ANDRÉS FELIPE RANGEL GÓMEZ* | El Nuevo Siglo
Sábado, 31 de Marzo de 2012

Tesoro escaso

“El que es justo obtiene la vida”: Proverbios 11:19.

LA gran Muralla China fue ideada con el propósito de defender a la nación de las continuas invasiones bárbaras del norte. Una muralla lo suficientemente larga para ser rodeada, lo suficientemente alta para ser escalada y lo suficientemente gruesa para ser atravesada, parecía ser la mejor respuesta. Luego de su construcción, China fue invadida tres veces en 100 años. ¿Qué sucedió? ¿La rodearon? ¿La atravesaron? ¿La escalaron? No, los bárbaros tan solo tuvieron que sobornar a los guardias de turno y estos abrieron las puertas de par en par a sus enemigos. (Jhonson, Nehemias, 2001, p. 213)

Los chinos gastaron mucho dinero y tiempo construyendo la gran Muralla, pero olvidaron dedicar tiempo y recursos a construir una de las principales murallas en el corazón de sus hombres: Integridad.

En los bazares de Oriente se exhibía la alfarería en cuartos oscuros para impedir que los compradores examinaran con toda claridad las piezas y así venderlas remendadas a precios de nuevas. Los compradores expertos tomaban las piezas y las sacaban del negocio y las miraban a la luz del Sol para revisarlas, lo que dio origen a la palabra griega “eilikrinia”, que traduce “ser juzgado a la luz del Sol”. (Maldonado, Líderes que conquistan, p.195).

Si en Colombia tomáramos las vidas de nuestros líderes y las colocáramos a la luz del Sol para examinar su integridad, tristemente creería que muy pocos pasarían esta prueba. Carecemos de líderes íntegros, capaces de vivir y hasta morir, si fuere necesario, por sus principios y valores. Lastimosamente, una dama de cuestionable honra, llamada corrupción, y su amiga la avaricia, han seducido a nuestra sociedad y han comprado conciencias, dejándonos en una penosa ruina moral y una incapacidad para prosperar y ofrecer un mejor destino a nuestra nación.

Dwight D. Eisenhower, general y presidente de Estados Unidos, dijo alguna vez, con mucha razón: “Para que un hombre sea un líder debe tener seguidores. Y para tener seguidores, debe obtener su confianza. Por lo tanto, la cualidad mas importante para un líder es una integridad sin mancha (…) Si uno de sus seguidores lo encuentra culpable de falsedad… él fracasará.” (Jhonson, Nehemias, p. 217).

Tenemos valiosos recursos naturales, un enorme potencial como nación y una economía en crecimiento. Sin embargo, aún nos falta la Gran Muralla que nos proteja de nosotros mismos y nuestras miserias, de las chicas malas llamadas corrupción y avaricia, nos falta la muralla de la Integridad.

Sin integridad, la seguridad social es vilmente asaltada. Sin integridad, los dineros destinados al desarrollo social terminan en las cuentas de los avivatos de turno. Sin integridad, no hay confianza para los negocios, ni para tener un gobierno justo. Necesitamos urgentemente recuperar ese tesoro escaso de la Integridad.

Afrg8103@gmail.com

*Politólogo