Ousmane Dembélé sigue haciendo correr la tinta en Barcelona: tras una tregua internacional en la que sólo se habló de sus retrasos, el extremo francés resurgió el fin de semana para marcar un gol crucial, que puede valerle una nueva oportunidad el miércoles en Liga de Campeones.
Su entrada al terreno de juego y su gol que valió un empate el sábado contra el Atlético de Madrid en Liga han sido la imagen de su inicio de temporada, con actuaciones determinantes pero con la impresión de que todavía falta terminar de pulir a este diamante comprado por 147 millones de euros (incluidos variables).
"Tiene apariciones determinantes en el juego y está haciendo goles importantes", resumió su entrenador, Ernesto Valverde, muy protector con el atacante.
Dembélé, de 21 años, ha marcado siete goles esta temporada y casi todos han sido cruciales: en agosto, un tanto suyo permitió al Barça ganar la Supercopa de España contra el Sevilla (2-1).
Después, el internacional francés arrancó sendas victorias en Valladolid (1-0) y contra la Real Sociedad (2-1), dio una asistencia en el clásico frente al Real Madrid (5-1) y firmó dos igualadas in extremis contra el Rayo Vallecano (con victoria final 3-2) y el Atlético.
- Ensañamiento -
En resumen, con Leo Messi y Luis Suárez, es el hombre más decisivo del Barça... pero también el más criticado por todas las maravillas que el Camp Nou esperaba del sustituto de Neymar, llegado del Dortmund en el verano de 2017.
Descartado por Valverde para el último partido antes del parón de selecciones por sus retrasos, relegado al banquillo contra el Atlético, Dembélé protagonizó los titulares de la prensa durante dos semanas en Cataluña, llegando algunos periódicos a especular con su salida.
El pasado año, la prensa catalana se centraba en sus lesiones y los eventuales problemas de dieta del francés, mientras que esta campaña pone el foco en sus retrasos en los entrenamientos o antes de los partidos.
Preguntado sobre este asunto, el seleccionador francés, Didier Deschamps, y, después, Luis Suárez, lanzaron un dardo al 'Mosquito', aconsejándole públicamente ser más disciplinado.
¿Ensañamiento? "Igual sí, un poco", ironizó Valverde. Así, en la vuelta de su concentración con los 'Bleus', Dembélé fue asaltado por varios periodistas españoles que lo esperaban a la salida del aeropuerto, pero el extremo pasó de largo hasta meterse en un coche.
- Ser más constante -
"Se ha dado mucho bombo a lo de Ousmane porque no había partidos de club y siempre hay algún tema del que se habla más de la cuenta", desdramatizó el centrocampista Sergio Busquets, para el que "seguro que el gol le va a ayudar muchísimo. Es un jugador muy joven, todo requiere una adaptación, tanto en la vida privada como en la futbolística".
"Seguro que va a ir para adelante y le va a servir para mejorar", añadió Busquets.
Y a ser más constante, la auténtica falla de este extremo talentoso, rápido y técnico.
"Es un jugador muy tranquilo, no le genera dudas ni a él ni al resto del equipo", dijo el lateral Jordi Alba.
De hecho, sus compañeros acudieron en masa a felicitarlo tras su gol en el Metropolitano, cuando su reacción menos efusiva frente al Rayo Vallecano había dado que hablar. Es la marca del genio: todo lo que hace o deja de hacer Dembélé se sigue de cerca.
"Tiene un gran talento y tenemos que ayudarle a que lo saque", resumió Valverde, que debería darle una oportunidad el miércoles en Eindhoven, donde el Barça, ya clasificado para octavos de final, puede asegurar el primer lugar del grupo B por 20ª vez en su historia, todo un récord.