Fedemaderas realizó el primer Congreso Nacional de Industriales de la Madera, con la participación de empresarios, emprendedores, gobierno, legisladores, representantes de la academia y de la comunidad.
Durante los dos días del congreso, Fedemaderas manifestó su interés en afrontar de la mano del Gobierno nacional los retos que se vienen presentando para mitigar el cambio climático, detener la deforestación y potencializar la bioeconomía, este último tema con la intención de generar triple valor compartido en la sociedad colombiana.
“Hay que caminar hacia una identidad y cultura forestal consistente en: el uso masificado de la madera, ampliar su consumo per cápita en Colombia, y articular una política pública de Estado que vele por aumentar los aportes del sector a la economía del país. Las decisiones de política se deben enfocar bajo expectativas racionales, no adaptativas, considerando que el 0,89% de aporte al PIB nacional tiene la potencialidad de ser más del 5%”, afirma Juan Miguel Vásquez, director ejecutivo nacional de Fedemaderas.
Durante el congreso también se destacó el trabajo con las comunidades, esto mediante diversas asociaciones y proyectos, como Visión Amazonía y el Consejo Comunitario de Cocomacia, consolidando a través del mercado de carbono una alternativa susceptible de continuar innovando la financiación de corto plazo de estos proyectos, posibilitando al mediano plazo la protección y productividad de los bosques naturales y el incremento de los cultivos de plantaciones forestales comerciales.
Además, Vásquez destacó que se está trabajando fuertemente en derrumbar estereotipos y mitos entorno a la madera, el uso y valor percibido por la sociedad sobre los bosques, sus productos y servicios derivados.
Uno de los puntos más relevantes fue la invitación de Fedemaderas a estudiar las políticas y experiencias internacionales que han tenido éxito, pero sosteniendo que “no es recomendable imitarlas, Colombia debe buscar su propio modelo acorde con su statu quo técnico, político y social”, asevera Vásquez.
Agregó que esto es una invitación al país para pensar en hacer de la red forestal y de la madera un Proyecto de Interés Nacional Estratégico, PINE, con el reto de hacer sostenible en el corto plazo un negocio cuya materia prima se obtiene en el largo plazo. Una efectiva comunicación hacia el ecosistema resultará en un mejor entendimiento y por ende saltar de la potencialidad que tiene Colombia, hacia una realidad con contundente aporte a la bioeconomía nacional.
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Además, actores del Gobierno nacional deben comprender que la industria necesita lo que provee la tierra, no necesariamente para ello debe ser dueño de ella, es decir, los proyectos y empresarios trabajan de la mano con las personas que hoy habitan y son dueñas de los terrenos, desmitificando cualquier otra interpretación con relación a estos aspectos.
Igualmente y dependiendo de la aprobación final del Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026, será necesario retomar la iniciativa para la construcción y presentación de una nueva Ley Forestal Integral, aspecto que en el proyecto inicial se ha desdibujado, teniendo como prioridad tres ítems:
- Contar con una sola autoridad intra sectorial que coordine la gestión productiva del bosque natural, los cultivos de plantaciones forestales comerciales y las cadenas industriales de productos y servicios derivados de ellos.
- Promover una ley forestal que beneficie a todos los actores de la red forestal y de la madera.
- Crear Clústeres Regionales de Bioeconomía como instrumento para la creación de cadenas de valor de mayor impacto y competitividad.
Asimismo, bajo el lema “construyendo un país forestal, segundo proveedor de madera de la región” se ratificó la idea de que Colombia llegue a ser el segundo productor forestal y de madera de Latinoamérica en un periodo de tres décadas. Aunque para lograr lo anterior, se manifestó que se deben adoptar medidas que permitan duplicar las plantaciones forestales comerciales y la producción de madera actual, esto permitiría lograr que para 2052, el sector aporte a precios constantes de 2022 un 9% del PIB del país.
Una de los más importantes logros de este primer congreso, es la naciente conexión de la red forestal y de la madera, con la política de reindustrialización liderada por el Ministerio de Comercio, pues en la actualidad no existe una agenda en la materia.
Señaló el gremio que lo anterior inspira una nueva conexión con el Ministerio de Vivienda para desarrollar la construcción sostenible con madera y a través de ella disminuir el déficit de vivienda rural y urbana.
“A destacar también está la preocupación por generar seguridad física, jurídica y financiera al sector privado, con la intención de mejorar las condiciones de inversión y con ello en el marco de una política integral rural, lograr cadenas productivas y pensiones dignas para el campesino, indígena y miembro de la comunidad étnica”, concluyó.