Tras dos años de trabajos, el Museo Casa de Moneda vuelve a abrir sus puertas al público con una nueva exposición que da cuenta de la historia de la economía y la producción de billetes y monedas en Colombia a partir de nuevos relatos y perspectivas que buscan representar a la sociedad colombiana en los distintos procesos y coyunturas históricas a través de los usos sociales y culturales del dinero.
Un recorrido por este nuevo museo invita a reflexionar sobre el precio y el valor que se les ha asignado a los objetos y las ideas a lo largo de los años.
El 23 de julio se cumplen 100 años del Banco de la República y la celebración se inicia a las 12:00 m. con la apertura del Museo Casa de Moneda, ubicado en la calle 11 # 4-93 en Bogotá. Es así como las puertas de este espacio se abrirán al público con una nueva exposición permanente que recoge los principales procesos económicos, sociales y culturales del país, desde el pasado prehispánico hasta el presente, narrados a través de la Colección Numismática (billetes y monedas).
De acuerdo con Sigrid Castañeda, jefa de servicios al público de los Museos del Banco de la República, esta casa tiene una gran importancia en la historia del país, puesto que allí fue donde se acuñaron las primeras monedas de oro de Latinoamérica para la colonia española.
“Hace dos años empezamos el proceso de renovación y reestructuración de la Casa, la cual es un bien patrimonial de la nación. Para esta reapertura el Banco compró piezas para su Colección Numismática e incrementó la investigación. Vamos a ver la historia de Colombia a través de los billetes y las monedas que ha emitido el Banco de la República. Este nuevo museo trata justamente de validar cómo las monedas y los billetes son pequeñas piezas que cuentan historias sobre la vida cotidiana. Son alrededor 19.000 piezas, desde la más antigua, pasando por el Imperio Romano hasta la actualidad. Pero las que están ahora exhibidas son unas 3.000 en este nuevo montaje de oro y plata correspondientes a las primeras monedas que se acuñaron en América”, le dijo Castañeda a EL NUEVO SIGLO.
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Pasado histórico
En esta colección de reinauguración también estará exhibido el primer billete que se hizo en Colombia, en 1813.
“Más allá de mostrar las piezas, es conocer la historia a través de ellas. Mirar a qué le hemos dado valor. Son 12 salas las que se van a inaugurar y las cuales estarán disponibles para todo tipo de público de manera libre de lunes a domingo, menos los martes. Vamos a tener servicio de visitas guiadas todos los días al mediodía y en las tardes estarán funcionando todas las máquinas del siglo XIX en las que se hacían las monedas de la época.
La nueva exhibición contó con la asesoría del economista José Antonio Ocampo y es un relato participativo e incluyente que invita a reflexionar sobre el valor que las sociedades les han asignado a múltiples objetos e ideas en diferentes momentos históricos. Está dividida en ocho ejes que abordan temas como la riqueza, el dinero, la salvación, la naturaleza, la libertad, los procesos de cambio, la identidad y la igualdad.
La museografía contempla formas narrativas como metáforas, infografías, componentes interactivos y tablas de equivalencias de precios que permiten calcular cuánto costaba determinado objeto en otra época.
Durante el proceso de renovación curatorial y museográfica se descubrió un vitral que representa a Santa Bárbara y a San Eloy, en perfecto estado de conservación, ubicado tras los dispositivos museográficos de la pasada exposición.
Viaje monetario
El lugar que es hoy el Museo Casa de Moneda fue una de las primeras edificaciones en Santa Fe, Nuevo Reino de Granada, y en ella, en 1621, iniciaron las labores de acuñación de monedas de esta región.
Con la ayuda de nuevas tecnologías, la incorporación de piezas de otras colecciones del Banco de la República, como la arqueológica, la artística y la documental, el trabajo de ilustradores que interpretaron los temas históricos y económicos, y audios que recrean situaciones históricas, la nueva exposición es un viaje por el mundo del dinero en el territorio colombiano.
Ocho ejes temáticos a lo largo de trece salas irán desarrollando la narrativa curatorial y museográfica para conocer el valor que las sociedades les han asignado a múltiples objetos e ideas en diferentes momentos históricos. La actualidad obliga a reflexionar sobre el valor que se les da a ciertas cosas como el patrimonio natural, que hace posible la existencia y que en realidad no tiene precio.
Los detonantes de la reflexión son conceptos como la utilidad, la escasez, la belleza o el deseo, que permitirán evidenciar la complejidad cultural que resulta de la heterogeneidad de valores asignados a todo aquello que rodea al ser humano.
Un museo para todos
El nuevo guion para este museo empezó con un estudio de públicos hecho en 2019 que buscaba conocer los intereses de los públicos y diferentes grupos de interés sobre el museo. El resultado mostró la necesidad de construir un relato museal más incluyente donde nos veamos representados todas y todos.
Profesionales de diversas disciplinas –numismáticos, historiadores, artistas, economistas, educadores, museógrafos y diseñadores– se dieron a la tarea de investigar las piezas de la colección, proponer ejes temáticos, sugerir recursos museográficos y estudiar otros museos numismáticos en Hispanoamérica. El primer guion fue sometido a talleres de percepción del público a través de grupos focales cuyos comentarios y observaciones fueron incorporados al desarrollo curatorial, así como sus propuestas de inclusión y accesibilidad.
Desde que se volvió museo, la Casa de Moneda solo había tenido un proceso de renovación entre 1985 y 1996. Esta, su segunda intervención, comenzó en septiembre de 2021 y finaliza con su apertura esta semana.
La Casa fue declarada Monumento Nacional por el Instituto Colombiano de Cultura –hoy Ministerio de Cultura– en virtud del Decreto 1584 del 11 de agosto de 1975. En esta casa fueron acuñadas las primeras monedas del Nuevo Reino de Granada y se manufacturaron todas las monedas colombianas hasta 1987, cuando dicha actividad pasó a realizarse en la Fábrica de Moneda de Ibagué.
En la época colonial la casa funcionaba como una herrería donde se fundían y afinaban de manera artesanal las monedas macuquinas. Durante el reinado de Fernando VI, la construcción se amplió y la producción se mecanizó para hacer piezas circulares y de mejor factura. En 1756, el virrey Solís reinauguró la Casa, como puede leerse en el friso de su inconfundible portada de piedra.