Sin el menor temor a equivocarnos podemos afirmar que el año que está por terminar transcurrió prácticamente en blanco para la inmensa mayoría de los mortales. Desde febrero hasta el presente, poco o nada hemos podido avanzar en nuestra vida personal y profesional y no se diga en lo social. Ha sido una categórica negativa de que somos sociales por naturaleza.
El aburrimiento colectivo ha logrado nuevas cotas de insatisfacción y todos nuestros planes entraron en cuarentena. Es un verdadero milagro que no hubieran ocurrido mayores desgracias. También hay que ponderar su lado bueno: el "encarcelamiento" ha servido para reconciliaciones y gratos reencuentros Y nos ha servido para ir descubriendo nuevas facetas de nuestra personalidad.
En lo personal hemos podido aprovechar esta larga vigilia para retomar gratas lecturas y hacer memoria de cosas que se habían perdido en los recuerdos. Sobre todo hemos aprendido a manejar la soledad y ese aislamiento de manada ha contribuido a hacernos valorar mucho más ese sentido de responsabilidad con nuestra sociedad. Hemos sacudido el aletargamiento. Y nos ha tocado aprender a combatir de mil maneras el tedio. Hoy más que nunca sabemos apreciar todo lo que significa el tiempo en espacios reducidos.
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No solamente uno sino dos son los espías que han regresado del frío. Con un guion superior al de la mejor novela de John Le Carré, la prensa nos ha entretenido con las peripecias de dos oscuros personajes rusos que, al amparo de la embajada de su país en Bogotá, han conspirado en favor del régimen de Nicolás Maduro.
Se ha logrado establecer que los servicios de inteligencia de la Gran Bretaña y de los Estados Unidos han puesto en estado de alerta al gobierno de Iván Duque sobre las clandestinas actividades de dos funcionarios soviéticos para recabar datos sobre nuestra infraestructura petrolera. Enigma se le llama a la operación encubierta.
No sería la primera vez que esto ocurre si recordamos sonados episodios similares en los gobiernos del comandante Chávez, que era muy dado a auspiciar este tipo de trapisondas.
El mayor interés lo han mostrado por los programas que está llevando a cabo en todo lo relacionado con programas de exploración y explotación por medio de los sistemas de fracking.
Adenda
No han sido tiempos gratos para nuestro Presidente estos meses de la pandemia, pero los ha sabido capotear y se ha mostrado como un mandatario serio y presto al servicio. Por ello nadie entiende las pataletas de nuestra Alcaldesa Mayor, que sólo buscan entorpecer sus empeños.