Cuando se habla de bitcóin o de las criptomonedas, existen dos opiniones muy popularizadas: la primera es que estas monedas virtuales son un tema muy especializado, manejado por grandes inversionistas con un capital poderoso, miles de millones, que invierten en un tipo de cambio exclusivo y difícil de entender, solo accesible para conocedores.
La segunda es que se trata de una pirámide, un negocio fraudulento en el que se especula con una moneda virtual, que no existe y no tiene respaldo físico alguno. Se asocia con estos esquemas Ponzi, en los que se ingresa un dinero, se atraen más inversionistas y luego se tienen réditos; pero al final se terminará perdiendo el dinero y el tiempo invertido.
Sin embargo, son dos visiones que se alejan de la realidad. En primer lugar, porque este tipo de monedas virtuales están a la mano de cualquier persona con una computadora y acceso a internet. No se necesita ser un economista experto o un genio de la computación y de las matemáticas para invertir en criptomonedas, sino que la gente del común, hoy en día, es quien más utiliza estos medios de pago e intercambio de valor.
Por otra parte, son monedas totalmente legales y válidas en la mayoría de países del mundo. Comprar, vender, negociar o “minar”, son operaciones que se realizan a diario y sin ningún tipo de penalización. Incluso, algunos países ya usan estas criptomonedas como monedas de curso legal y, sin ir más lejos, El Salvador ya tiene el bitcóin como una de sus monedas oficiales.
En Colombia existe un plan piloto, vigilado por la Superintendencia Financiera, en el que nueve entidades financieras, en alianzas con empresas pioneras del uso de los criptoactivos en el país, exploran este modelo, realizando transacciones con montos específicos de algunos clientes que ya fueron seleccionados.
Este plan “beta” pretende explorar el modelo de negocio y los riesgos asociados al manejo de criptoactivos y la posterior puesta en marcha de su inclusión en el sistema financiero regulado del país.
Mineros
Al nacer las criptomonedas y ser unos activos virtuales, era imposible decir que se imprimirían o se acuñarían (como los billetes y monedas), por eso a la creación de estas unidades de valor se le llamó “minar”.
EL NUEVO SIGLO indagó con dos personas que ya llevan un par de años minando, negociando e invirtiendo en criptomonedas. ¿Su plus? Son personas del común, ninguno tenía conocimientos previos en finanzas o se dedica a este negocio 100%. Solo han entrado al mundo de las “cripto” como un mecanismo para aumentar sus ganancias y diversificar sus fuentes de ingresos.
Fernanda Grass es una de ellas. Aunque muchos la conocen por su alias en redes sociales como Pechugas Larousse o @pezick, y su emprendimiento de venta de pastelería @chocobizoficial, lo cierto es que Luisa, además de preparar unas deliciosas tortas, invierte en bitcóin.
“Yo hago esto alrededor de más o menos tres años, y nos ha ido bien, bastante bien; obviamente cuando se baja el valor, pues se pierde, pero digamos que por el momento no ha sido algo crítico y es importante siempre tener presente que cuando vayas a hacer una inversión en criptomonedas o cuando vayas a comprar, mirar que tengas presente que lo que vas a invertir es plata que no vas a necesitar”, contó Fernanda.
Añadió que se debe tener muy en cuenta que esto, al igual que cualquier otra inversión, trae consigo un riesgo. “No es para invertir la hipoteca de tu casa o el dinero para pagar la universidad o el colegio de los niños. Entonces a nosotros nos ha ido muy bien porque digamos que la inversión no ha sido muy alta y sí hemos tenido retorno bastante alto”.
Ella explica que parte de su ganancia se basa en que aprendieron a minar. “Nosotros más que comprar, minamos, entonces eso lo hace ser mucho mejor porque realmente se crea la moneda en sí y la inversión es básicamente en los equipos para minar; se hace con tarjetas de video o puedes minar con memorias”.
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Riesgos y aprendizajes
Sin embargo, esta inversionista también compra cuando el mercado así lo permite: “Nosotros compramos cripto cuando ha bajado el precio, porque se supone que es cuando tú debes comprar y aprovechas, porque normalmente la tendencia siempre es que vuelve a subir, entonces aprovechas, compras bajo y siempre va a subir”.
“Tú sabes que igual con las criptomonedas es algo súper volátil, a veces la gráfica va hacia abajo, pero vuelve y sube, entonces ya tienes una ganancia. Es como con la acciones de Ecopetrol, que se pegaron una subida porque el petróleo subió de precio, entonces son acciones que ahorita están costando un montón; sin embargo, también hasta han estado un poco bajas”, explicó la emprendedora.
Para finalizar, da algunos consejos a quienes quieran entrar en este negocio: “A mí me encanta todo el tema de trading porque me parece que es chévere, es bueno invertir el dinero ahí; incluso prefiero hacerlo ahí que quizá en finca raíz o teniendo un CDT, pero debes tener conocimientos. Mi consejo es que no lo hagan por terceros, la verdad. Si es posible, ingresen a Youtube, esta plataforma es increíble, ahí les enseñan de todo, no es necesario ni pagar un curso, ni darle dinero a nadie”, recomendó Fernanda.
Inversiones pequeñas
Draco es otro inversionista en criptomonedas. Tras más de seis años de invertir y minar, dice que este es buen negocio, pero que no debe verse como la oportunidad de hacerse millonario de la noche a la mañana, sino como la posibilidad de hacer un ahorro o inversión.
“Yo soy muy escéptico al dinero fácil, nunca he caído en ninguna pirámide, entonces cuando me propusieron invertir, yo esperé unos días para investigar sobre el tema y ya luego decidí; justo para esos días el bitcóin había caído de US$5.000 a US$3.800, porque el banco Goldman Sachs, que es como un banco muy importante a nivel mundial, dijo que parecía una pirámide y que se iba a caer”, contó sobre su escepticismo.
“Allí yo compré mis primeros 100 dólares y a los pocos días ya eran como 115 dólares. El bitcóin estaba retomando su valor y, a partir de ese momento, como hasta el día de hoy, todos los días me toca estar leyendo las noticias de cómo está el cuento de la geopolítica en criptomonedas o cuáles son, aparte del bitcóin, las que tienen buenos proyectos a futuro; entonces toca estudiar muchísimo”, explicó.
Desde ese momento ha hecho más inversiones, con sus ahorros o el dinero que le deja su trabajo. Dice que ya no invierte en bitcóin, sino que prueba nuevas monedas que para él tienen mejor perspectiva a futuro. “Ya hay nuevas criptomonedas que tienen mejores proyectos a futuro; Ethereum en su momento era la segunda al mando después de bitcóin, pero ahora hay al menos unas cuatro que son mejores”, explicó el inversionista.
Añadió que esta es su forma de ahorrar. "Los bitcoines, como el oro, simplemente se encargan de almacenar valor. La gente realmente no los utiliza para mover dinero de un lado a otro, simplemente comprar y comprar para almacenar su capital”, dijo Draco.
Al igual que Luisa, Draco mina sus propios criptoactivos con la ayuda de discos duros o memorias USB. Además, explicó que existen bancos internacionales dedicados al intercambio de criptomonedas por otras divisas. “Son muy seguros, al principio me daban desconfianza, pero luego de realizar las transacciones me di cuenta de que es seguro. Solo ofreces tus cripto a un valor, alguien las compra, esperas que te consigne y luego las liberas, o viceversa; incluso te consignan a tu cuenta de Nequi”, puntualizó.