Nací en una época en donde se reconocía la heterosexualidad y la homosexualidad. Para mi sorpresa, hablando con un adolescente entendí que yo estaba fuera de foco y por eso decidí investigar que estaba pasando en el mundo actual.
Hoy hablamos de identidad de género y damos a esa expresión, ya sea masculina o femenina, totalmente como independiente del sexo con que biológicamente se nació.
Ahora bien, la orientación sexual es la atracción del ser humano que se da emocional y sexualmente. Aquí básicamente, se ubican las heteros personadas inclinadas hacia al sexo opuesto, mientras los homosexuales o gais, son aquellas personas que están atraídas por personas de su mismo sexo, y los bisexuales que les atraen los dos sexos.
Dentro de la homosexualidad se ubican las lesbianas, que son personas que solo sienten atracción emocional o sexual por mujeres. Recordemos que esta connotación fue valida en la época griega, en donde incluso había una isla llamada Lesbos, en donde convivían solo mujeres.
Otra categoría es la de transgénero, que son aquellas personas que construyen ellas mismas el género discrepando del que nacieron. Estas vienen al mundo con sus características biológicas masculinas optando socialmente por vestirse, hablar y tener actitudes propias del género femenino. Algunas se hacen cirugías para adaptar su cuerpo u otras permanecen biológicamente como nacieron. Él transgénero masculino es aquel biológicamente nace mujer, pero actúa, habla y se comporta como hombre.
Existen también las transgéneros que no importando su género, mujer u hombre se hacen operaciones quirúrgicas para asemejarse más al sexo opuesto. Hay hombres y mujeres trans que son los que hacen la transición de hombre, se extirpan los senos, ingieren hormonas masculinas e incluso se hacen reasignaciones corporales a través de cirugías.
Los travestis son aquellos que utiliza el lenguaje tono de voz exagerados, vestimentas, adornos etc. del sexo opuesto al que nacieron. Estos actúan permanentemente o en forma esporádica, según sus gustos.
Existe también el heterocentrismo, que es la concepción social de que la heterosexualidad es norma y consideran cualquier manifestación diferente una aberración, una enfermedad, una anormalidad. Dentro de esta categoría en algunos casos por no decir muchos, consideran a la mujer inferior.
Hay lesbofobia y homofobia, que es el rechazo y el miedo que produce la homosexualidad o el lesbianismo, dándose discriminación y hasta violencia. La transfobia reprobación total a la transexualidad, al travestismo creando ambientes de mofa, burla y discriminación.
Recordemos que la sexualidad es la orientación de una persona. El género hoy es el que se elige para identificarse: En la sexualidad hay variedad, veamos:
El asexual que es una persona que no experimenta ningún tipo de atracción sexual por nadie. El Arromántico quien no experimenta ninguna sensación de romanticismo. El andro-sexual que solo se inclinan por los hombres o los que parecen hombres. El ginesexual que es atraído por las mujeres o las que parecen mujeres. El bicurioso que viven explorando en donde ubicarse sexualmente. El demisexual quien se involucra primero en una relación romántica para llegar a lo sexual. El poliamoroso aquel que tiene relaciones sexuales con diferentes personas, llegando incluso a involucrarse románticamente. La scoliosexual persona atraída físicamente por personas de género, transgénero y no binaria, es decir les atrae que no se identifiquen como mujer o como hombre totalmente. El pansexual quienes son atraídos sin importar el sexo; Omnisexual son iguales a los pansexuales, pero no se consideran ciegos al sexo. El binario que no se siente a gusto con una identidad de género, masculina o femenina, y se relaciona con los dos.
Dios creó al hombre para estar en pareja, hoy esta concepción es variada y múltiple. Indudablemente la tecnología y los medios de comunicación y la educación permite la proliferación de tipos sexuales y de diversidad. Estar de acuerdo o no, solo depende de cada ser humano.