La principal virtud de un gobernante es tener lo que se llama "el sentido de la oportunidad" o lo que es lo mismo: actuar cuando se tiene que actuar. Y en esto, infortunadamente, el presidente Iván Duque ha fallado lastimosamente cuando, en plena pandemia, y en un creciente pico del contagio, decidió presentar al Congreso un proyecto de reforma tributaria que pretende sanear el déficit fiscal asaltando el bolsillo de los colombianos de a pie.

Es más que evidente que "el palo no está para cucharas" y fue un verdadero atropello del entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Por todo ello debemos exclamar "como se acostumbra espantar a los espíritus malignos "¡Va de retro, Carrasquilla!"  Aunque Duque condena lo que él llama "vandalismo moral", nosotros también podríamos hablar de "vandalismo burocrático", tan dañino este último como el primero.

***

A propósito de estos actos vandálicos   hay que condenar sin contemplaciones los llevados a cabo en varias ciudades del país, pero especialmente en Bogotá y Cali, donde destruyeron bienes muebles e inmuebles sin contemplaciones. Puro terrorismo de la peor laya que produjo millonarias pérdidas en bienes públicos y privados. Mucho odio y resentimiento. Lo peor: Cuando todo el mundo se ha visto afectado en materia grave por culpa del coronavirus, inopinada e intonsamente Carrasquilla hizo malabares alcabaleros.

No se puede desafiar de esta manera al país entero. Duque tiene que estar consciente de que lo más urgente que él necesita hacer es volverse a ganar la confianza de sus gobernados, que por diversas razones la ha perdido.  Estos tiempos no están para que los contribuyentes vivan en ascuas y temerosos de en qué momento el gobierno acaba con sus pocos ahorros y sus magros ingresos. El partido Conservador, si es que existe, debería tutelar que esto no ocurra.

***

El presidente Joe Biden cumplió sus primeros cien días al frente del Salón Oval. "Estados Unidos vuelve a retomar su marcha, convirtiendo peligros en posibilidades, crisis en oportunidades y contratiempos en fortalezas", ha dicho el mandatario, quien sucede en el alto cargo a uno de los presidentes más nefastos en la historia democrática del país. Encara ahora una reforma tributaria que busca llenar los grandes huecos fiscales que ha heredado.  Biden tendrá que imponer nuevos tributos sobre todo a los más pudientes, que han sido los más beneficiados por Trump. Su llamamiento ha sido al bipartidismo y a evitar que Trump regrese. Aunque este ha salido muy desprestigiado, ya ha anunciado que tratará de volver el próximo cuatrienio. Y tiene más de setenta millones de fanáticos. ¡Que Dios salve a los Estados Unidos!

Adenda

Nadie sabe cuándo terminaremos todos estos padecimientos. Lo más optimistas creen que todavía durarán otro año. Lo verdaderamente grave es la postración de la economía, tanto nacional como personal.