El tema no es nuevo. Pero para Europa quedó clarificado en estos días como resultado de una conferencia del vicepresidente de Estados Unidos J D Vance, quién en la importante conferencia sobre seguridad en Múnich increpó a los europeos porque han abandonado sus valores tradicionales. Para algunos observadores, según la revista Foreign Policy, las palabras de despedida fueron muy dicientes: "les deseo buena suerte a todos. Que Dios los bendiga".

La conversación de hora y media entre Trump y Putin, la manera como están manejando el tema de Ucrania y la reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia y el secretario de Estado de los Estados Unidos, otra vez con el tema de Ucrania han dejado un sabor muy desagradable en los países europeos. Es que no solamente han marginado a Ucrania de esas conversaciones, sino que además han marginado a todos los países europeos.

El presidente Macron ha convocado esta semana dos reuniones urgentes de varios países europeos para asumir, sin más consideraciones, que Estados Unidos ya no defenderá a Europa y que es, entonces, urgente que Europa construya su propia defensa militar.

Ya en el año 2003 un distinguido profesor, Robert Kagan, publicó un pequeño libro que tuvo un enorme impacto y que se vendía al lado de las registradoras en los supermercados y almacenes, titulado: "Of Paradise and Power. América And Europe In The New World Order". La sola lectura del primer párrafo que es bastante largo lo deja a uno perplejo y estamos hablando del año 2003, hace 22 años. Hago la traducción de las principales frases.

"Es hora de dejar de pretender que los europeos y los americanos comparten una visión común del mundo, o siquiera que ellos ocupan el mismo mundo. Sobre el tema totalmente importante del poder -la eficacia del poder, la moralidad del poder, la deseabilidad del poder- los americanos y europeos tienen perspectivas divergentes. Europa está alejándose del poder, o para ponerlo en una forma un poco diferente, se está moviendo más allá del poder hacia un mundo auto contenido de leyes y reglas y negociaciones trasnacionales y cooperación. Está entrando en un paraíso post histórico de paz y relativa prosperidad, la realización de lo que Emmanuel Kant llamó "La Paz perpetua." Al mismo tiempo, los Estados Unidos permanecen contemplando la historia, ejerciendo el poder en un mundo Hobbesiano, anárquico donde las leyes internacionales y las reglas no son confiables y en el cual la verdadera seguridad y la defensa y promoción de un orden liberal todavía dependen de la posesión y del uso del poder militar".

Esto ya era cierto cuando se elaboró el Plan Colombia y Estados Unidos resolvió apoyar totalmente la recuperación de nuestro país al comprometer recursos que afectaban por igual la guerrilla y el narcotráfico, lo que se denominó el narco terrorismo. Mientras tanto Europa se alejó de esa política, la criticó fuertemente y por ello el trato que le dio al presidente Uribe no fue el más amable. Entonces hubo un desacuerdo del uso del poder militar entre Estados Unidos y Europa. Fue en esa época cuando se repetía la imagen que el Kagan había inventado al identificar a Europa con Venus y a Estados Unidos con Marte.

Por ello no hay lugar para la sorpresa con lo que está ocurriendo y con otros desarrollos que seguramente vendrán. Y aquí es donde habrá que estar atentos a una eventual actitud diferente de Gran Bretaña dados sus vínculos históricos y culturales con Estados Unidos.

El orden político internacional que surgió después de la Segunda Guerra Mundial está desafiado sin que todavía tengamos claridad sobre cómo es que se va a reemplazar y en qué consistirán las nuevas instituciones.

Como nunca, nuestras relaciones internacionales tienen que ser objeto de una nueva mirada en concordancia con hechos tan contundentes.