EL MUSEO Picasso de París reorganizó su colección permanente, tras años de préstamos, el reconocido centro de arte abrió sus puertas ayer con una nueva presentación y una novedad histórica: una sala dedicada a Françoise Gilot, la pintora que abandonó al genio español en 1953.
Un total de 400 obras distribuidas en 22 salas son exhibidas en este nuevo ciclo del Museo Picasso más importante del mundo, que cuenta con un fondo de más de 200.000 obras de arte y objetos relacionados con el genio andaluz, según explicó a la AFP Cécile Debray, la presidenta del centro.
A título de comparación, el Museo Picasso de Barcelona cuenta con un fondo de 5.000 obras del artista.
“Podemos presentar todos los periodos de Picasso, todo su recorrido, empezando por la época azul”, explicó Debray a la AFP durante un paseo por las salas, donde los técnicos dan los últimos retoques a la colección.
El número de obras expuestas no aumenta. Pero como muchos otros centros museísticos en el mundo, el Picasso de París (inaugurado en 1985) se está esforzando en reagrupar de nuevo el grueso de su colección, parte de la cual fue prestada durante años, añade Debray.
Y eso pasa por la finalización de un centro de documentación sobre la obra picassiana, que debería abrir sus puertas antes de final de año, en un palacio adyacente.
Decena de piezas
El mundo del arte celebró el año pasado el 50º aniversario de la muerte de Picasso (1881-1953) con polémicas en torno a su relación con las mujeres, uno de los aspectos del artista que está siendo reinterpretado bajo la presión del movimiento #MeToo.
Debray pidió cautela ante los intentos de ver la obra picassiana exclusivamente bajo una óptica feminista.
Pero al mismo tiempo ya tenía en mente este homenaje a Françoise Gilot, una destacada pintora que falleció el año pasado en Nueva York, con 101 años. Gilot era la madre de dos de los hijos de Picasso, Claude (1947-2023) y Paloma (nacida en 1949).
En total, el museo mostrará una decena de obras de la artista que compartió la vida de Picasso entre 1943 y 1953.
“Quería hacerlo desde hace tiempo. Es una feminista con su propia identidad y que es autora de una obra que hay que mostrar”, explicó Debray.
Françoise Gilot es “la que dice no”, aceptó en su momento Picasso. “Creo que es muy importante demostrar que Picasso, diga lo que se diga, se sintió siempre atraído por personalidades artísticas e intelectuales fuertes”, reflexiona esta historiadora del arte.
La pintora y escritora Françoise Gilot murió el 6 de junio de 2023 en un hospital de Nueva York. Tenía 101 años.
Algunas de sus pinturas están colgadas en las paredes de instituciones de renombre de la Gran Manzana como el Museo Metropolitano de Arte y el Museo de Arte Moderno, así como en el Centro de Arte Pompidou de París.
La ministra de Cultura de Francia, Rima Abdul Malak, la calificó como “una de las artistas más sorprendentes de su generación”, a propósito de su fallecimiento.
Pero, antes de cobrar tal relevancia, su vida y su carrera fueron eclipsadas por su relación romántica con uno de los artistas más famosos del siglo XX, Pablo Picasso.
“Pablo (Picasso) fue el amor más grande de mi vida, pero había que tomar medidas para protegerse”, dijo Gilot en el libro Artists in Conversation, de Janet Hawley. “Yo lo hice. Me fui antes de que me destruyera”.
Gilot y Picasso estuvieron juntos durante 10 años y tuvieron dos hijos, Paloma y Claude. De esa relación surgió “Mi vida con Picasso”, un libro de memorias publicado en 1964 en el que describió generosa y amablemente la faceta artística del artista español, pero también abrió la puerta a su vida personal.
Otras obras
Hay una sala dedicada a la Prehistoria como fuente de inspiración del artista, y que motivó una exposición el año pasado en París.
También hay una sala dedicada a la ocupación nazi de Francia y la particular situación de Picasso durante esos años, en los que no expuso, pero pudo seguir trabajando.
Destaca también el rescate de diminutas obras, como unas delicadas muñequitas que confeccionó para sus hijas a partir de recortes de cartón. Así como una magnífica muestra de collages hechos a partir de cajas de cigarros, “como pequeños cuartos oscuros” de fotografía, describe Debray.
El museo exhibe también obras de otros artistas que Picasso compró, y que lo acompañaron toda su vida, como una vista del “Castillo negro” de Tholonet pintada por Cézanne.
Una larga pared del museo recoge declaraciones sobre Picasso, en varios idiomas, de artistas a los que el autor del "Guernica" dejó una huella indeleble.
Pero destaca la que él mismo pronunció: “La pintura es más fuerte que yo, siempre consigue que haga lo que ella quiere”.
En París
El mes pasado el Museo Picasso de París recreó el apartamento del marchante de arte Léonce Rosenberg (1879-1947), un misterioso apasionado del cubismo, coleccionista de obras que concibieron especialmente para él artistas como Picabia, Chirico o Ernst.
La reconstrucción de este lugar hoy en día desaparecido fue todo un desafío para el museo, ya que subsisten pocas huellas de esta residencia parisina.
Los comisarios se basaron en fotos del apartamento publicadas en la revista Vogue. Aparte de estas imágenes, no hay ningún archivo restante.
“Fue un poco como armar un rompecabezas”, confiesa Giovanni Casini, historiador del arte y comisario invitado de la exposición.
Sobre todo, fue necesario buscar las piezas de arte, dispersas y vendidas después del colapso financiero de 1929. Una catástrofe que arruinó a Rosenberg, que tuvo que vender su apartamento y dispersar su colección.
“A partir de 1932 no se sabe qué sucede con las obras”, explica Juliette Pozzo, encargada de estudios documentales en el Museo Picasso.