Caleidoscopio | El Nuevo Siglo
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Martes, 6 de Agosto de 2019
Redacción Política

Izquierda vallecaucana con Restrepo

Aunque en Bogotá quedó en veremos, en el Valle del Cauca la confluencia de la izquierda se logró por donde menos se esperaba: respaldando la candidatura de la exministra liberal Griselda Janeth Restrepo a la Gobernación. Luego que el Polo Democrático –con presencia de los senadores Alexander López, Jorge Enrique Robledo y Wilson Arias (mejor dicho, voceros de todas las tendencias)– le diera su apoyo a Restrepo, ayer también se sumó el movimiento Colombia Humana, en rueda de prensa atendida directamente por el senador Gustavo Petro. Aunque Restrepo es liberal (fue concejal, representante y senadora con ese aval) su colectividad decidió unirse a la campaña de la exdirectora de Coldeporte, Clara Luz Roldán, así que ella miró a la izquierda para apuntalar su candidatura.

Ocampo se quedó sin el aval del Polo

La determinación de respaldar a Restrepo, quien se inscribió gracias a las firmas recogidas por el grupo significativo de ciudadanos El Valle es de su Gente, dejó como se dice popularmente “colgado de las brocha” al dirigente juvenil Alejandro Ocampo, quien consideró el aval negado a última hora como “una traición” y que, en consecuencia, “he acudido a los estrados judiciales, buscando que la justicia nos pueda devolver el derecho” y con la esperanza de “que la justicia nos pueda permitir seguir impulsando una propuesta decente, de cambio y transformación para el Valle del Cauca, pero sobre todo honesta”.

¿Le dieron de su propio cocinado?

Sin embargo, cabe recordar que Ocampo fue víctima de lo que él le hizo hace cuatro años al exsenador Mauricio Ospina, quien en febrero de 2015 había sido elegido por una asamblea regional del Polo Democrático como candidato a la Gobernación del Valle del Cauca. Ocampo impugnó la decisión y en mayo una nueva asamblea lo proclamó aspirante a ser el Primer Mandatario vallecaucano. Pero si Ocampo no reconoció la decisión de la primera asamblea, Ospina hizo lo mismo con la segunda, que tuvo la bendición de la entonces presidenta de la colectividad, Clara López, y de esa manera quedó en firme.