EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 12 de Abril de 2013

Voto en blanco en el Huila

 

Poco  a poco se va sembrando en Colombia la cultura del voto en blanco y eso significa un avance democrático importante.

Hemos escrito varias veces en esta misma columna y en memoriales  elevados al CNE, en su defensa. Por cierto que el Partido Liberal, mi partido, lo desconoció cuando  sometió a consulta los nombres de sus  precandidatos  a la Presidencia de la República y  omitió incluir en la tarjeta electoral la casilla del voto en blanco.  Nada valió mi protesta y con la complicidad del Consejo Electoral se consumó la arbitrariedad. Pero han  pasado los años y ya se han tomado las previsiones para que la institución del voto en blanco no sea objeto de burlas y tampoco para que sea utilizado  de manera irregular.

Como lo expresamos en uno de nuestros artículos de prensa, el voto en blanco “es más que la abstención, porque esta no crea derechos y una democracia sin que puedan tener efectos jurídicos los derechos, resulta inútil.  En cambio, cuando el voto en blanco constituye una mayoría -en el caso de Colombia-, en las elecciones de congresistas, de Gobernador, de alcaldes, o en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, al tenor del A.L.  01 de 2009, las elecciones  tendrán que repetirse.

La trascendencia del voto en blanco fue exaltada en forma hermosa y edificante por el Nobel José Saramago en su Ensayo sobre la lucidez, con lo cual  el gran literato  contribuyó  a difundir el derecho a expresar la protesta como  un medio democrático pacífico pero cargado de poder político y moral indiscutibles.

No estamos suficientemente informados de lo que ocurre en el Departamento del Huila, pero sin que ello sea necesario -porque  como autor de esta columna no estoy tomando partido por ninguna  de las opciones electorales que tienen  a la mano los huilenses en las próximas elecciones de Gobernador-,  resulta pertinente  decir, sin embargo, que  es de esperar que el proceso electoral se haya desarrollado con  plenas garantías para quienes promovieron el voto en lanco. Ojalá así haya sido para que la legitimidad de los resultados no sea cuestionada.

En un departamento golpeado por todas las violencias como ha sido el del Huila, tiene especial significación poder expresar la protesta en las urnas, de manera consciente y pacífica. Como es deseable que ocurra también en otras regiones del país afectadas por la inseguridad o por el gamonalismo político excluyente.

Valga decir que la práctica del voto en blanco puede ser un buen ejercicio para aclimatar  la convivencia y serenar los espíritus, en momentos en que se adelanta un proceso de paz que tantas expectativas ha creado entre todos los colombianos. 

Las elecciones del próximo domingo en el Departamento del Huila -que curiosamente coinciden con las de Venezuela-, pueden ser un buen ejemplo democrático,  pues conducirían a crear la certeza de que no será necesario acudir a las armas para dale evasión a la protesta o a la inconformidad, como ocurrió en el pasado.

edmundolopezg@hotmail.com