¿Cuál es la cifra real de narcocultivos en Colombia? Eso es lo que está por establecerse porque las dos mediciones que hay presentan una diferencia de 102 mil hectáreas, que resulta incomprensible para el Gobierno nacional.
Es por ello que en una reunión de alto nivel en Washington, las administraciones de Iván Duque y Joe Biden buscarán analizar a qué se debe la enorme diferencia entre la medición de oficina del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de las Naciones Unidas (Simci) y el de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) y, de paso, fortalecer las metodologías para la medición de los cocales.
De acuerdo con la ONDCP, en 2020, “las cifras de cultivo de coca y producción de cocaína alcanzaron un récord de 245.000 hectáreas y 1.010 toneladas métricas, respectivamente”.
Esto supone un incremento con respecto a 2019, cuando se registraron 212.000 hectáreas sembradas de coca y unas 936 toneladas métricas producidas de cocaína, y un pico en la última década.
“Estas tendencias muestran la necesidad de aumentar los enfoques holísticos que combinan el desarrollo económico, el aumento de la presencia gubernamental y la seguridad ciudadana”, indicó la ONDCP en un comunicado.
Agregó que Colombia debe incrementar “la interdicción y la erradicación en zonas rurales clave para reducir la producción de cocaína de forma sostenible y construir la paz en las zonas afectadas por el conflicto”.
La administración de Biden reconoció, sin embargo, los esfuerzos de Colombia en la lucha antidrogas.
Destacó que el gobierno de Duque informó la erradicación manual de un récord de 130.000 hectáreas de coca y la incautación de casi 580 toneladas métricas de cocaína y base de cocaína en 2020, a pesar del “aumento de la violencia en las zonas rurales y las altas tasas de covid-19”.
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“La alianza antinarcóticos entre Estados Unidos y Colombia sigue siendo sólida”, aseguró la ONDCP.
Pero según el informe del Simci, el año pasado hubo una reducción del 7 % en el área sembrada con coca en el país, pasando de 154.000 hectáreas (ha) en 2019 a 143.000 ha en 2020, aunque alertó que la capacidad de obtención de cocaína por hectárea se ha incrementado en los últimos años a pesar de la reducción del área sembrada.
Destacó que el informe completo del Monitoreo de Territorios afectados por Cultivos Ilícitos en Colombia correspondiente a 2020 será presentado el próximo mes con la integración de datos a la dinámica de los territorios y el análisis de las cifras.
Sin embargo, señaló que en 2020, el potencial de producción de clorhidrato de cocaína pura alcanzó 1.228 toneladas; la estimada de hoja de coca fue de 997.300 toneladas métricas (tm) y en relación con la productividad del cultivo, a nivel nacional, el rendimiento anual de hoja de coca por hectárea se determinó en 6.4 tm/ha/año.
“Desde hace cinco años se consolida una tendencia a la concentración de los cultivos de coca particularmente en zonas de frontera y en zonas geoestratégicas para el tráfico de cocaína. Cuando esta concentración se estabiliza por cuatro años o más se establece un enclave productivo. En 2019 se habían detectado 7 enclaves; en 2020 se consolidan dos nuevos enclaves (San Pablo-Taracué en Bolívar y Orito-Vides en Putumayo). Los enclaves productivos ocupan el 16 % del territorio afectado y contienen el 40,5 % de la coca”, indicó el reporte del Simci.
Revisión
El sorpresivo informe sobre el aumento en los cultivos ilícitos en Colombia se dio solo dos días después de que el presidente Duque y el Embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, instalaran la reunión preparatoria del Grupo de Trabajo Antinarcóticos, en la que revisaron los resultados de 2020 y reiteraron el compromiso de cooperar en una amplia gama de actividades antinarcóticas.
Allí se resaltó que pese a los retos del covid-19, Colombia, en estrecha colaboración con el Gobierno de Estados Unidos, logró niveles récord en incautaciones de cocaína y erradicación manual en 2020 y “va a buen ritmo de lograr resultados igualmente significativos en 2021”.
Las discusiones se centraron en un enfoque integral en esfuerzos antinarcóticos en el país, incluyendo programas para aumentar el control territorial del Estado, para que los cultivadores de coca hagan el tránsito hacia oportunidades económicas lícitas, mejorar la seguridad ciudadana, la disrupción de las cadenas de suministro del narcotráfico, incluida la interdicción de precursores químicos, aumentar las incautaciones de cocaína y los envíos en masa de dinero en efectivo, continuar la erradicación, arrestar y extraditar cabecillas narcotraficantes, reducir el lavado de activos.
Ambos gobiernos expresaron su fuerte respaldo al esfuerzo crecientemente y exitoso por parte de Colombia, de transformar las economías rurales de la coca mediante el programa amplio de desarrollo económico, infraestructura, seguridad y fortalecimiento institucional denominado “Zonas Futuro”.
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La reunión “también incluyó discusiones técnicas sobre las metodologías diversas actualmente empleadas para medir las tendencias en la producción de cocaína y el cultivo de coca, para garantizar la mejora continua de nuestras políticas y programas antinarcóticos”, se informó en un comunicado.
Agregó que “si bien la relación bilateral Colombia-Estados Unidos está basada en la cooperación en muchas áreas de interés mutuo, ambas partes reafirmaron su fuerte asociación en antinarcóticos, que es crítica para la disrupción de la cadena de suministro de cocaína, reducir la demanda y abordar el problema mundial de las drogas”.
Reunión
Tras el baldado de agua fría que recibió Colombia con la amplia diferencia, 102 mil en el número de hectáreas de cultivos ilícitos sembradas en el país, el presidente Duque anunció que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos tendrán una reunión de alto nivel en Washington, en busca de fortalecer las metodologías para la medición de los cultivos ilícitos.
“Así como los estudios y análisis independientes de Naciones Unidas muestran una reducción -y una reducción importante- en el año 2020, el Gobierno de los Estados Unidos ha registrado en el 2020 un aumento”, dijo el Mandatario.
Reiteró que se acordó con el embajador Goldberg “unificar cifras y unificar metodologías”, así como también “establecer cuáles pueden ser las causas de esas brechas, sobre todo considerando que por un periodo muy prolongado siempre se presentó una similitud en las tendencias de lo que registraban las Naciones Unidas y lo que registraba el Gobierno de los Estados Unidos”.
“Por eso, valorando ese reconocimiento al Gobierno de Colombia, pero ante la urgencia de compaginar esos elementos técnicos, tendremos en las próximas semanas una reunión de alto nivel en la ciudad de Washington con funcionarios de nuestro Gobierno y del Gobierno de los Estados Unidos, con el propósito de fortalecer esas metodologías de lectura de información”, precisó el Jefe de Estado.
Señaló que “entiende que este es un asunto de corresponsabilidad y que así como en su lectura del informe publicado hoy hay, según ellos (EU), un aumento en Perú y en Colombia, también ellos han dicho que hay un aumento significativo del consumo en su territorio”.
El presidente Duque consideró “que esa reunión de alto nivel nos va a permitir a todos tener un enfoque mucho más amplio en la utilización de todas las herramientas para enfrentar este flagelo”.
Así mismo, destacó que el enfoque del Gobierno colombiano en la lucha contra las drogas ha sido multidimensional.
Explicó también que “Colombia y los Estados Unidos trabajan de la mano para enfrentar este flagelo”.
Duque reiteró que se presentó un récord histórico de erradicación manual de 130.171 hectáreas de coca y de 505,6 toneladas métricas de cocaína incautadas. “Asimismo, hemos logrado asestar fuertes golpes a las estructuras de crimen organizado y grupos armados ilegales como el desmantelamiento del grupo denominado los Caparros y la captura de múltiples cabecillas de las estructuras del Clan del Golfo, los Pelusos, el GAO-r y el Eln”.
Por ahora, lo único claro es que la diferencia es muy amplia entre una y otra medición y que es necesario esperar a la reunión entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos a ver qué decisiones adoptan para unificarlas y establecer en qué se está fallando o quién tiene la razón.