La colombiana es reconocida no solo por su agilidad a la hora de saltar y colgarse las medallas de oro
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Valió la pena la espera. Y, como reza el refrán popular, “no hay quinto malo” o, mejor, “a la quinta fue la vencida” para la atleta Caterine Ibargüen, quien ayer recibió de manos del príncipe Alberto de Mónaco, el trofeo como la Mejor del Año.
La gala, organizada por la IAAF, marcó el cierre con broche de oro para la saltadora nacida en Apartadó el 12 de febrero de 1984, por partida doble.
Nada más, el martes debió excusarse porque no pudo asistir a la ceremonia de entrega de premios al Deportista del Año El Espectador, donde fue exaltada como la mejor, porque debía estar en Mónaco a la espera de que se diera a conocer el nombre de La Atleta del Año.
No era fácil para la colombiana, quien a pesar de sus grandes logros, tenía como competidoras a la keniana Beatrice Chepkoech, nueva poseedora del récord del mundo de 3.000 metros obstáculos; la velocista británica Dina Asher-Smith; la bahameña Shaunae Miller-Uibo (velocista), y a la belga Nafissatou Thiam (heptatlón), quien había ganado el premio en 2017.
Como lo publicó ayer EL NUEVO SIGLO, esta era la quinta oportunidad en la que la atleta nacida en el municipio de Apartadó, en Antioquia, figuraba entre las finalistas del trofeo. Fue aspirante en 2013, 2014, 2015 y 2016, y regresó a la contienda después de no haber figurado el año pasado, cuando en su camino se cruzó la venezolana Yulimar Rojas, discípula del cubano Iván Pedroso en Guadalajara, para alzarse con el título mundial en Londres.
La saltadora colombiana venció en los dos concursos de saltos horizontales (longitud y triple salto) en los últimos Juegos Centroamericanos y del Caribe y realizó la proeza de ganar estos dos títulos en la Liga de Diamante en dos ciudades diferentes en el espacio de 24 horas.
“Me gustaría agradecer a todos mis fanáticos y a toda Colombia por este premio. El apoyo que recibo de la gente de mi país es enorme. Me gustaría agradecerles una vez más el apoyo y continuaré agradeciéndoles por el resto de mi carrera”, declaró la colombiana, admitiendo que estaba temblando por los nervios.
Cuando se le preguntó si competirá en el salto de longitud y el triple salto en el Mundial que se celebrará el próximo año en Doha, Ibargüen mantuvo el suspenso: “Es ‘top secret’”.
Luego de la selección de las 10 nominadas a Mejor Atleta del Año, el optimismo empezó a crecer entre la deportista y entre los aficionados, quien a partir del momento en que se abrieron las votaciones, le demostraron su admiración y ello contribuyó a su victoria final.
Carisma
Catherine Ibargüen es reconocida en todo el mundo no solo por su agilidad a la hora de saltar y colgarse las medallas de oro, una de ellas en los Juegos Olímpicos de Brasil, sino por su forma de ser. Tiene un carisma que cautiva y una sonrisa que enamora a los aficionados.
En los triunfos y en las derrotas siempre muestra su mejor faceta. Cuando falla un salto, sabe que su entrenador la va a reprender pero aun así sonríe como admitiendo que no estuvo bien y a la vez dejando entrever que lo hará mejor en la siguiente oportunidad.
Nacida en Apartadó, Antioquia, el 12 de febrero de 1984, fue criada por su abuela tras la separación de sus padres debido al conflicto armado colombiano.
Comenzó su actividad deportiva en el voleibol. A los 12 años se dedicó al atletismo, bajo la orientación de Wilder Zapata, quien al ver su potencial le propuso trasladarse a la Villa Deportiva Antonio Roldán Betancourt, en Medellín, en donde comenzó sus entrenamientos en 1996 con el técnico cubano Jorge Luis Alfaro, en la especialidad del salto de altura.
Su primera victoria internacional la logró en el Campeonato Suramericano de Atletismo de 1999 con una marca de 1,76 m, en el salto alto. Para el siguiente año comenzó a ser dirigida por la cubana Regla Sandrino, con quien fortaleció su desempeño en esa misma prueba, y muestra de ello fue su primera medalla dorada en los Juegos Bolivarianos de Ambato, Ecuador.
Sin embargo, a partir de entonces comenzaría a competir en las especialidades del triple salto y salto de longitud, en campeonatos de categoría junior. Precisamente, en el triple salto se agenció un récord nacional en esta categoría en 2002 con registro de 13,28 m.
Con el transcurrir de los años fue acumulando victorias, medallas de oro, hasta que en 2011 pasó de 14,30 m a 14,99 m, en cinco meses. De hecho, este último registro igualó el mejor salto del año de Yargelis Savigne, el día 13 de agosto durante el Gran Prix Internacional de Bogotá.
Con estas marcas se presentó al Campeonato Mundial de Daegu, Corea, en donde logró la medalla de bronce, con un registro de 14,84 m, en lo que era la segunda presea para Colombia en la historia de este evento, ya que días antes, Luis Fernando López había obtenido un tercer puesto en los 20 Km marcha.
Para cerrar el año, en los Juegos Panamericanos de Guadalajara se alzó con la medalla de bronce en el salto de longitud con marca de 6,63 m, y la de oro en triple salto, con nuevo récord de la justa de 14,92 m.
Para 2012, la antioqueña se presentó en las reuniones de Mónaco y el Grand Prix de Londres en el mes de julio por la Liga de Diamante; y en ambas obtuvo la victoria, con marcas de 14,85 m y 14,66 m. Estos resultados le sirvieron de preparación para asistir por segunda ocasión a los Juegos Olímpicos que se desarrollaron en Londres.
Así empezó a dominar la Liga Diamante en el salto triple y este año optó por apuntarle al salto largo y también obtuvo la victoria, no sin antes en 2016 colgarse la primera presea dorada en unos Juegos Olímpicos, los de Rio de Janeiro.
Ahora su desafío es mantener el nivel, seguir acumulando éxitos en la Liga Diamante y presentarse a los próximos Juegos Olímpicos a revalidar su corona.
El galardón masculino
El fondista keniano Eliud Kipchoge fue elegido como mejor atleta.
Campeón olímpico de la distancia, causó sensación al dejar el récord del maratón en 2h 01 min 39 seg en Berlín el pasado mes de septiembre, rebajando en 78 segundos la anterior plusmarca y acercándose un poco más a la barrera mítica de las dos horas.
Kipchoge, haciendo gala de su habitual humildad, agradeció la presencia en Mónaco de muchos de sus compañeros de profesión. "Esta noche es para todos vosotros. Gracias por venir y por seguir sorprendiéndonos. Os deseo mucha suerte para 2019".
El fondista keniano se impuso en las votaciones al francés Kevin Mayer, plusmarquista mundial de decatlón, y sucede en el palmarés al catarí Mutaz Esa Barshim.