El fallido golpe que marcó el principio del fin de la URSS | El Nuevo Siglo
HACE tres dècadas los tanques se tomaron la Plaza Roja
Foto archivo AFP
Sábado, 21 de Agosto de 2021
Redacción internacional con AFP

EN agosto de 1991, comunistas conservadores, contrarios a las reformas en la Unión Soviética en crisis, dieron un fallido golpe de Estado contra el presidente Mijaíl Gorbachov que se encontraba de vacaciones en Crimea.

El golpe fracasó debido a la resistencia de los moscovitas encabezada por el presidente de la Federación de Rusia, Boris Yeltsin, y abrió el camino a la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

También conocido como el Golpe de Agosto, tuvo un frenético periodo de tres días, del 19 al 21 de agosto, cuando un grupo de miembros del gobierno y de la inteligencia rusa de la Unión Soviética, KGB, pretendieron deponer a Gorbachov. Los líderes del golpe de Estado fueron miembros de la llamada “línea dura” del Partido Comunista de la Unión, llamada PCUS y del organismo de inteligencia que pensaron que el programa de reformas propuestas por el presidente iba demasiado lejos, sobrepasando los límites establecidos. Además que el Nuevo Tratado dela Unión que había negociado dispersaba demasiado el poder del gobierno central en favor de las repúblicas soviéticas.  

No solo el fracaso de del golpe sino la pérdida tanto de credibilidad como legitimidad del PCUS aceleraron el colapso de la URSS.

Esta es una cronología de los hechos ocurridos hace tres décadas y que reconfiguró no sólo el mapa político regional sino la geopolítica mundial.

1. Los tanques entran en Moscú

El lunes 19 de agosto, a las 06H20 (hora local), la agencia de noticias oficial TASS anuncia que el presidente Mijail Gorbachov, "incapaz de asumir sus funciones por razones de salud", es remplazado por el vicepresidente Guennadi Yanáyev.

Gorbachov, impulsor de las políticas de Perestroika (reestructuración) y Glasnost (transparencia), estaba de vacaciones en Crimea, en el Mar Negro.

Los golpistas forman el llamado "Comité para el Estado de Emergencia", que asume todos los poderes al tiempo en que blindados y transportes de tropa afluyen hacia Moscú.

2. Yeltsin se sube a un tanque

Desde el primer momento, el presidente de la Federación Rusa asume la dirección de la resistencia.

Al filo del mediodía, Yeltsin, atrincherado en la "Casa Blanca", sede del parlamento ruso, rodeada de tanques, denuncia un "golpe de Estado de derecha, reaccionario y anticonstitucional".

En abierto desafío a los golpistas, Yeltsin, que goza de mucha popularidad, exige que Gorbachov "pueda expresarse ante el pueblo".

Los moscovitas acuden a la Plaza del Picadero, al pie del Kremlin, donde Yeltsin, parado en un tanque, lanza un vibrante llamado a la huelga general y la desobediencia civil.



3. Solo ballet

Después de una serie de anuncios en el informativo matutino, las autoridades ordenaron no poner en televisión programas de entretenimiento y reducir las emisiones de noticieros. Solo un elemento de la programación encajaba en los rígidos criterios: el 'ballet', cuya emisión repitieron varias veces durante la primera jornada del motín. Entonces se transmitió la clásica pieza “Lago de los cisnes” con música de Piort Chaikovski, por lo que luego se tomó como un símbolo de esa jornada golpista.

4.  Yeltsin suma apoyos

Miles de moscovitas levantan barricadas alrededor de la Casa Blanca y permanecen concentrados allí ante el temor de un asalto militar.

En la mañana del 20 de agosto, las personas presentes dentro del edificio -entre ellas diputados, ministros, artistas, músicos, incluido el violonchelista Mstislav Rostropóvich- reciben chalecos antibalas, cascos y máscaras antigás.

En la mañana, tres unidades militares declaran su apoyo a Yeltsin y hacen ondear la bandera de la Federación de Rusia, que se convirtió en el símbolo de la resistencia.

Grupos de diputados recorren los cuarteles de la región de Moscú para convencer a los oficiales que se unan a la causa de Yeltsin, cuyo llamado a manifestar reúne a más de 50.000 personas delante del parlamento ruso.

5. Una jornada de locura 

Hacia las dos de la mañana, aclamado por la muchedumbre, el exministro de Relaciones Exteriores, Eduard Chevarnadze, se une a Yeltsin.

Contrariamente a lo que se temía, las tropas golpistas no atacan el edificio, pero tres jóvenes mueren cuando intentaban bloquear el avance de una columna de blindados.

El miércoles 21, la decisión del parlamento ruso de ir a buscar a Gorbachov a Foros, en Crimea, marca el comienzo de una jornada de locura que culmina con la derrota del golpe.

El ministerio de Defensa ordena el regreso de las tropas a los cuarteles.

Se levanta el dispositivo militar alrededor de Moscú, se suspenden la censura y el toque de queda y se anulan los decretos de los golpistas.

La televisión difunde la sesión del parlamento de la Federación de Rusia.

6. Razones de los golpistas

Los organizadores de la intentona golpista intentaron de su fallida acción justificar la misma con el argumento de que “les movía la preocupación por preservar el país”. Pero  las consecuencias de sus acciones resultaron catastróficas, ya que cuatro meses después la Unión Soviética dejó de existir.

En su momento muchos dijeron que había sido una farsa promovida por el propio Gorbachov, desatando una controversia política que, aunque en silencio, se mantuvo con el paso de los años. El consenso mayoritario entre los rusos actualmente es que fue una lucha por el poder en la cúpula gobernante del país en ese momento.

7.  Regreso de Gorbachov  

En la noche del miércoles, Gorbachov regresa al Kremlin, pero políticamente debilitado por la traición o abandono de gran parte de los colaboradores que había elegido, la vacilación de las Fuerzas Armadas, las dudas del Partido Comunista.

El fallido golpe de Estado convirtió a Yeltsin en el verdadero dueño del poder.

El 8 de diciembre, Rusia, Ucrania y Bielorrusia declaran el fin de la Unión Soviética y el 25 Gorbachov presenta su renuncia.