Algo que puede lucir anecdótico es que con un reciente libro que recoge lo que ha sucedido en la política colombiana en las últimas dos décadas, decidieron finalmente esperar a las elecciones de este año por lo que pudiera ocurrir. No se equivocaron, pues el cambio fue drástico con el triunfo de la izquierda por primera vez en la presidencia, con Gustavo Petro, sector que también logró, junto con los alternativos, las mayorías en el Congreso.
El académico e investigador Gustavo Duncan Cruz, autor de “¿Para dónde va Colombia?”, dijo en conversación con EL NUEVO SIGLO que surgió de un ejercicio con la editorial “acerca de un libro de coyuntura sobre qué era lo que estaba pasando en Colombia, porque a partir de las marchas del 2021 era claro que la situación estaba cambiando. Era un poco como preguntándonos qué iba a pasar”.
Duncan confiesa que “en ese momento, no sabíamos muy bien hacia dónde nos dirigíamos. De hecho, fue un libro que pensamos sacarlo antes, pero luego nos dimos cuenta de que había que esperar la elección presidencial”.
Explicó que la mayor parte del libro estaba antes de la elección presidencial de este año, sobre lo que ha ocurrido en la política colombiana en este siglo. “Era casi un diario de campo de lo que iba ocurriendo. Aunque en el camino ya era claro que el uribismo estaba llegando a un fin, había que también hacer una descripción de lo que fue el uribismo y cómo acabó lo que podríamos llamar la era Uribe, que va de 2002 hasta el 2022”.
Duncan no duda en señalar que en este lapso “Uribe fue el centro de la política colombiana”.
Gustavo Petro también ha sido protagonista político en lo que va de este siglo, y ahora en la presidencia tiene la oportunidad de buscar hacer los cambios que siempre ha reclamado.
Algunos se preguntan si Petro podría después de que culmine su presidencia lograr ser el centro de la política nacional y poner presidentes como lo hizo Uribe.
Al respecto Duncan opina que “no sabemos y también tenemos que considerar, en el caso de Uribe, que sí fue protagonista de estos últimos 20 años pero tampoco podemos decir que siempre estuvo al mando. Estuvo de 2002 al 2010, digamos que tuvo un poder extraordinario en comparación con sus antecesores, pero luego en el 2010 llega Santos y no solo se distancia de Uribe sino que deliberadamente quiere anular políticamente a Uribe”.
A pesar de eso, dice Duncan, Uribe se mantiene como protagonista político porque logra convertirse en el gran opositor del entonces presidente Santos y en “el gran líder político que contrarrestó las iniciativas que pudieron tener sectores de centro y de izquierda durante esos ocho años, al punto en que logra ganar el referendo y logra llevar a Duque a la presidencia”.
De otra parte, dijo que “es difícil saber si Petro logrará los niveles de influencia política que tuvo Uribe”. Aunque destaca que “lo que sí es cierto es que son los dos grandes políticos que ha tenido Colombia en este siglo: Petro y Uribe”.
La mayor transformación
Varios cambios se han dado en la política del país en lo que va de este siglo. Para el investigador Duncan “la transformación grande es que la retórica del 2002, donde lo importante era el tema de la guerra y la lucha contra el terrorismo, da paso a un país muy distinto donde otros temas comienzan a ser importantes”, como los derechos, “las demandas de igualdad, las demandas de oportunidades, comienzan a copar la agenda del país”.
Duncan señala que lo sucedido en Colombia en esa materia es reflejo de lo ocurrido en varios países, en donde ha habido movilizaciones y estallidos sociales por la igualdad de derechos, entidades étnicas, por temas de género, entre otros. “Eso comienza a ser una discusión mundial y en Colombia también eran los derechos que se discutieron en el 91 (en la Constitución) y que adquieren otra dimensión en la actualidad”.
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Los partidos
Duncan se refiere también a los partidos en el recorrido que hace por la política de las dos últimas décadas.
Dijo que este siglo se inicia con la implosión definitiva de los partidos tradicionales. “Eso venía ocurriendo pero ya con Uribe es claro que el sistema bipartidista muere, los partidos se abren. No son los partidos que se soñaba en la Constitución del 91, exentos de clientelismo y de corrupción. La situación es muy diferente, quizá, con partidos que representan un poco a la Colombia real”, que pasa por la informalidad y que la ilegalidad pesa en la sociedad.
El populismo
También se ha visto en el país el reflejo de las tendencias globales del populismo, dijo Duncan. “No podemos llamar esto como un populismo consumado sino que es una intención populista, donde hay ciertos líderes políticos que comienzan a cuestionar la legitimidad de los opositores, a cuestionar incluso la legitimidad misma del sistema político y hacer cambios que pueden pasar por encima de la democracia liberal”.
Explicó que esta tendencia se vio con Uribe en la reelección presidencial, y en el caso de Petro sucedió “de manera preocupante en el momento en que incluso hablan de apelar a la calle por encima de las decisiones del Congreso”.
Sin embargo, el investigador llama la atención sobre el que, paradójicamente, “cuando Petro sube al poder ese lenguaje bastante belicoso, esas intenciones, parece que entraron en una pausa”.
Duncan Cruz aclara que Uribe y Petro no es que sean populistas sino que “utilizan mecanismos propios del populismo en su forma de hacer política”.
Añadió que “es importante entender que el populismo no es una ideología, es un método de hacer política en donde se crea una fabricación ideal de pueblo, se crea una fabricación ideal del villano que impide la realización de este pueblo, y el líder populista encarna al verdadero pueblo. Entonces puede reclamar transformaciones institucionales que van contra la democracia liberal para reivindicar al pueblo”.
Señaló que Uribe, en su momento, quiso mostrar su intención de proteger a los ciudadanos de bien frente a la amenaza del terrorismo; mientras que Petro reivindicar a los pobres que siempre han sido excluidos.