EL BANCO de desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Universidad de los Andes firmaron el pasado 29 de abril un Memorando de Entendimiento, el cual tiene como propósito fortalecer la formación técnica y tecnológica en Colombia, esto a raíz de las preocupantes cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) con respecto a la población de jóvenes que ni estudia ni trabaja (ninis) en el país.

Sobre la posible causa del aumento de esta población, Raquel Bernal, rectora de la Universidad de los Andes, le dijo a EL NUEVO SIGLO, que cree que esto se atribuye a diversos factores, en el que la falta de coordinación entre el sistema educativo y las demandas del mercado laboral, podrían ser la causa principal.

“Los mercados laborales en nuestro país son altamente rígidos, lo que ha contribuido a una alta informalidad y ha impuesto barreras significativas, especialmente a nuestros jóvenes. La educación inicial en Colombia aún es incompleta, lo que dificulta la adquisición de competencias básicas necesarias para el desarrollo futuro”, explicó Bernal.

Alternativas

Asimismo, añadió que la calidad educativa desfavorece a los jóvenes, “quienes sienten que no están aprendiendo lo suficiente y se ven rezagados en sus aulas, lo que los desmotiva y genera incertidumbre sobre su futuro”. Sumado a lo anterior, la rectora de la institución destacó que, existe una marcada desalineación entre la oferta educativa centrada en la educación universitaria y la alta demanda de habilidades técnicas y prácticas en el mercado laboral, una discrepancia que, para ella, deja a muchos jóvenes sin las competencias necesarias para ingresar al mercado laboral de manera efectiva.

Por ello, indica que, la apuesta debe estar encaminada en ofrecer programas flexibles, con perspectiva de crecimiento y aplicables, que brinden a los estudiantes las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mundo laboral actual y contribuir al desarrollo de una sociedad más inclusiva y próspera.

Ahora bien, según cifras del DANE, para el total nacional en el trimestre enero-marzo 2024, la población de jóvenes entre 15 y 28 años que no estudiaba ni se encontraba ocupada fue de 2,94 millones de personas. Esto representó el 26,4 % de las personas en edad de trabajar para dicho rango de edad. Por sexo, esta relación para los hombres fue 9,4 % y para las mujeres fue 17,0 %.

Esfuerzo común

El anterior panorama fue precisamente, una de las motivaciones para sumar esfuerzos entre el sector educativo y el sector productivo para brindar una oferta formativa mucho más pertinente para los jóvenes, mismo que reconozca las transformaciones de los mercados de trabajo a nivel regional y nacional.

En cuanto al acuerdo firmado por Raquel Bernal, la rectora de la Universidad de los Andes, y Sergio Díaz Granados, presidente ejecutivo de CAF, este contempla el desarrollo de una propuesta de creación de una nueva Institución de Educación Superior o la transformación de una ya existente que permita el fomento de la formación técnica y tecnológica (TyT).

Con respecto al acuerdo Díaz dijo: “La educación técnica y tecnológica es fundamental para el desarrollo de Colombia y la región porque contribuye a disminuir las brechas sociales a través de la generación de capacidades y habilidades para acceder a oportunidades educativas de calidad que mejoren la vinculación laboral de las personas y su bienestar en general; por eso estamos muy satisfechos de contar con un aliado como la Universidad de los Andes para alcanzarlo”.

A su turno, la rectora Bernal añadió: “Estamos buscando crear una institución técnica y tecnológica. Nuestra intención es que, si esto se logra con la altísima calidad y excelencia que caracteriza a la marca Uniandes, realmente podamos tener un impacto significativo en el sector de la educación posmedia, que ofrece muchas trayectorias posibles. Queremos abordar los diferentes tipos de formación, distintos de la universitaria tradicional, entendiendo que en Colombia hay una necesidad de otras formas de capacitación, específicamente técnica y tecnológica”.

Finalmente, en palabras de la Rectora, el propósito de este acuerdo es aportarle al país con la experiencia de Los Andes para desarrollar un proyecto de alta calidad, que logre altas tasas de empleabilidad y mejore la calidad de vida de estos jóvenes que ni estudian ni trabajan.

Tras la firma del Memorando de Entendimiento, ambas partes acordaron que promoverán y desarrollarán proyectos y acciones conjuntas en las siguientes áreas: identificar la viabilidad y pertinencia de una nueva Institución de Educación Superior (IES) o la transformación de una IES ya existente que permita el fomento de la formación TyT; apoyar la estructuración del diseño de una nueva Institución de Educación Superior (IES) o la transformación de una IES ya existente que permita el fomento de la formación TyT.

Asimismo, trabajarán en la ampliación y fortalecimiento de la gama de programas de formación TyT desde una nueva institución o una institución transformada con el apoyo de Uniandes; la generación de espacios de intercambio de conocimiento con experiencias latinoamericanas y del Caribe en la creación e implementación de ofertas de formación TyT, en particular en proyectos apoyados por CAF.

Análisis por regiones

Por otra parte, y de acuerdo al estudio de la Universidad del Rosario ‘Transición de la educación al trabajo: ¿dónde están los jóvenes de hoy?’, la mayoría de los jóvenes que ni estudia ni trabaja están en Arauca (76,87 %), Vichada (58,33 %), Chocó (57,49 %), Putumayo (56,86 %), Vaupés (56,49 %), Guanía (54,94 %), Amazonas (50,91 %) y Guaviare (47,56 %), mientras que las regiones con las tasas más bajas son Bogotá (25,53 %), Nariño (26,27 %), Valle del Cauca (27,52 %), Antioquia (27,60 %), Atlántico (29,82 %), Risaralda (29,65 %), La Guajira (29,67 %) y Santander (29,94 %).

Así las cosas, según la investigación de la institución, más de una cuarta parte de los jóvenes del mundo se encuentran en una situación de inactividad laboral y educativa, ya en el caso de Colombia, el 28,67 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años y el 19,30 % de los que tienen entre 25 y 29 años se clasifican como ninis.