La industria de la moda es una de las más contaminantes alrededor del mundo. Según cifras de la Organización de Naciones Unidas, ONU, la producción textil es responsable del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono.
Así mismo, la entidad señala que esta industria consume anualmente un estimado de 93.000 millones de metros cúbicos de agua, un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas. Además, produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos.
Esta situación empeora teniendo en cuenta la cantidad de residuos que resultan en la confección de prendas con patronaje convencional, que incrementan la contaminación cada día más al no haber una adecuada gestión de los retazos de tela que resultan al confeccionar las prendas.
Por ello, Laura Silva Contreras, una joven de 24 años, estudiante próxima a graduarse en Diseño de Modas del Politécnico Grancolombiano, creó Holistic Green, un proyecto resultado de su trabajo de grado que tiene como objetivo dar a conocer la importancia de la correcta producción, utilización, desecho y reutilización de textiles en Colombia.
Y es que la moda sostenible se ha ido expandiendo en lugares como Norteamérica y Europa, dando origen a movimientos que buscan reducir el impacto ambiental de la industria textil. Sin embargo, en Colombia no es común hablar sobre estos temas y mucho menos sobre la implementación de metodologías no convencionales de producción que sean amigables con el entorno, pues la mayoría de los ciudadanos adquieren sus prendas en las grandes tiendas basadas en el denominado fast fashion.
Así mismo, menos de un 5 % de los desechos textiles se reciclan en el país, lo que trae consecuencias negativas para los recursos hídricos, la calidad del aire y el ambiente en general.
¿En qué consiste Holistic Green?
Teniendo en cuenta la alta contaminación producida por la industria textil y basándose en la sostenibilidad según las enseñanzas de la cultura oriental, Laura Silva llevó a cabo su proyecto de grado en diseño de modas.
Su trabajo de investigación y la creación de una colección con patronaje cero residuos se inspiró en el budismo Zen, doctrina espiritual originaria de China, que habla de crear un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu. “Justamente ese es el objetivo de este proyecto: recalcar la importancia del cuidado de nuestro hábitat para una vida más placentera y en equilibrio con la naturaleza”, afirma Silva.
Fueron seis meses de investigación, análisis y creación para dar lugar a Holistic Green, un proyecto que le apuesta a la sostenibilidad con una confección inspirada en las siluetas de los años 70 y que está basada en las siguientes acciones:
• Patronaje cero residuo:
En Colombia la industria textil deja toneladas de residuos como consecuencia de la producción de prendas con patronaje convencional. Por ello Holistic Green se basa en técnicas de confección que generan cero residuos como lo son el Kinetic Garment Construction, el patchwork, el Subtraction Cuttin, el Origami y el Zero Waste.
Silva realizó una verificación de esas técnicas para encontrar cuál era la que mejor se podía aplicar en Colombia, teniendo en cuenta que estos patronajes dan lugar a prendas más holgadas e incluso asimétricas. Su conclusión fue que el Zero Waste era la técnica más sostenible y aplicable en el país.
Los cortes en “A” fueron una buena opción para la construcción de la colección bajo el concepto de cero residuo.
“En la confección de toda la colección solo se generó alrededor de un 1% de residuos, los cuales además se utilizaron como complemento para las joyas, como por ejemplo unos aretes elaborados con plata residuos de un cuello”, explicó.
• Utilización de materiales amigables:
La materia prima de la confección se basó en telas recicladas como la lona celeste, fabricada por Ecohilandes. Esta tela está compuesta de poliéster obtenido de envases pet y algodón sobrante de recortes de confección y es elaborada por madres artesanas cabeza de hogar.
• Reciclaje y reutilización de textiles:
Se buscó también dar un nuevo ciclo de vida a materiales fuertes que pueden ser reciclados y reutilizados como el poliéster. Por ello, la elaboración de la colección incluyó prendas como jeans reciclados y transformados, buscando así promover que las personas no boten la ropa, sino que la reciclen, reutilicen y la reconstruyan.
“Las prendas de vestir pueden ser transformadas y también se pueden convertir en accesorios como aretes, bolsos, tapabocas, bufandas”, explica. “Esta tesis tiene además la intención de invitar a las personas a que no boten sus prendas sino a que las reciclen y las reconstruyan”, agregó.