Cerca del parque, en el barrio que habitó durante muchos años su familia y en donde hoy se erigen monumentos en honor a su padre Álvaro y a su abuelo Laureano, se realizaron las exequias de Mauricio Gómez Escobar, una de las grandes figuras del periodismo moderno en nuestro país. Dominó todos los medios, pero muy especialmente el de la televisión en donde brilló como director del Noticiero 24 Horas y editor de muchos informes especiales.

Dueño de una refinada cultura, dominaba varios idiomas y había heredado de su ilustre progenitor la afición por la pintura y la escultura. Además, en su rigor profesional se comportaba como un hábil e inquisitivo investigador. Nacido en medio de linotipos.  Nada de la industria editorial le era ajeno. Como Álvaro, fue una verdadera figura del renacimiento. Poro sobre todo y ante todo fue un gran señor y un muy cálido compañero.

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En las exequias de Mauricio nos encontramos con su primero hermano, Enrique Gómez Martínez, hijo de Enrique y que hoy está representando al Movimiento de Salvación Nacional, creado por su tío Álvaro. Pocas veces un nombre responde tan acertadamente al rescate de un país, si llega a la Presidencia el exguerrillero Gustavo Petro.

Lo realmente grave de todo este asunto es que van quedando pocas opciones para que esto finalmente no ocurra. ¿Por qué llegamos hasta aquí? Muchos han sido los factores, pero especialmente la indiferencia por la política, por su actividad pública. Se fue creando un gran vacío que está siendo ocupado por los extremistas. Estamos viviendo la tormenta perfecta.

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Pero es que hoy el mundo parece favorecer los. Tenemos la situación de Ucrania, en donde un desvergonzado Vladimir Putin, al mejor estilo hitleriano, está reduciendo a cenizas a un todo un país tan bello como Ucrania y muy seguramente terminará saliéndose con la suya. Estados Unidos trata de frenarlo a control remoto. Putin sabe que sus adversarios tienen poco margen de maniobra y se aprovecha de las circunstancias.

En pleno siglo XXI cuando el mundo busca su globalización y trata de integrar naciones enteras. los rusos buscan todo lo contrario. Y mientras tanto nosotros, los latinoamericanos, somos unos convidados de piedra. Ocho millones de ucranianos se han visto obligados a abandonar sus hogares. Desde la Segunda Guerra Mundial no se veía nada igual.

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Si no vamos a poder cerrarle el paso a Petro en las urnas, al menos deberíamos dedicarnos a prepararnos para neutralizar su dictadura populista con las instituciones que aún funcionan. No será nada fácil hacerlo en vista de la profunda crisis de los partidos políticos y los escasos dirigentes con que contamos.

Petro se ha venido preparando cuidadosamente durante los últimos veinte años. No perdamos de vista que a él le gusta jugar en solitario y por eso carece de cuadros verdaderamente competentes. Pero esto lo terminará sufriendo Colombia. Ojo: el petrismo es la versión del chavismo, en su quintaesencia.

Adenda Uno

Colombia ocupa el tercer puesto en el mundo en cuanto a desplazamientos masivos. Tenemos cinco millones doscientos mil desplazados. Detrás de Siria y Ucrania.

Adenda Dos

La terrible viruela, que parecía haber sido erradicada, está de regreso.  En África ya apareció y ahora amenaza a Europa y a América.