En un país educado hay más posibilidades de tener una vida de calidad: Irene Vasco | El Nuevo Siglo
Irene Vasco, autora de "Conjuros y sortilegios", "El último vuelo de Hortensia", "Mambrú perdió la guerra" y "Letras al carbón". / Foto cortesía Irene Vasco
Viernes, 27 de Septiembre de 2024
Redacción Cultura

Como “un espejo de la realidad, trascendiendo a través del compromiso literal y literario”, fue calificada la pluma de la escritora colombiana Irene Vasco, ganadora del Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2024, reconociendo así su trayectoria y peso cultural en Iberoamérica.

Además, los jurados de este premio han destacado su habilidad para “navegar entre las aguas cristalinas del humor y las profundidades oceánicas que matizan las complejidades actuales”.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, la escritora no solo habló de su reconocimiento, su trayectoria, su énfasis en la lectura, sino que también mencionó que este mismo año fue merecedora del Premio IBBY-iRead Outstanding Reading.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo recibió la noticia del Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil?

IRENE VASCO: Fue muy sorpresivo, porque tengo entendido que para ganarlo hay que nominarse varias veces y esta era la primera vez que me presentaba. No me lo imaginé y me siento muy feliz por este reconocimiento y también porque hace pocos meses gané otro premio, no como escritora, sino como promotora de lectura, el IBBY-iRead Outstanding Reading; entonces no me pasaba por la cabeza que iba a tener otro premio este año.

ENS: Su pluma ha sido calificada como “sensible” y “capaz de dejar una huella imborrable en los lectores de todas las edades”, ¿usted qué opina al respecto?

IV: Me alegra que hayan visto que mi obra tiene distintos matices, que va dirigida a diferentes públicos, que no es una sola manera de aproximarme a la literatura, y eso se visibilizó más gracias a la Fundación Cuatro Gatos, porque realmente fueron ellos los que me nominaron con cinco libros que representan distintas épocas y voces, por ejemplo: “Conjuros y sortilegios” o “El último vuelo de Hortensia”, que es una novela para jóvenes y que habla sobre la realidad.

ENS: Usted lleva más de 40 años en la literatura infantil y juvenil, ¿cómo ha hecho para mantenerse por tanto tiempo en ese género?

IV: Para mí no ha sido tan difícil, porque mis inicios fueron en una librería especializada en 1988. Allí aprendí muchísimo sobre literatura infantil. Luego empecé a escribir junto con Margarita Valencia, quien estaba comenzando en la librería la colección para niños y jóvenes. Teníamos contacto con el público a través de lanzamientos de libros, entonces iban los editores y escritores. Margarita creyó mucho en lo que yo estaba escribiendo y me publicó. Yo siempre se lo agradeceré, porque ella me abrió las puertas. Aunque los géneros más destacados son literatura clásica, cuentos y novelas, en el caso de la literatura infantil y juvenil ha tenido la misma lecturabilidad. Digamos que los escritores para adultos suelen ver la literatura infantil como algo menor, pero la realidad es que es un trabajo muy profesional, a cada libro hay que dedicarle muchísimo tiempo, no es el llenar una, dos o tres páginas, este es un trabajo tan profesional como el de cualquier otro escritor. Si queremos que algún día los escritores tengan más lectores, hay que comenzar formándolos con buena literatura infantil, con buenos talleres, buenas bibliotecas, buenas colecciones, buenos promotores.

ENS: Según su perspectiva, ¿cuál es el aporte de la literatura en la erradicación de la violencia?

IV: Pienso que más que erradicar la violencia se necesita que los niños tengan más educación. La literatura no se pone al servicio de algo, porque la literatura es es arte. Pero cuando la literatura infantil llega a las comunidades que históricamente han estado aisladas de la educación, los niños pueden leer y aprender más para que se vayan cerrando estas brechas educativas, para que las comunidades, las poblaciones rurales que no tienen bibliotecas ni escuelas de calidad y mucho menos libros, comiencen realmente a entrar en la palabra escrita como un derecho y como la posibilidad de participar de manera madura como ciudadanos colombianos en plenitud de la palabra. Es más, pienso que en un país educado hay más posibilidades de tener una vida armoniosa, de calidad, pero no porque la literatura en sí vaya a cambiar algo.

ENS: Usted, como promotora de la lectura en el país, ¿qué cree que hace falta para que los colombianos leamos más?

IV: Pienso que en este momento se están dando grandes pasos. En estos 30 años que llevo como promotora de lectura recorriendo el país he visto cambios: antes no había libros, uno tenía que viajar a estas comunidades cargada con maletas de textos, dejarlos allá y volver a comprarlos para después volver a llevarlos, porque uno no puede ir y despertar deseos lectores y después no seguir. Pero he visto la transformación del país, cómo cada vez hay más bibliotecas en los municipios de Colombia, están las comunitarias, las departamentales, las universitarias, es decir, se han multiplicado y eso ya es un cambio en una nación, que las instituciones tanto del Estado como las privadas se preocupan más por hacer llegar libros de calidad hasta donde sea. Me preguntan con frecuencia qué pienso de un país que solo lee 2,8 libros por persona al año, no llegamos a 3; me parece que es un buen número, porque antes no se leía, la gente no sabía leer y tampoco tenía libros.

ENS: ¿Qué piensa del uso de la tecnología en los hábitos de lectura?

IV: Efectiva. Yo y uso la tecnología porque mis ojos se cansan y tengo unos audífonos y unos lectores en voz alta en mi celular que me leen. A todas partes voy oyendo novelas maravillosas. Al contrario de lo que dicen muchas personas, las nuevas tecnologías podrían fomentar el hábito de la lectura.

ENS: ¿Usted cómo se inició en la literatura?

IV: Bueno, por un lado, es algo familiar, mis padres eran muy lectores, en la casa siempre había libros y se reunían escritores, poetas, novelistas. Mi mamá veía programas de televisión para niños y allí siempre presentaban autores escribiendo los guiones infantiles. También mi papá se reunía con los llamados intelectuales de la época y todo eso influyó en mi interés por la lectura, los libros, la literatura. De hecho, en mi casa nació la revista Mito, de Jorge Gaitán Durán, quien era el esposo de mi tía; fue una revista literaria y cultural colombiana fundada en 1955, muy importante en esa época.

ENS: ¿Qué podemos hacer para que los niños lean más?

IV: Lo que aconsejamos los promotores de lectura es que al principio haya una voz que cuente, es decir, que en casa les fomenten la lectura como la tradición oral, que haya alguien que les lea, que los acompañe en el proceso de lectura, pero que sean libros de calidad. La voz humana no puede ser reemplazada por nada, ni las emociones y los matices, esto no lo da una grabación, no lo da un audio de computador de dos personas compartiendo un libro. Eso es lo que va a formar a un lector.