Recuperar población de jaguares: estrategia para restaurar naturaleza | El Nuevo Siglo
JATOBAZINHO el primer jaguar macho en ser liberado en el parque Iberá, un área protegida de 688.000 hectáreas que ofrece una gran cantidad de presas silvestres para los grandes felinos.
/Foto Rewilding Argentina
Sábado, 15 de Enero de 2022
Redacción Medio Ambiente

Por primera vez, un jaguar macho ha sido liberado en los extensos esteros del Iberá, allanando el camino para la reproducción de la especie en esta región de Argentina, donde se había extinguido.

El jaguar adulto, llamado Jatobazinho, fue liberado por Rewilding Argentina, una organización emanada de Tompkins Conservation, la iniciativa liderada por Kristine Tompkins, embajadora de Áreas Protegidas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

El proyecto de restauración en Iberá busca recuperar el papel ecológico del principal depredador de ese ecosistema, el yaguareté o jaguar, en un país donde la especie ha perdido más de 95% de su área de distribución original.

Previamente, en el Centro de Reintroducción de Yaguareté en el Parque Iberá, Jatobazinho se apareó y engendró cuatro cachorros que fueron liberados junto con sus madres en 2021, seguidos de una hembra adulta liberada en septiembre de ese año.

Con el fin de mejorar la conservación de la especie en América Latina, el mes pasado el Pnuma y sus socios lanzaron oficialmente un proyecto de conservación del jaguar en Panamá, donde este gran felino ha perdido más de 40% de su hábitat debido al aumento de la urbanización, los proyectos de infraestructura, la agricultura y la ganadería.

El proyecto, ejecutado con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), es el esfuerzo de conversación sobre jaguares más grande del país. Su objetivo es, entre otras cosas, prevenir la reducción de la especie mediante la adopción de medidas para evitar el conflicto entre humanos y jaguares debido a la caza de ganado por parte del felino.

Las medidas contra la depredación ayudan a proteger el ganado y pueden incluir cercas eléctricas, monitoreo mejorado de jaguares con cámaras trampa y tecnología GPS, ubicación estratégica de pastos y modificación de los patrones de rotación del ganado.

Dada la actual crisis ecológica, los esfuerzos de conservación de la biodiversidad impulsados por el Pnuma y otros actores son más necesarios que nunca. Como señala el informe insignia del organismo Haciendo las paces con la naturaleza, las especies se están extinguiendo actualmente de decenas a cientos de veces más rápido que al ritmo natural.


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Un millón de los 8 millones de especies de plantas y animales que se estima existen en el mundo están en riesgo de extinción. El tamaño de la población de vertebrados silvestres se ha reducido en un promedio de 68% en los últimos 50 años y la abundancia de muchas especies de insectos silvestres se ha reducido en más de la mitad.

“Proteger y restaurar la naturaleza es el camino más rentable en la lucha por estabilizar el clima. Los humanos dependen de manera crucial de ecosistemas y hábitats saludables que permitan que las especies silvestres prosperen. Pero el éxito depende del apoyo de la comunidad local, el liderazgo de los gobiernos y los esquemas de financiación que pueden desbloquear de manera cohesiva las finanzas nacionales, internacionales y privadas”, añadió narciso.

Si bien las áreas protegidas se expandieron considerablemente entre 2010 y 2020, el Informe Planeta Protegido 2020 del Pnuma concluyó que la comunidad internacional no cumplió con sus compromisos sobre la calidad de la conservación de estas áreas. Un tercio de las áreas clave de biodiversidad carecen de cobertura y solo menos del 8% de la superficie terrestre está protegida y conectada entre sí para permitir los flujos ecológicos.

En agosto de 2021, el Segmento de Alto Nivel previo a la Decimoquinta reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15) reafirmó la urgencia de revertir la pérdida de biodiversidad para 2030 con el fin de abordar las crisis interdependientes de la pérdida de biodiversidad, la degradación de ecosistemas y el cambio climático, y lograr el desarrollo sostenible.

El marco de diversidad biológica posterior a 2020, cuya adopción está programa para la segunda fase de la COP15 en Kunmíng, China, en 2022, proporciona una visión estratégica y una hoja de ruta global para la conservación, la protección, la restauración y la gestión sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas para la próxima década.

Especies clave, como el jaguar, el felino más grande de América, juegan un papel fundamental en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas.

Su regreso a las zonas donde había desaparecido es una luz de esperanza, pues restaura la salud y la integridad ecosistémica, componentes esenciales para mitigar la pérdida global de biodiversidad y el cambio climático.