¿Los Beatles o los Rolling Stones? Una de las rivalidades más antiguas del mundo de la música será puesta a prueba en enero, cuando serán subastados en Beverly Hills una guitarra de Keith Richards y un bajo de Paul McCartney.
“Te pueden gustar los dos, por supuesto”, dijo Martin Nolan, director ejecutivo de Julien's Auctions, la casa encargada de subastar ambos instrumentos como parte de una campaña de caridad que contará con otras piezas de la industria musical.
La guitarra de Keith Richards, una Gibson ES-335, estará disponible junto a un video del músico firmando el instrumento. Este clip es un token no fungible (NFT, por sus siglas en inglés), un objeto digital que confiere propiedad.
“Creo que Keith Richards va a ganar ésta, simplemente porque es divertido y por causa del NFT”, estimó Nolan.
Estos tokens se han vuelto el delirio de algunos coleccionistas, y su presencia en las subastas y en el mercado artístico abunda.
De acuerdo con Julien's Auctions, es la primera vez que Richards coloca a disposición un objeto a través de la tecnología NFT. La estimativa es que la guitarra sea vendida entre 6.000 y 8.000 dólares.
El bajo Hofner de Paul McCartney es del mismo tipo del que utilizó en 1969 durante el último concierto de los Beatles, en la azotea de su estudio de grabación Apple Corps en Londres.
La presentación completa apareció por primera vez en “The Beatles: Get Back”, el documental de Peter Jackson para la plataforma Disney+.
El estimado de venta del instrumento, que está autografiado, oscila entre 4.000 y 6.000 dólares.
La subasta de estos ítems está destinada a MusiCares, que ofrece programas de salud y de recuperación para miembros de la comunidad musical.
En una señal del cambio de era, la pieza con mayor valor pertenece al fenómeno de Corea del Sur BTS. La banda de K-pop está vendiendo la ropa que utilizó en su presentación de los premios Grammy de este año.
Se espera que los coloridos trajes, hechos a la medida, recauden entre 30.000 y 50.000 dólares.
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“Tienen una base de fans tan grande en todo el mundo”, dijo Nolan.
La subasta se realizará el 30 de enero en línea y presencialmente en Los Ángeles.
Décadas de competencia
La rivalidad de las dos bandas más legendarias de todos los tiempos se ha extendido durante décadas desde los años 60, no solamente entre sus miembros, sino también entre sus seguidores. Se trata de una competencia por quién es mejor que el otro, que ha sido avivada por los medios de comunicación a lo largo de la historia.
A pesar de ello, las bandas mantenían una relación muy amable, incluso en algunas ocasiones una agrupación ayudó a la otra y, adicionalmente, se ponían de acuerdo para no estrenar sus canciones en las mismas fechas, evitando así un posible choque entre las bandas.
Sin embargo, siempre han existido las diferencias entre los Beatles y los Stones; un ejemplo de ello es cómo eran considerados los primeros, una banda dedicada a los adolescentes y jóvenes, contrario a los Stones que se caracterizaban por llevar la contraria y tener un aire de rebeldía. Así lo afirmó John McMillian, un profesor de historia de la Universidad de Georgia, en su libro “Los Beatles vs. los Rolling Stones”, donde recuerda las rencillas de las dos agrupaciones.
“Si Jagger y compañía eran el paradigma de la autenticidad rebelde, del sonido sucio y la actitud traviesa, los Beatles eran señalados como un producto para adolescentes, al menos en sus comienzos. Algo que, por cierto, enojaba mucho a Lennon, quien en su etapa en Hamburgo había sido bastante más punk”, confirmó el autor.
Durante sus primeros pasos, las bandas tuvieron varios encuentros donde se empezó a gestar la competencia. Es el caso que cuenta Andrew Loog Oldham, productor y mánager en los primeros años de los Stones, en la autobiografía “Rolling Stoned”, donde asegura que a mediados de los 60 se cruzó con Lennon y McCartney en la salida del Variety Club, donde acordó la grabación de “I Wanna Be Your Man”, una canción que a los Beatles no les convencía del todo y la dejaron a un lado, pero que se convirtió en un éxito con los Rolling Stones.
En estos primeros años las dos bandas mantenían incluso una relación de amistad, aunque no muy sana, pues se reunían por la influencia de las drogas. Durante este tiempo Mick Jagger presenció varios procesos de grabación de canciones de los Beatles. Lo que despertó en Lennon inquietud, señalando a los Stones de copiarlos cada cierto periodo de tiempo después de sus lanzamientos.
En estas discusiones John Lennon era quien avivaba más la hostilidad, haciendo comentarios sobre el estilo de los Stones, como el que realizó en una entrevista para la revista Playboy: “En los ochenta, la gente se preguntará: ‘¿Por qué siguen juntos estos tíos? ¿Es que no pueden valérselas solitos?’, para continuar, refiriéndose a Mick, ‘Enseñarán fotos del tío con los labios pintados meneando el culo y los cuatro tíos con maquillaje negro de malote intentando parecer obscenos. Van a ser el chiste del futuro... Está bien cuando tienes dieciséis, diecisiete, dieciocho, eso de tener compañeros masculinos e ídolos, ¿vale? Pero si no paras y sigues haciéndolo cuando tienes cuarenta años, quiere decir que mentalmente todavía tienes dieciséis”.
Pero sus señalamientos no se quedaban en el aire, pues Richards y Jagger le respondían con nuevos cuestionamientos acerca de sus pasos y logros en la música. En una ocasión, para los años 70, Richards arremetió contra John, afirmando que “Es probable que a John Lennon ya le haya pasado su momento de gloria. A no ser que haga algo pronto. No creo que nadie vaya a prestar mucha atención a lo que John diga o haga. Porque musicalmente no ha hecho nada que se acerque a lo que hizo hace seis o siete años, a lo que estaba haciendo con los Beatles. Ninguno de ellos lo ha hecho”.
Estas picantes discusiones han continuado incluso durante los últimos meses, cuando el año pasado, en plena cuarentena, el locutor Howard Stern entrevistó a McCartney y el músico veterano aseguró: “Yo amo a los Stones, pero coincido contigo: los Beatles eran mejores”.
A lo que Jagger respondió en una entrevista para Apple Music: “La gran diferencia, y no es menor, es que los Rolling Stones somos una gran banda de concierto… Los Beatles nunca hicieron una gira de estadios, o un Madison Square Garden con un sonido decente. Hicieron un gran show, y yo estaba allí, en el Shea Stadium. Pero eso fue en 1965. Los Stones empezamos a hacer shows de estadio en los 70 y los seguimos haciendo ahora”.
Hasta el sol de hoy esta rivalidad sigue brillando gracias a esta nueva subasta que volverá a poner sobre la mesa la eterna pregunta ¿Quién ganará?