AMYLKAR D. ACOSTA M. | El Nuevo Siglo
Martes, 20 de Marzo de 2012

COYUNTURA ECONÓMICA

La avilantez del Gobierno

Una de las novedades que introdujeron a última hora en la reglamentación del nuevo régimen de regalías tiene que ver con el destino del llamado eufemísticamente “margen de comercialización”. La Agencia Nacional de Hidrocarburos, que es receptora de las regalías de manos de las empresas que explotan los hidrocarburos y a la vez se las liquida y gira a los entes territoriales que tienen derecho a ellas, se inventó lo del “margen de comercialización” para quedarse con parte de las mismas.

Lo que se aprobó en el texto que salió para conciliación y ahora quedó consagrado en el Decreto-ley establece claramente que el Gobierno central se queda con el 50% de dicho “margen”. Es decir, que el Gobierno central, además del 4.0% de los recursos del SGR por concepto de fiscalización y administración de los SGR y Smvce, se apropiará también del 50% del “margen de comercialización” que en derecho, como lo ha manifestado en forma reiterada la Procuraduría General de la Nación, le corresponde al titular de las regalías, en este caso al SGR.

Es obvio que las regalías tienen que ser monetizadas para proceder al giro de las mismas a sus beneficiarios, pero de allí, como lo advierte la Procuraduría, no se sigue que el “producto de la venta para monetizar las regalías recaudadas en especie, si se produce una diferencia en positivo, ese mayor valor deba o pueda ser apropiado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos”. En igual sentido se pronunció en su momento la Contraloría General de la República, al considerar en una de sus glosas que no era apropiado que la ANH contabilizara como suyos los recursos provenientes del “margen de comercialización”.

Mediante esta rabuladael Gobierno central estaría tratando de dirimir en su favor la dura controversia en torno de la destinación del tal “margen de comercialización”. Y no estamos hablando de naderías, la suma en cuestión a diciembre 31 de 2010 totalizaba $ 1.24 billones, cifra esta que se puede haber elevado a los $ 2 billones para diciembre 31 de 2011, de tal suerte que, de prosperar este esperpento jurídico el Gobierno Nacional se estaría embolsillando de entrada $ 1 billón. Es absurdo, entonces, que el Gobierno pretenda, además, quedarse con el 50% de “los recursos disponibles a 31 de diciembre de 2011 correspondientes al margen de comercialización”.

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