Mañana domingo cuando nos dispongamos a votar, no solo deberíamos hacerlo en conciencia sino a conciencia. Será una decisión particularmente importante porque nos estaremos jugando, literalmente hablando, el futuro de nuestra democracia. Nunca antes en la historia del país se había planteado que el ascenso al poder de un político pudiera ser tan determinante. Pero esta vez lo es. Hay que sufragar entonces pensando lo que más le conviene al país. Y tenemos que hacerlo pensando más con la razón que con el corazón.

Bajo ninguna circunstancia Gustavo Petro debería llegar a ser el próximo inquilino del Palacio de Nariño. Pero todo apunta a que probablemente lo va a ser. Su sola hoja de vida debería bastarnos para convencernos de que un exguerrillero de su calibre no puede convertirse en nuestro guía político.

No solo ha sido acusado de haber cometido crímenes de lesa humanidad, sino que se le ha comprobado su participación en actos terroristas contra nuestras instituciones y ha formado parte clave de actos tan reprobables como el asalto al Palacio de Justicia. Por todo ello ha pagado cárcel. Nunca un personaje tan controvertido ha estado tan cerca del solio de Bolívar. Por eso gran parte de nuestra sociedad no ha visto siempre no solo con recelo sino con miedo. ¡Qué Dios nos tenga de su mano!

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Y ya que estamos pensando en Colombia es muy gratificante pensar en la posibilidad de que Germán Vargas Lleras finalmente decida lanzarse como candidato. Es el hombre que necesitamos para las urgencias del momento. Puede ser todo lo antipático que en realidad es. Pero no lo estamos buscando por su sonrisa sino por sus ejecutorias. Ya lo demostró cuando siendo vice fue encargado para modernizar nuestra infraestructura.

Pocos colombianos han estado tan preparados para el cargo. Quizás sus parientes Alberto y Carlos. Y como la ocasión "la pintan calva" él debería aprovechar esta oportunidad. que ha perseguido desde chiquito. Todo parece estar alineado para que esto ocurra. Y él, mejor que nadie, debe saberlo.

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Nosotros los conservadores alvaristas también tenemos una figura muy relevante. Se trata del senador David Barguil, que lleva ya varios años distinguiéndose entre sus pares. Bien preparado, serio, conocedor de los problemas nacionales y con una decencia innata que le irradia por todos los poros, se ha desempeñado en los encargos más difíciles con gran solvencia.

Representa a una nueva generación de políticos que han tomado nuestras banderas y el legado de Álvaro Gómez como un deber ser y un compromiso. Viene de la provincia pero sabe desenvolverse en todos los sectores y a todos los niveles. Tiene además un gran activo. sabe ganarse la confianza de propios y extraños y busca siempre no defraudar.

Es, sin la menor duda, la más grande y atractiva de las reservas de Salvación Nacional. Tiene mucho más futuro que pasado y, al igual que Vargas Lleras está signado para llegar muy lejos.

Ambos dirigentes nos llenan de esperanza de que lo mejor está por venir y que nuestras creencias tendrán en ambos un vasto escenario para convertirse en espléndida realidad.

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Los gobernantes de los Estados Unidos de América no se han distinguido especialmente por tener una política exterior coherente y esto se ha vuelto ha poner de bulto en estos días. Hace dos días el presidente Joe Biden tildó a su colega Nicolás Maduro de dictador y ayer le envió una misión de alto nivel para rogarle que  le suministre petróleo, para llenar el déficit que  le  está  dejando el no poder  seguir comprándolo  a Rusia a causa de  sus propias sanciones.

Adenda Uno

Rusia está usando una nueva arma secreta contra los países occidentales: los está atacando en el ciberespacio.

Adenda Dos

Los "goditos" alvaristas debemos votar mañana por Enrique Gómez Martinez, en las listas de   Salvación Nacional. No debemos olvidar el legado.