¿Lectura crítica o crítica lectura?

¡Qué  angustia!, la Ministra de Educación dice que los profesionales de la educación recién graduados son los que tienen el peor nivel de comprensión de lectura.
Esta semana fueron presentados los resultados de la prueba Saber Pro, o el Icfes para los recién egresados como profesionales en Colombia y los datos son preocupantes.
En los resultados de las pruebas de competencias genéricas se mostró como en el módulo de Lectura Crítica la situación es crítica. El promedio general de los universitarios fue de 10,27 puntos, siendo Medicina el mejor calificado y Educación como último; es decir, tienen mejor comprensión lectora los nuevos médicos que los nuevos maestros, con una diferencia entre las dos promociones de cerca de 7%.
Es evidente que los estudiantes de Medicina leen mucho y por eso su competencia de lectura está más desarrollada (10,8) que en otras ciencias como Contabilidad o Ingeniería, pero no es posible que supere a Ciencias Sociales (10,5), Derecho (10,3), Ciencias Económicas (10,1) y a los futuros profesores (10), quienes están por debajo del promedio nacional.
Más allá del gran valor que muestran los médicos, la preocupación es grande. El mejor puntaje lo obtienen los estudiantes de Diseño Industrial de la Universidad del Norte con 12,9 y el peor lo obtienen los estudiantes de Agricultura del Trópico Húmedo de la Universidad del Pacífico. Igualmente en todas las pruebas, la Universidad de los Andes tiene el mejor promedio de lectura crítica con 11,4 y de último la Universidad del Pacífico con 8,4; mientras que los egresados de la Universidad Pedagógica Nacional tienen un calificación media de 11,41, y los de la Universidad Javeriana en la Licenciatura de Educación Básica registran un promedio de 8,68.
En el mismo sentido, aquellos que puntean mejor en Lectura puntean menor en las competencias de Escritura, donde los educadores salen mejor parados.
Esto nos debe llamar a una reflexión seria sobre el sistema educativo; es inconcebible que los egresados de las ciencias que sin duda requieren una comprensión lectora estén tan mal preparados en esta competencia y mucho más que los futuros educadores sean los últimos, porque esto simplemente causará que sus alumnos no tengan grandes oportunidades de avanzar en esta materia.
Es llamativo que el debate sobre la lectura en Colombia siga dando vueltas en el precio de los libros, su gratuidad o si son en papel o no; el tema es que no sabemos leer y que esta competencia no se fomenta en Colombia y esto es fundamental si queremos ser una sociedad desarrollada, porque la lectura es el camino para la educación, la capacitación y la comunicación. Sin lectura no somos nada, sin comprensión de lectura menos.
Colombianada. ¿Profe, qué quiere decir esta columna?
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