los plásticos en la economía y fuera del medio ambiente, reducir la producción y el uso de plástico virgen, y desacoplar la producción de plástico del consumo de recursos fósiles.
● Establezca una dirección clara para alinear a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil detrás de un entendimiento común de las causas de la contaminación plástica y un enfoque compartido para dirigirse a ellos. Para las empresas y los inversores esto crea igualdad de condiciones y evita un mosaico de soluciones desconectadas, al tiempo que establece las condiciones adecuadas para hacer que la economía circular funcione en la práctica y a escala.
● Proporcione una estructura de gobernanza sólida para garantizar la participación y conformidad con definiciones comunes y normas armonizadas aplicables a todos. Esto facilita las inversiones para escalar innovaciones, infraestructuras y habilidades en países e industrias que más necesitan apoyo internacional.
La declaración sigue a la publicación de un informe de 2020 de la Fundación Ellen MacArthur, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Boston Consulting Group (BCG), el cual presenta las justificaciones económicas para un tratado. Ese informe se centró en cómo un tratado debería detener el problema de la contaminación plástica antes de que comience, establecer estándares globales y apoyar a todos los países e industrias a desempeñar su papel.