Así como el clima de Bogotá puede cambiar en cuestión de horas, asimismo se están comportando los precios de los alimentos. Así lo refleja una consulta realizada por EL NUEVO SIGLO en la plaza de mercado de Fontibón, donde productores, vendedores y compradores indicaron los altibajos de diferentes productos que de todos modos impactan el bolsillo de los consumidores.
Diferentes factores influyen en estas alzas: los extremos cambios de clima, la alta demanda de un producto con respecto a su escasez, problemáticas en diferentes zonas del país -como el paro en Cauca y Nariño- y el alto costo de los insumos agropecuarios. Este último factor quizá es uno de los más preocupantes, ya que los agricultores han tenido que reducir hectáreas de cultivo porque no es rentable invertir en costosos abonos cuando la ganancia no es considerable.
Lo preocupante es que los alimentos más caros son aquellos denominados ‘de primera mano’, es decir, los insumos esenciales en cualquier almuerzo colombiano. La papa criolla, la arveja verde, la yuca, el plátano, la mazorca y el limón, tan esencial para acompañarlo con el pescado por estas fechas, son los productos que más alto se están cotizando en las diferentes plazas de mercado.
Los costos
Los ciudadanos manifiestan que estos alimentos no pueden ser reemplazados por ningún otro. “El ajiaco no es ajiaco sin papa criolla, la sopa debe llevar arveja porque me queda sin sabor y si yo no le doy yuca a mis clientes, igual me la van a exigir”, asegura Rosalba Pachón, una mujer que lleva 16 años cocinando en un restaurante ejecutivo en Fontibón. Ella además afirma que estas alzas la afectan directamente porque no puede modificar el precio del almuerzo cada semana, periodo de tiempo en el que estos alimentos tienen altas y bajas.
Lo mismo le sucede a Glen Walker Montes, administrador de un restaurante aledaño al de Rosalba, quien asegura que “los alimentos caros o baratos hay que comprarlos… lo que ocurre en esta clase de negocios es que la materia prima sube pero como tenemos un precio estándar, tenemos que aguantar esa alza”. Sin embargo, no todos los precios están costosos, por eso Montes ha aprovechado la cosecha del mango Yolima, el cual hoy se vende por 6 libras a $2.000.
Algo similar sucede con el limón, ya que su demanda aumenta por la Semana Santa, al ser el mejor acompañante para el pescado que tanto se consume por estas fechas. No obstante, según Wilson Cardona, vendedor de la plaza de mercado de Fontibón, no solo se debe a la demanda, “también es que no hay cosecha de limón común, ese lo traen de Risaralda, Tolima y Cundinamarca pero han disminuido mucho los cultivos, entonces están utilizando el limón tahití y el limón mandarino”. Al parecer esto se debe a la problemática sobre el alto costo de los insumos agropecuarios.
Actualidad en precios
Algunos de los alimentos que están costosos llevan meses así y varían constantemente, aunque solo por unos cientos de pesos. La papa criolla es el ejemplo más claro, desde la semana pasada y hasta hace un par de días se ofrecía en las tiendas de barrio y en algunas plazas de mercado entre $2.500 y $3.000 la libra. Hoy su precio está entre los $3.000 y $3.800 y puede variar en los próximos días. Esta alza se debe a que hubo reducción del envío de carga desde Antioquia y la Sabana de Bogotá, donde las lluvias han dificultado su recolección.
Otro alimento en esta misma situación es la arveja, la cual ha estado costosa todo el año. Su precio ha variado con relación al paro que tuvo lugar en Pasto, ya que el 87% de la producción del país se da entre Nariño y Cundinamarca, y al ser este último departamento el único proveedor de la capital provocó un alza considerable. Al terminar el paro bajó un poco el precio, sin embargo se esperaba que fuera más, hoy se cotizó a $4.400, pero en algunas tiendas y plazas de mercado se está vendiendo alrededor de $4.500 y $5.000 la libra.