El estadio Monumental, escenario de la empañada final de la Copa Libertadores 2018 entre River Plate y Boca Juniors por hechos de violencia, fue clausurada preventivamente por la alcaldía de Buenos Aires en la noche del sábado tras la postergación del partido para el domingo por violencia.
La clausura, según la Agencia Gubernamental de Control de la alcaldía de Buenos Aires, es por exceso de público en el escenario y no por los hechos de violencia que obligaron a la Conmebol a suspender el inicio del juego y postergarlo para el domingo.
"El Monumental excedió la capacidad de personas permitidas y por eso la clausura es efectiva. Sin embargo, mañana (domingo) podría levantarse", aseguró el jefe de esa oficina, Ricardo Pedace.
La medida, que sería levantada con el pago de una multa que no fue especificada por el funcionario, permitiría la realización del encuentro el domingo a las 17H00 locales (20H00 GMT), como resolvió la Conmebol.
El partido de la inédita final de la Libertadores se vio empañado este sábado por el ataque al autobus de Boca Juniors a pocas calles del estadio Monumental con piedras, palos y gas pimienta por cientos de hinchas de River.
El partido de ida en la Bombonera, hace dos semanas y que terminó 2-2, no tuvo incidentes.