CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Marzo de 2012

ASIMETRÍAS

Antes estaba bien cazar mariposas

El  mundo ha cambiado mucho. Muchas cosas que estaban bien vistas, hoy son prohibidas, y muchas otras que no eran aceptadas ya son comunes.

Antes cazar mariposas era un juego y hobbie intelectual apreciable, hoy es tan despreciable como la caza de ballenas; estas dinámicas no sólo son complejas sino que ponen en jaque la estructura de valores de muchas personas porque desde pequeños aprendieron que algo se podía hacer, y en su adultez las normas de una postmodernidad individualista racional las prohíben desde un país lejano, por el simple hecho de que después de un proceso racional en aquel país se comprendió que eso era malo.

El filosofar del mundo está sufriendo de una búsqueda innecesaria de homogeneidad. Por alguna razón creemos que existen verdades absolutas aún en el mundo, pese a que el final del siglo XX nos dejó como herencia que no son verdad, que hay multiversos, que somos parte de una evolución y que el pasado no fue mejor.

Es como si estuviéramos condenados a seguir al líder intelectual sin comprender que nuestro desarrollo cultural e individual es distinto, y aceptando que debemos apropiar las verdades y los juicios morales de otros en nuestra cotidianidad, perdiendo nuestra propia identidad y doblegándonos a un sistema evolutivo moral e intelectual basado en la ley del “más fuerte” y exitoso, bajo la premisa de éxito de un concepto en una latitud lejana y con una verticalidad histórica absolutamente diferente.

Ellos cazaron mariposas para llegar a donde están; pero hoy nos dicen que hacerlo está mal porque afecta muchas cosas, pero no quieren recordar todas las cosas buenas que esto hizo por ellos y lo necesario que fue cazarlas, aprender a cazarlas mejor, comprender que se deben estudiar, coleccionar, dimensionar el rol de protegerlas y llegar a la conclusión de que lo mejor es no hacerlo.

No podemos permitir que nuestros procesos de conocimiento sean aprendidos y no desarrollados, o de lo contrario seguiremos condenados a la dicotomía del conocimiento revelado y la ciencia impuesta como dogma.

Un niño aprende que el fuego quema cuando él se quema, no por haber leído que eso pasaría; si bien fue prudente de mamá decirle que eso pasaría, él debía quemarse para comprenderlo, asimilarlo, aprehenderlo y asumirlo. Llegar al conocimiento no es buscar atajos en las experiencias de otros, sino experimentar las cosas para apropiarlas.

Colombianada. Saber que me quemaría y conocer que me quemaría no es lo mismo; el saber es la experiencia de otro y el conocimiento es la apropiación de las verdades posibles.

@consumiendo