Anthony Dominick Benedetto, artista estadounidense conocido popularmente como Tony Bennett, era el último de una generación de cantantes de EE.UU. cuyo espíritu alegre unió generaciones para convertirlo en un creador de éxitos durante siete décadas. Murió el viernes a los 96 años.
Criado cuando las grandes bandas definían la música pop estadounidense, Bennett logró una improbable resurrección cuando comenzó a ganarse al público joven en la década de 1990, sin necesidad de reinventarse.
Con más de 80 años se convirtió en la persona de mayor edad en alcanzar el número uno en la lista de ventas de álbumes en Estados Unidos gracias a una colección de duetos con Lady Gaga, quien se convirtió en su amiga y compañera de gira.
Lady Gaga fue apenas una de una larga lista de estrellas jóvenes que trabajaron con el cantante.
Comenzando con la grabación de la canción de la película "Because of you" en 1951, Bennett cantó docenas de éxitos, incluidos "Rags to riches", "Stranger in paradise" y, el que se convertiría en su tema característico, "I left my heart in San Francisco", que le valió dos de los 19 premios Grammy de su carrera.
Pero la invasión británica de Estados Unidos liderada por The Beatles pasó factura al cantante, cuya música comenzó a tornarse anticuada. Con el tiempo, su carrera revivió.
"Cuando apareció el rap, o la música disco, cualquiera fuera la nueva moda, no traté de encontrar algo que encajara con el estilo de la escena musical", dijo Bennett a la revista cultural británica Clash.
"Simplemente me mantuve y canté con sinceridad y traté de ser honesto conmigo mismo, sin comprometerme nunca, simplemente haciendo las mejores canciones que pude pensar para el público", dijo. "Y afortunadamente dio resultado".
"El mejor"
Nacido el 3 de agosto de 1926 en Astoria, el distrito más cosmopolita de Nueva York, el cantante debe parte de su singular longevidad a su técnica vocal. Formado en el bel canto, el que se hacía llamar Joe Bari al principio de su carrera, mantuvo intacta su voz durante toda su vida.
Bennett encarnó la canción de la posguerra, sin caer en la vejez. Dejó pocos clásicos, a diferencia de Frank Sinatra, otro hijo de inmigrantes italianos del área de Nueva York, con quien fue muy comparado pero cuyo éxito fue muy superior.
Sus mayores éxitos llegaron al principio de su carrera, a comienzos de la década de 1950, incluidos "Because of you", "Rags to riches" y "Cold, cold heart" y no muchos más.
Pero Tony Bennett, quien adoptó ese nombre artístico por sugerencia del comediante Bob Hope, mantuvo una audiencia leal gracias a miles de conciertos y una presencia escénica admirada por todos.
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"En el teatro y en vivo, hay que convencer al público de que no se puede estar mejor en otro lugar", explicaba el actor Alec Baldwin en el documental producido por Clint Eastwood "The music never ends" (2007).
"Y nadie en el mundo del espectáculo lo hace mejor que Bennett", añadió Baldwin.
"Como espectador, creo que Tony Bennett es el mejor cantante", dijo Frank Sinatra. "Me emociona cuando lo veo, me emociona". Su sonrisa, su elegancia y su energía proyectaban una imagen cálida y optimista.
"Nunca previsible"
Así en 1994, realizó en el canal de música MTV un "Unplugged", conciertos acústicos más bien reservados para jóvenes artistas en boga.
En 2006 lanzó el disco "Duets: an american classic", junto a nombres muy grandes de la música popular, desde Stevie Wonder hasta Bono.
El éxito fue total al punto de que en 2011 verá la luz un segundo opus, "Duets II", con el que por primera logró el pico de ventas de discos en Estados Unidos a sus 85 años.
El álbum contiene sendos duetos con Lady Gaga y Amy Winehouse que revelan a las dos jóvenes cantantes en un registro refinado.
Las colaboraciones continuarían, en particular con un álbum completo junto a Lady Gaga, "Cheek to cheek", que se convirtió en un nuevo número uno en los Estados Unidos.
De mesero a cantante
Su paso como mesero a cantante en un restaurante de Nueva York fue solo el comienzo. Incluso entonces, a los 15 años, Bennett supo que había encontrado su vocación.
“Simplemente decidí que… me encantaría tener éxito, y si no lo tuviera, haría esto por el resto de mi vida —le dijo a Larry King, de CNN, en 1998—. Me encantó”.
Pero no todo fue fácil para Bennett. Dos de sus matrimonios terminaron en divorcio. Y el cantante luchó contra las drogas y problemas financieros en la década de 1970, cuando la música rock se apoderó de la escena y su popularidad decayó.
“Pensé que estaba cantando bien. Crees que lo estás haciendo muy bien, pero no es así —dijo Bennett a CNN en 1998—. No es tan bueno como estar sobrio. Estoy más alto que nadie en este momento al estar sobrio porque estoy completamente despierto. Soy completamente honesto".
Finalmente uno de sus hijos, Danny Bennett, asumió el cargo de gerente. Y la carrera del cantante se recuperó en las décadas de 1980 y 1990, cuando nuevas audiencias conocieron su música.
En 1990 apareció en "Los Simpson" en una versión de dibujos animados. Y en 1994, en "MTV: Unplugged", con apariciones especiales de KD Lang y Elvis Costello.
“Tony Bennett no solo ha cerrado la brecha generacional, sino que la ha demolido”, señaló una reseña de The New York Times en ese momento. El álbum de esa actuación más tarde le daría a Bennett un Grammy.
Bennett también fue un consumado pintor; parte de su trabajo es parte de la colección permanente del Smithsonian.
Comenzó a pintar de niño y se perfeccionó durante su paso por la High School of Industrial Art de Nueva York.
Incluso cuando su carrera como cantante despegó, Bennett se aseguró de dibujar tan a menudo como podía y de pintar todos los días.
“Es algo muy relajante, maravilloso, y es muy difícil, pero si tienes una pasión, vas por ella, aunque siga siendo difícil —dijo Bennett a Larry King, de CNN, en 2004—. No importa lo bueno que te vuelvas, todavía no has terminado. Sabes que hay mucho más que tienes que aprender”.
Durante siete décadas siguió el consejo de Frank Sinatra: "Nunca seas predecible".