2025 | El Nuevo Siglo
Domingo, 29 de Diciembre de 2024

Un ejercicio interesante para hacer durante estos días, aunque quizá poco terapéutico, es el de echar al menos un vistazo a los informes prospectivos que divulgan los centros de pensamiento, las firmas de consultoría, los analistas más reconocidos, sobre los asuntos y problemas que podrían definir las relaciones internacionales y la agenda global el próximo año.  Es un ejercicio que, ya sea por pura curiosidad, prurito profesional, o acaso como ejercicio de mortificación -tras los excesos a los que suele dar ocasión la temporada- vale la pena practicar.

No por ahorrar esfuerzo al lector, sino para espolearlo, sigue un par de instantáneas, con la esperanza de que ninguna se convierta en espóiler (o destripe, como enseñan los que saben español).

El CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), por ejemplo, sugiere diez temas que tendrán un espacio protagónico en la escena internacional de 2025:  la egopolítica de los líderes políticos y el individualismo nacional; las treguas sin paz en el contexto de los principales conflictos bélicos en desarrollo; el proteccionismo y la austeridad como señas de identidad de la política comercial y fiscal; el desmantelamiento institucional global, especialmente en materia de seguridad internacional; el choque tecnológico y la presión (des)reguladora a favor de las Big Tech; la perspectiva de una “tercera era nuclear" (combinada con el aumento del gasto militar convencional y con la invención y el uso de nuevas tecnologías con fines bélicos); la recurrencia de urgencias climáticas sin liderazgo colectivo para enfrentarlas; el fin de los consensos sobre cuestiones de género (aunque cabría preguntarse si realmente los hubo); el endurecimiento de las políticas migratorias; y, por último, pero no menos relevante para el contexto general, la militarización de la inseguridad.

El ISPI (Istituto per gli Studi di Politica Internazionale) -menos famoso de lo que merece la calidad de su trabajo- enmarca su visión de 2025 en tres palabras:  tiempo de cumplir.  El próximo año, como consecuencia de distintos factores, incentivos, y fuerzas conjugadas, “los principales actores mundiales (…) tendrán que traducir sus planes, promesas y ambiciones en hechos”.  Lo cual vale para la Unión Europea -y más específicamente, para Von der Leyen y su Comisión-, así como para Trump 2.0, Xi Jinping, Zelenski y Putin, Israel, los BRICS, y los nuevos mandamases sirios.  Aunque habría que advertir que, en algunos casos, lo mejor sería que no cumplieran…

Otras lecturas vendrán próximamente, que habrá que abordar con igual ánimo -curioso, profesional o penitencial- antes de que 2025 alcance su altura y velocidad de crucero.

Justo en ocho días, Eurasia Group -que dirige Ian Bremmer, uno de los gurús del análisis político internacional- presentará su prognosis sobre los 10 principales riesgos para 2025.  Y a finales de enero el Foro Económico Mundial hará lo propio con su Reporte de Riesgos -que desde 2007 monitorea el panorama geopolítico, económico, ambiental, societal, y tecnológico global-.

Entonces será necesario hablar de zoología.  Porque no cabe duda de que uno y otro estarán plagados de cisnes negros y grises, rinocerontes grises, elefantes negros, medusas negras, y leopardos de las nieves:  las especies endémicas que habitan el desconocido y frágil ecosistema del futuro. 

*Analista y profesor de Relaciones Internacionales