El Gobierno de Colombia, a través del Ministerio de Hacienda, anunció ajustes sustanciales en el impuesto vehicular que regirán a partir del 1 de enero de 2024. Este cambio, plasmado en el decreto 2228, establece nuevas tarifas para los propietarios de vehículos particulares en el país.
El decreto, basado en el artículo 145 de la Ley 488 de 1998, impulsa un reajuste anual de los valores absolutos del impuesto sobre vehículos automotores, considerando la meta de inflación como indicador clave para la actualización de tarifas, según lo establece el artículo 3 de la Ley 242 de 1995. La Junta Directiva del Banco de la República, en su comunicado del 30 de noviembre de 2023, ratificó una meta de inflación del 3% para el próximo año.
A partir del 2024, los propietarios de vehículos particulares se enfrentarán a tarifas progresivas:
- Hasta $54.057.000: 1,5%
- Entre $54.057.000 y $121.625.000: 2,5%
- Más de $121.625.000: 3,5%
- Más de $54.057.000 y hasta $121.625.000
Estos cambios buscan ajustar el impuesto de manera proporcional al valor comercial de los vehículos, reflejando la visión del Gobierno de Petro en la búsqueda de equidad tributaria. Además, se destaca la iniciativa gubernamental para incentivar la adopción de vehículos eléctricos, que gozarán de beneficios fiscales, incluyendo un 10% de descuento en el SOAT y reducciones en la revisión técnico-mecánica.
El Ministerio de Hacienda, al enfocarse en el impulso a la movilidad sostenible, invita a la población a considerar la opción de vehículos eléctricos, no solo como una elección amigable con el medio ambiente sino también como una estrategia financiera ventajosa.
Sin embargo, el panorama no está exento de controversias. A pesar de los esfuerzos gubernamentales para fomentar la adopción de vehículos eléctricos, la falta de recursos para cubrir los descuentos en el SOAT, reportada por la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, Adres, genera inquietudes sobre la sostenibilidad financiera de estas medidas.