EL COSTO de vida en el país siguió disminuyendo en abril, de acuerdo con el reporte del DANE. En efecto, la inflación en el mes fue de 0,59 %, mientras que la interanual llegó a 7,16 %, lo que significó una reducción de 5,66 % frente al mismo periodo de 2023.
Referente al año corrido, la cifra llegó a 2,04 %, cuando entre enero y abril del año pasado fue de 5,38 %.
Munir Jalil, economista jefe de BTG Pactual para la región Andina, dijo a EL NUEVO SIGLO, sobre el resultado de la inflación en abril que “de alguna manera se está entrando a una dinámica de convergencia, vimos una sorpresa en alimentos, que tuvo un repunte importante la inflación por encima de 1,15 % mensual, además algunos productos por el tema de ser perecederos y lo que venía por el impacto del fenómeno de El Niño, que comenzaron a escasear”.
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Los arriendos
Sostiene el experto que “otro elemento está el lado del aumento de los arriendos, de alojamientos, pero la sorpresa positiva estuvo por el lado de transporte en donde se vieron unas disminuciones en el transporte intermunicipal, se presentaron también disminuciones en las empresas de repuestos y de vehículos”.
Otro elemento, dice el analista es que “el resultado de abril le va a permitir a la junta del Banco de la República rebajar más las tareas de interés”.
En cuanto al tema de la inflación a la baja Munir Jalil dijo que “de alguna manera va a continuar a la baja, pero creo que los sectores que podrían frenar un poco esa velocidad serían los alimentos y los rubros indexados, como los servicios públicos y las tarifas educativas que van a seguir de alguna manera mostrando una resiliencia”.
Efecto en los intereses
Por su parte, Adrián Garlati, doctor de economía y director de la carrera de economía de la Universidad Javeriana, dijo a este medio que “ya son 13 meses de caída, afortunadamente esas son buenas noticias, las malas noticias es que cada vez las reducciones están siendo menores”.
Indica que “ahora toca ver qué va a pasar en las próximas decisiones que se tomen en cuanto a las tasas del Banco de la República, con estas reducciones tan bajas yo no sé si las siga bajando, porque precisamente uno de los factores fundamentales es la tasa de intervención del Banco”.
Respecto a los factores que impedirían que la inflación baje más rápido, señala que “falta ver el dato de crecimiento de la economía para el primer trimestre, pero el 2023 cerró con un crecimiento de la economía muy bajo y el desempleo en dos dígitos. Con un desempleo y una economía medio enfriada es extraño que no siga cayendo mucho más la inflación”.
Referente que el indicador de la inflación en el día a día, el ciudadano no lo percibe que está cayendo, a lo que Garlati dice que: “Lo que pasa es que en el día a día es diferente, esos números siempre son para el total de la economía y bueno, cuando la persona va a al supermercado, ve que los precios están aumentando menos, con lo cual no es lo mismo y además habría que ver el tema de alimentos cómo se han visto afectados, quizás las sequías que hubo al principio del año y ahora están empezando las lluvias de nuevo”.
Mayor lentitud
Mientras tanto, Jackeline Piraján, economista Scotiabank Colpatria, señaló a este Diario que: “Si bien la inflación bajó, realmente lo está haciendo a un nivel un poco más lento de lo que se había observado durante el primer trimestre del año, es probable que esos progresos lentos continúen por el resto del año 2024. Para final de año se espera un nivel del 5,5%, que indica que de aquí al final de año cada progreso mensual va a ser mucho más lento de lo que se experimentó en el primer trimestre. Lo anterior se atribuye a que es durante el primer trimestre donde se tiene la mayoría de ajuste en los precios, eso no ocurre durante el resto del año y por eso se tendrán progresos menos marcados de aquí en adelante”.
Sostiene la experta que “se está encontrando que más del 85 % de la inflación está recayendo sobre el precio de los alimentos y también sobre el precio del alojamiento y los servicios públicos. En los alimentos es probable que ya se esté empezando a ver el efecto del fenómeno climático en la afectación de cosechas y por ende en los precios. La inflación de los alimentos superó el 1 % y hace varios meses no se veía este comportamiento”.
Los bienes
Indicó Piraján que: “En la parte de los alojamientos, se nota que principalmente el arriendo sigue siendo una fuerte presión para el bolsillo de los colombianos, tal vez atribuido al hecho de que se está indexando a la inflación del año pasado más fuertemente de lo que se había visto antes; por otro lado, en la parte de los servicios, especialmente la energía eléctrica, está suponiendo una presión importante al pago de facturas de servicios públicos para los hogares”.
Asegura la economista que “se podrían destacar otras características de este dato y es que se está encontrando que la inflación de los bienes en la economía se encuentra por debajo del 3 % anual. Esto está mostrando el efecto de la tasa de cambio sobre bienes como los importados, tales como electrodomésticos, computadores y todo lo que viene del exterior y también el precio de los vehículos que cada mes ha venido decayendo”.
Manifestó que: “Por otro lado, lo que se encuentra muy por encima de la meta del Banco de la República es el precio de los servicios. La inflación en este rubro está cerca del 8 % y lo que está demostrando son presiones particularmente por la indexación de los precios, particularmente los arriendos y los servicios intensivos en la mano de obra que están indexados al salario mínimo”.
Hacia la meta de mediano plazo
De acuerdo con un análisis del Banco de la República sobre el costo de vida, señala que “la inflación total continuaría descendiendo en lo que resta de 2024 y mantendría su convergencia hacia la meta, la cual se alcanzaría en 2025. El descenso gradual y la convergencia hacia la meta del 3 % serían consecuencia, principalmente, de una postura contractiva de la política monetaria, de unas brechas negativas del producto y de la tasa de cambio real, de la moderación de las expectativas de inflación y de la dilución de los choques de oferta que han afectado los precios en los últimos años”.
Sostiene, no obstante, que dadas las presiones sobre los precios acumuladas en el pasado y la inercia que han generado sobre la inflación en Colombia, esta continuaría registrando tasas superiores a la meta durante 2024 y alcanzaría el 3 % hacia 2025. Frente al Informe de enero, la senda de pronóstico se redujo para 2024 debido, principalmente, a resultados más bajos de lo previsto para el primer trimestre del año en todas las subcanastas, exceptuando los servicios. A esto se suman menores ajustes esperados en los precios de algunos regulados para lo que resta del año, así como presiones cambiarias desinflacionarias algo mayores”.
Estos factores bajistas más que compensarían algunas presiones alcistas provenientes de la subcanasta de servicios, producto de una persistencia algo mayor en sus ajustes frente a lo anticipado. Por su parte, para 2025 la senda pronosticada de la inflación total tuvo ligeros ajustes al alza, dadas algunas presiones alcistas adicionales en algunos regulados y en alimentos”.