MONS. LIBARDO RAMÍREZ GÓMEZ* | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Marzo de 2012

A propósito de la Carta de 91 (XXXIII)

 Al  final del gobierno de Eduardo Santos, y primer año de la segunda Presidencia de Alfonso López Pumarejo (1942-1945), tuvo lugar un intento de Nuevo Concordatoente el gobierno de Colombia y la Santa Sede, en cuya labor estuvo muy de lleno el jurisconsultoDarío Echandía. Se llegó hasta la firma de ese proyecto en el Vaticano (22-04-22), con el cardenal Maglione, Secretario de Estado del Papa Pío XII.

En grandes sectores de la opinión nacional ese tratado suscitó suma inconformidad, con voceros como obispos y el jefe de la oposición, Laureano Gómez, pues de parte de la Santa Sede se accedía a varias concesiones que se consideraban exageradas en el momento. Con esto se detuvo su definitiva aprobación en el Parlamento, algo que era necesario por ser un Tratado internacional. Sería treinta años después (1973) cuando se lograría efectivamente un nuevo Concordato, ya con los avances del Concilio Vaticano II.

Retomando a los acontecimientos de Colombia, en esa época, se destaca el hecho de las graves dificultades que tuvo qué afrontar el presidente López Pumarejo, ante grandes cuestionamientos de la oposición del Conservatismo, liderada por su jefe Dr. Laureano Gómez, lo cual llevó a declinar el mando y que asumiera la Presidencia el joven líder liberal Alberto Lleras Camargo (07-08-45). El presidente Lleras Camargo creó un clima de serenidad y libertad democrática presidiendo una bien competidas elecciones (05-05-46) con dos candidatos liberales a la Presidencia, Gabriel Turbay y Jorge Eliécer Gaitán, frente al conservador Mariano Ospina Pérez, con propuesta de Unión Nacional, con victoria de este último.

Se inició el gobierno, del dirigente conservador Ospina Pérez (1946-1950) bajo el propósito de gran unidad, con participación en ministerios y gobernaciones del partido Liberal, pero pronto se rompió esa unión y quedó un gobierno monocolor, entablándose fuerte enfrentamiento político. Es el momento del brote comunista revolucionario, “Bogotazo”,suscitado por el asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán (09-04-48), superado por la fortaleza del Presidente y por haber revivido la colaboración bipartidista en el gobierno. Esta situación duraría hasta la cercanía de las elecciones presidenciales, adelantadas como estrategias del Liberalismo (27-11-49), que culminaron con la elección del jefe conservador Dr. Laureano Gómez Castro, para el período 1950-1954. Duros fueron los enfrentamientos en el Parlamento, y en las distintas regiones del país, con grupos guerrilleros apoyados por el partido de la oposición, y persecución política a sus líderes de parte de los poderes públicos.

Posesionado el presidente Gómez (07-08-50), quiso que se diera a Colombia una Nueva Constitución, para lo cual se integró (09-12-52) una Asamblea Nacional Constituyente. Ante su quebrantada salud el Presidente titular cedió el mando al Designado Roberto Urdaneta, con subsiguiente grave enfrentamiento en el propio partido de gobierno, por oposición del Presidente titular a la reelección del Dr. Ospina. En ese ambiente, ante la decisión del presidente Gómez, quien reasumió el mando, de destituir al general Rojas Pinilla de Comandante del Ejército, todo desembocó en que, con apoyo de la dirigencia política opuesta al Presidente asumiera Rojas la Presidencia. (13-06-53). La Constituyente que había sido nombrados fue ratificada por Rojas y vino, en el gobierno militar reemplazar el Parlamento a partir del 18 -06-53 hasta agosto de 1958. Decisión importante tomada por esa ANAC fue incluir como ciudadanas de Colombia también a las mujeres (27-08-54). (Continuará).

monlibardoramirez@hotmail.com

*Presidente del Tribunal Ecco. Nacional