A las 2 de la tarde de este lunes volverán a reunirse en el Auditorio de Compensar de la Avenida 68, de Bogotá, los voceros del Gobierno con los del Comité Nacional del Paro.
Tanto el Ejecutivo como los dirigentes sindicales y sociales llegaron con el interés de negociar solo un primer punto, que para el Gobierno es el levantamiento de los bloqueos y para los emisarios del Comité las garantías para que cese la represión.
La reunión de ayer empezó a las 2 de la tarde y concluyó a las 6:30. En tanto no se evacúe el primer punto, las partes no dan por instalada la mesa de negociación, aunque claramente esta ya comenzó. Una vez se acuerde ese tema, empezarán a negociar el pliego de emergencia presentado en julio.
En resumen, los puntos planteados por el Comité son garantías para el libre ejercicio de las protestas, que se no declare la conmoción interior, que el Ministro de Defensa pida disculpas públicas por los abusos policiales que se han presentado, desmilitarizar las ciudades y que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) no intervenga en las manifestaciones.
A través de sus redes sociales, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) informó que el Comité convocó para el miércoles a una “movilización pacífica, todas y todos a la calle, con nuestra bandera y la cacerola, con estricto cumplimiento de las normas de bioseguridad”.
Voluntad
El alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, explicó que el Comité presentó “un documento con dos partes: garantías para el ejercicio de la protesta y garantías para las mesas negociación. Sin embargo, esa mesa aún no se instala, debido a que este nuevo documento, como lo ha pedido el Comité, debe ser analizado por Gobierno”.
Al mediodía, Ceballos había precisado que si el Comité insiste en que el Gobierno debe dar las garantías para la protesta social, como lo señala la Convención de la Organización Internacional del Trabajo, esas garantías son para quienes marchan, pero también para los que no lo hacen.
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Para él, el bloqueo a que está sometido el país está afectando no solo la economía, sino el derecho a la movilización de las personas, así como a abastecerse de alimentos y combustible.
Entre tanto, el presidente de la CUT, Francisco Maltés, dijo que están acudiendo al encuentro con el Gobierno con voluntad de llegar a un entendimiento, pero recordó que “si hace un año hubieran tomado en cuenta el pliego de peticiones que presentamos, hoy no estaríamos en esta situación”.
Al inicio de la reunión el Comité divulgó un comunicado en el que informó que acudían “para tratar un único punto”, consistente en “las garantías y prerrequisitos que permitan detener la violencia estatal y paraestatal contra quienes venimos protestando, para que una vez sea acordado y verificado su cumplimiento se pueda dar inicio a las diferentes negociaciones”.
“El Comité Nacional de Paro articula 26 sectores sociales del nivel nacional, 29 comités departamentales y más de 300 comités municipales. Reconocemos que otros sectores sociales y de la ciudadanía se han sumado a la convocatoria de paro nacional, y por eso, no pretendemos ni queremos asumir la vocería de toda la ciudadanía que se encuentra movilizada desde el pasado 28 de abril”, señaló.
Metodología
Temprano, otro comunicado, esta vez de la Conferencia Episcopal, señaló que “los obispos católicos de Colombia expresamos una vez más que el diálogo, en el que haya escucha, encuentro y compromiso con los otros, es el escenario propio para atender a las legítimas demandas de todos los ciudadanos y para avanzar hacia la reconciliación y la paz. La violencia, con sus múltiples formas y expresiones, provenga de donde provenga, no soluciona nada y produce sufrimiento y muerte”.
En su mensaje, los prelados reiteraron el compromiso de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para continuar acompañando a las partes con el ánimo de facilitar el proceso de diálogo.
Precisamente, el delegado de la CEC para esa medición, el padre Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, reiteró que “el hecho de que ambas partes hayan aceptado sentarse a la mesa es un gesto positivo que puede ayudar bastante a avanzar en la discusión de las problemáticas de los pliegos que están sobre la mesa y también a considerar las condiciones de garantía para el desarrollo de la misma”.
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“Vamos a hacer un ejercicio, sobre todo, en torno a las garantías que ha exigido el Comité del Paro; allí hay unos temas que fueron expuestos por los dirigentes del paro a la opinión pública, estos son de conocimiento público, y son sobre los cuales seguramente va a girar la primera reunión”, manifestó el sacerdote, explicando que la primera reunión, efectuada hace ocho días en la Casa de Nariño, tuvo carácter exploratorio y que desde ayer el sitio de reunión es “en un lugar que no involucra a ninguna de las dos partes y, allí, en esta fase inicial, se deberá definir la forma como se van a abordar los temas, el orden de la temática y también la manera como se van a asumir las exigencias de parte y parte”.
Tensiones
Henao indicó que el inicio de estas negociaciones se da en un ambiente lleno de tensiones sociales fuertes, que se extiende por varias regiones del país. Se reclama por dar soluciones a problemas específicos como la garantía a las protestas, cese a las múltiples violencias y, además, que se avance de manera contundente en la mesa de negociaciones, teniendo en cuenta las consideraciones del pliego de peticiones que fue presentado ante el Gobierno nacional el año pasado.
“Este es un momento en el cual existe una gran expectativa. Indudablemente que este inicio de negociaciones está marcado por la voluntad tanto del Gobierno como del Comité Nacional del Paro, para avanzar y comenzar ya a tratar en la mesa. Esperamos que esta primera fase nos permita abordar los temas de metodología y los alcances, para que así se logre, entonces, entrar en la parte temática propiamente de la negociación”, anotó.
Frente al inicio del acuerdo, senadores de la Alianza Verde, el Partido Liberal y Cambio Radical, integrantes de la Comisión de Paz del Congreso, a través de una carta abierta le pidieron al Gobierno “la desmilitarización, suspender la represión violenta como respuesta al reclamo popular, desautorizar el abuso policial y exigir la Identificación y sanción de los responsables de los jóvenes muertos, heridos y desaparecidos”, y al Comité del Paro “dialogar pensando en las víctimas, con la certeza de que pueden ayudar a evitar nuevas víctimas y a bajar las tensiones entre esas dos colombias que parecen hoy divididas; la que reclama por el hambre y la exclusión, y la que reclama porque se siente bloqueada y sitiada”.
También se manifestó la directora del Partido de la Unidad (La U), Dilian Francisca Toro, quien recordó que el diálogo debe incluir a todos los actores “y que no solo se suscriba a entre el Gobierno y los voceros del paro, sino también a otras voces que están pidiendo ser escuchadas: la de los jóvenes de todo el país que tienen reclamos justos y que deben de ser atendidos”.