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Jueves, 17 de Junio de 2021
Redacción Economía
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo al presentar el Marco Fiscal de Mediano Plazo, dijo que “este documento se presenta en un contexto de un país que aún recoge el impacto de una pandemia”.
Para dar solución a esta problemática, Restrepo indicó que la estrategia fiscal tendrá 3 rutas: una política expansionista en el corto plazo, con un ancla fiscal fuerte en el mediano plazo y medidas de política adoptadas en 2021 para elevar los ingresos.
La hoja de ruta
- Déficit cuenta corriente de 3,8% del PIB. La mayor demanda impulsaría el dinamismo del comercio internacional y el precio de las materias primas para el país, permitiendo un descenso en la aversión al riesgo y mayores flujos netos de capitales.
- Se espera una apreciación del peso colombiano cercana al 1,0%, con lo cual la TRM promedio del año alcanzaría $3.667. Tal como se ha comportado hasta ahora el dólar, su valor no ha disminuido por debajo de los $3.500 y se ha mantenido por encima de los $3.600, debido al impulso de la demanda de las empresas y de los turistas.
- El precio del petróleo pasaría de US$43 por barril en 2020 a US$63 por barril en 2021. Este valor todavía está muy por debajo del que ahora se contempla, el brent ya llegó a US$74 el barril y los mercados consideran que todavía puede subir.
- Se proyecta un crecimiento del PIB de 6,0%, desde una previsión inicial de 5%. Una cifra conservadora a la luz de los buenos resultados registrados para el primer trimestre de 2021. La actividad económica de Colombia se ha recuperado notablemente. El control de la pandemia y las menores restricciones han permitido una recuperación.
- La inflación retornará al rango meta del Banco de la República (3,0%). Este comportamiento se considera que puede no cumplirse debido al alto impacto en el precio de los alimentos en el gasto de los hogares, con un nivel de 3,5% en este segundo trimestre del año.
- Se espera que la tasa de desempleo disminuya 3% con respecto al promedio observado en 2020 (15,9%). Debido a la pandemia el desempleo se disparó hasta niveles del 21%, pero ahora con la reactivación económica, se calcula que los 3,5 millones de personas que están desempleadas, puedan conseguir trabajo.
- Para 2021 se proyecta una ligera ampliación del déficit de cuenta corriente a 3,8% del PIB. Los avances en la vacunación contra el covid-19 y la apertura gradual de los sectores económicos impulsarán el crecimiento económico mundial. Consecuentemente, la mayor demanda impulsaría el dinamismo del comercio internacional y el precio de las materias primas.
- El gasto se mantendrá en lo que resta de 2021. Las necesidades de gasto para la atención de la emergencia económica, social y sanitaria persisten, a la par de la decisión del Gobierno de implementar una agenda de reactivación productiva.
- El déficit del Gobierno Nacional Central (GNC) se ubicaría en 8,6% del PIB. Esto es 0,9% mayor frente a 2020, es decir 7,8% del PIB y revela el compromiso institucional de mantener relativamente estables las necesidades de financiamiento de la Nación, a pesar de las mayores presiones de gasto que se enfrentan.
- Al cierre de 2021, la deuda neta del GNC se ubicaría en 65,1% del PIB. Esto representa un aumento de 4,7% frente al 2020 (60,4% del PIB). Este incremento de la deuda neta se explica mayoritariamente por un crecimiento en la deuda externa (3,1%), seguido de la deuda interna (1,6%). En esa misma línea, la deuda bruta del GNC se ubicaría en 66,8% del PIB, aumentando 2,0% respecto al año anterior (64,7% del PIB).
- De forma consistente con el balance fiscal proyectado, la deuda neta del Gobierno General se ubicaría en 53,4% del PIB, 3,9% superior a 2020. Se debe principalmente por el mayor déficit proyectado para el resto del nivel central, principalmente el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
- Se espera que la expansión real de la economía alcance un promedio de 3,7% durante el periodo 2021-2032. La contracción económica observada en 2020 será sucedida por años de alto crecimiento que permitirán cerrar la brecha del producto, llevando a que el PIB converja a su potencial.
- Para 2022, se proyecta que el Gobierno General tenga una reducción de 1,9% del PIB en su déficit fiscal, el cual llegaría a 6,8% del PIB. La mayor parte de esta mejora en el balance fiscal la explica el GNC, si bien el resto del nivel central también presenta un ajuste que contribuye a esta reducción (0,3pp del PIB).
- Se prevé un déficit de cuenta corriente promedio de 3,0% del PIB en promedio para los próximos diez años. Este deberá ser financiado principalmente por flujos de inversión extranjera directa. Además, se prevé un buen dinamismo de las exportaciones no tradicionales, las cuales contrarrestarán la reducción relativa de las exportaciones de petróleo y gas.
- El Proyecto de Ley de Inversión Social tiene un rol fundamental, pues incrementaría el balance primario del GNC en 1,1% del PIB, en promedio, a partir de 2023. Este ajuste se debe complementar con la implementación de acciones de política dirigidas a reducir las presiones de gasto que enfrenta la Nación.
- Fortalecimiento de la Regla Fiscal. El Gobierno va a establecer un ancla de política fiscal, que a través de metas operativas sobre el balance primario apuntale la sostenibilidad de las finanzas públicas. Consistente con la senda de metas fiscales proyectadas con las modificaciones a la Regla Fiscal, se requerirá que la Nación realice a partir de 2023 un ajuste fiscal adicional.
- Entre 2023 y 2032, se proyecta que el Gobierno General tenga un balance fiscal promedio de -2,4% del PIB. Este es el resultado de un balance promedio de -3,0% del PIB para el GNC, y de un superávit de 0,6% de forma conjunta por parte del resto de niveles de gobierno, particularmente la Seguridad Social.
- En 2021 se espera que el déficit del sector de empresas del nivel nacional y local disminuya levemente hasta ubicarse en 0,1% del PIB. Esto es producto de la recuperación general de la actividad económica. Si bien el resultado esperado es mejor a lo observado en 2020, el déficit fiscal se mantendría en niveles altos, debido a un aumento del déficit de EPM.
- Para este año se proyecta que el balance fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) presente una ampliación de su déficit de 1,3% del PIB frente al 2020, llegando a un déficit de 8,8% del PIB, si se contabilizan como ingresos las enajenaciones. Este balance deficitario del SPNF para 2021 es resultado principalmente del déficit fiscal de 8,6% del PIB del Gobierno General, y de 0,1% del PIB en las empresas públicas.
- Para el 2021 se espera que el balance del Sector Público Financiero (SPF) presente un superávit de 0,1% del PIB, consistente con una disminución de 0,7% frente al 2020. La razón es por el balance cuasifiscal del Banco de la República, que jalonaría la reducción de 0,7%, mientras que el de Fogafín tendría un aporte neutro y se mantendría estable en 0,1% del PIB.
- El Banco de la República presentaría un déficit de $14.000 millones en 2021. (Ver pág. 15A). Es producto de menores ingresos por rendimientos del portafolio de reservas internacionales (RIN) con respecto al 2020.
- El consumo de los hogares crecería 3,7%. Esto es impulsado por la recuperación de las actividades económicas con alta dependencia de mano de obra presencial, aumentando su ingreso y mejorando la confianza de los consumidores. La recuperación del mercado laboral, el retorno de la inflación al rango meta y la aceleración de la cartera de consumo serán determinantes para materializar la proyección en el consumo privado.
- El consumo del Gobierno mantendría un buen ritmo de crecimiento, expandiéndose a una tasa de 3,5%. Este rubro se vería estimulado por gastos asociados a las elecciones presidenciales. Sin embargo, el consumo público presentaría una desaceleración frente a lo observado el año anterior por cuenta de menores gastos dirigidos a la emergencia sanitaria.
- La formación bruta de capital crecería 7,5%. Esto se debe a las inversiones privadas como por estímulos del Gobierno nacional. Específicamente, se espera un buen desempeño del sector de edificaciones residenciales y obras civiles, en línea con la ejecución de proyectos contenidos en el programa Nuevo Compromiso por Colombia, el suministro de subsidios a la compra de vivienda y tasas de crédito hipotecario en niveles bajos.