El escritor argentino Eduardo Sacheri acaba de publicar su más reciente libro, Nosotros dos en la tormenta”, editado por Random House y que habla sobre la amistad, la política y violencia en una Argentina feroz del año 1975.
Ganador del premio Alfaguara 2016 por La noche de Usina, habló con EL NUEVO SIGLO sobre la historia plasmada en su libro, episodios de grupos de izquierda que en la década de los 70 revolucionaron su país.
Su primera novela, La pregunta de sus ojos (2005), fue llevada al cine por el director Juan José Campanella con el título El secreto de sus ojos, con gran éxito e incluso recibió el Óscar a la mejor película extranjera en 2009. Le siguieron la novela Aráoz y la verdad (2009) y Papeles en el viento (2012).
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué lo llevó a escribir esta historia de guerra, política y amistad en una época determinada en Argentina?
EDUARDO SACHERI: Nosotros dos en la tormenta cuenta con una narrativa que está ambientada en la Argentina del año 1975; una época política muy tormentosa y conflictiva. Justo antes de la dictadura militar; un gobierno constitucional y una situación muy crítica. Hay diversos actores políticos, acciones muy violentas. En esa época existían un par de organizaciones revolucionarias de izquierda que se llamaban Ejércitos Revolucionarios del Pueblo (ERP) y los Montoneros (una organización guerrillera peronista de Argentina), entonces ambos querían conquistar el poder. Los protagonistas de mi historia son dos militantes, Antonio y Ernesto, cada uno en estas organizaciones. Ellos son amigos de toda la vida, pero también son compañeros y víctimas de esta guerra. La idea es aterrizar en esa época tan extrema y violenta y contar el impacto existencial en las vidas de todas esas personas, involucradas en las decisiones de estos actores de la revolución.
ENS: ¿En esta historia qué prevalece: la amistad, los ideales o la guerra política?
ES: La idea es presentar tanto el universo de la violencia de las organizaciones armadas, su planificación, su ejecución, su dinámica interna, como ese otro costado humano y cotidiano de los militantes, porque son ellos unos jóvenes que no solo eran militantes armados, sino también hijos, hermanos, novios, estudiantes, vecinos… se busca darles relieve y complejidad a esos personajes que no solo quedarán como caricaturas, sino como protagonistas de estas historias.
ENS: ¿Cuál fue el objetivo de escudriñar en el pasado de su país?
ES: Sin duda en Argentina hemos trabajado mucho, desde las novelas, el cine y hasta la ficción, sobre la dictadura militar que empieza en 1976 con un régimen muy atroz, pero eso ha desbalanceado un poco nuestro interés hacia otros periodos históricos muy interesantes y muy llenos de significados. Me interesan en general esos momentos menos frecuentados por la literatura y por el cine.
ENS: ¿Sus personajes y tramas fueron basados en algún episodio de la vida real?
ES: En ninguno en particular. Me dediqué varios años no solo a investigar trabajos académicos sobre el periodo y su resonancia en la revolución, sino a recaudar testimonios de exguerrilleros o de víctimas para hacerme una visión de todo y que fuera lo más cercano a la vida real.
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ENS: ¿Usted primero fue profesor de historia, ¿cómo fue ese salto a la literatura?
ES: Desde niño siempre me gustó leer. A los veinte y tantos años mi vida profesional iba por otro lado, me dedicaba a la enseñanza de la historia en la Universidad Nacional de Luján. Eso no tenía nada que ver con la literatura, pero luego descubrí que escribir era una manera de indagar en el sentido de las cosas que nos suceden y me parece que es una experiencia muy interesante, así como la lectura o la escritura lo es de un modo un poco más profundo.
ENS: En el 2005 su novela ‘La pregunta de sus ojos’ fue llevada al cine y ganó un Óscar, ¿qué significó para usted este mérito?
ES: Por un lado, fue una sorpresa, y por el otro, una enorme oportunidad en el sentido de que el mundo del cine tiene una visibilidad muy superior al de los libros. A mí me iba bien como escritor en Argentina. Pero con la novela y el Óscar se dio la oportunidad de que se expandiera mi trabajo a toda América Latina y España. Luego vinieron las traducciones a muchos más países. Fue una gran oportunidad para seguir trabajando en otras dimensiones, es decir, a partir de allí pude publicar muchas más novelas, otras se llevaron al cine. Fue una gran oportunidad que se tiene que cultivar y cuidar con la continuidad del trabajo.
ENS: ¿Cuáles fueron las puertas que se abrieron al ganar el Premio Alfaguara 2016?
ES: Dentro del mundo literario el premio es una oportunidad. Ese libro puntualmente se publicó en España y en América Latina y al mismo tiempo se realizó una gira por todos los países de América. Este premio permite fortalecer tu presencia en países donde en un principio naturalmente no se conoce tanto, entonces para mis libros permite ese reconocimiento en el exterior.
ENS: ¿Qué similitudes hay entre la literatura colombiana y la de su país?
ES: Ambas sociedades han sufrido conflictos muy profundos y de muy largo plazo. No son iguales, pero al mismo tiempo se parecen. Creo que la literatura es una herramienta que ambas sociedades encuentran para indagar los problemas y sacarlos a la luz, hacerse preguntas y darse respuestas. Me parece que superficialmente Colombia y Argentina ha atravesado una historia muy distinta, pero hay un parentesco cultural muy interesante. Aunque estemos en los extremos de América Latina, estamos mucho más cerca de lo que la geografía parece indicar.
ENS: ¿Cuál será su siguiente paso, con qué novela va a sorprender a sus lectores?
ES: Estoy investigando para mi próxima novela. Esta tiene que ver con la guerra de las Malvinas, que fue un enfrentamiento militar entre Argentina y Gran Bretaña. Me interesaría mucho crear una ficción a partir de esa historia.