Aunque el Gobierno no quería que dos medidas claves para la recuperación económica se cruzaran, no hubo más remedio. Le tocó presentar el Presupuesto General de la Nación para el 2022, cuando apenas el Congreso inicia los debates de la reforma tributaria 2.0 y los ponentes afilan sus estrategias.

En el marco del año de reactivación y con la presión de atender las deudas del Gobierno, sin duda esta partida se convierte en una de las más importantes de la historia reciente del país porque debe atender parte de las necesidades de la pandemia.

Ahora, con la dualidad entre seguir entregando recursos a los ciudadanos más necesitados y los sectores más afectados por la covid-19, además de la premura de ahorrar cuanto más se pueda, ¿qué tan austero debe ser el cálculo?

De momento, parte de las cuentas fiscales del Ministerio de Hacienda de cara a 2022 tienen en cuenta que la reforma tributaria pase en el Congreso, a la vez que el país hace el tránsito a una reactivación económica mucho más sostenida.

El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo ha manifestado que cada gasto del Gobierno estará debidamente analizado y los recortes se harán para empezar a generar un ahorro aproximado a los $2 billones por los próximos años.

Todavía así, el mismo jefe de esta cartera ha mencionado la necesidad de continuar con una política económica contracíclica. Es decir, el Gobierno va a tener que seguir garantizando recursos para aquellos segmentos y hogares más afectados por la crisis.

Programas

Sin duda el Gobierno debe tener en cuenta que, por ejemplo, un programa como Ingreso Solidario pasará de costar $2,13 billones a $6,59 billones, siempre y cuando sea aprobado en el marco de la reforma tributaria.

Aunque en este punto hay que recordar que esos recursos salen también, en parte, de los $40,5 billones del Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome) que, con corte al cierre de mayo, había ejecutado el 73% del total de sus recursos.

Ya varios organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han asegurado que los países de América Latina deberán garantizar las transferencias monetarias a la economía para su reactivación.

Lo anterior siempre y cuando los recursos que se entreguen sean utilizados de manera eficiente y no terminen simplemente generándole un costo adicional a los gobiernos centrales.

De otro lado, en estudio está el dinero que se gire para la salud. El mayor esfuerzo por ampliar las unidades de cuidados intensivos parece haber pasado, pero los rebrotes pueden representar un gasto extra en ese sentido. Esto mientras se siguen comprando dosis de vacunas contra covid-19.

Sin embargo, lo que no se sabe es de qué forma comenzará a discutirse el Presupuesto, cuando ya las comisiones económicas, es decir las terceras y cuartas del Senado y la Cámara, deben atender la reforma tributaria que tiene mensaje de urgencia por parte del Gobierno.

Como se establece por ley, el Congreso tiene un plazo máximo para el 25 de septiembre para que apruebe la partida, y a más tardar el 15 de septiembre, debe estar aprobado el monto del misma, establecido en $350,4 billones.

Sin duda este es uno los mayores retos del Legislativo y para el propio Gobierno, ya que no se contaba que se juntaran las dos iniciativas cruciales en el debate.

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Pilares

Por otra parte, el proyecto de Presupuesto General del 2022, presentado al Congreso por el Gobierno, contempla tres pilares como lo ha establecido el Ministro de Hacienda y parte primero de una sólida contribución a la reactivación económica, con un crecimiento en la inversión de 6,2%, segundo eleva las partidas para educación que será el sector que más recursos recibirá por $49 billones y tercero envía un mensaje de eficiencia y austeridad en el gasto público.

La propuesta, por un total de $350,4 billones, hace énfasis en la creación de empleo y la reducción de las desigualdades, así como en la protección de la población más vulnerable, así como en potenciar la expansión económica y la diversificación de las exportaciones.

“Contemplamos $62 billones en materia de inversión, un crecimiento del 6,2% en los distintos sectores de la economía, con lo que buscamos contribuir a que se produzca ese proceso de reactivación en nuestra economía”, dijo el ministro Restrepo.

Tres claves

De la misma forma, el funcionario resaltó que “en este presupuesto brilla, de nuevo, en el primer lugar, el sector que más recibe en el país que es la educación. Es nuestra apuesta por el futuro de nuestro talento humano en Colombia”.

El presupuesto para educación avanza de $47 billones en el 2021 a $49 billones planteados para el 2022. Desde el 2018, el presidente Iván Duque Márquez ha aumentado las partidas para educación en $11 billones, destacó el ministro Restrepo, “lo que se constituye en una apuesta de largo plazo para el país”.

También sobresale el sector de la salud, que crece en un 11%, mientras que el sector trabajo lo hace en un 32%, especialmente enfocados a atender los gastos de la pandemia y los subsidios a la nómina que han sido fundamentales para salvar millones de empleos a través de los programas creados por el Gobierno.

“Esto responde a atender el impacto de esta pandemia, pero también, a la población migrante de Colombia, a ese compromiso en materia social con esa población migrante venezolana. En segundo lugar, en el caso del trabajo, responde a ese compromiso que tenemos de apoyar la generación de empleo, los subsidios a la nómina para los jóvenes, para los adultos, para las mujeres que perdieron su trabajo como resultado del impacto de esta pandemia”, indicó el jefe de la cartera de Hacienda.

En el sector de inclusión social y reconciliación se está planteando un presupuesto de $20 billones para el año entrante, frente a los $10 billones destinados en el 2020.

“Aquí hay un compromiso con atender programas como el Ingreso Solidario, con esa renta básica de emergencia que busca llegar a 4 millones de hogares de nuestro país, porque la apuesta es seguir acompañando a los más vulnerables también en el 2022”, precisó el funcionario.

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Menos pobreza

Expresó Restrepo que el proyecto de Presupuesto del 2022 apunta a la recuperación social, para la reactivación y el crecimiento de la economía, con una conciencia de austeridad y eficiencia en el gasto público, con el compromiso de garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Aseguró el jefe de la cartera de Hacienda que “gracias a estos esfuerzos será posible mantener un crecimiento del PIB por encima del 4% anual en 2022 y reducir la pobreza monetaria de 42,5% en 2020 a 36,8% en 2022”.

La inversión

El monto de los recursos asignados a inversión, $62,2 billones, supera en $3,6 billones la inversión prevista para 2021, y equivale a un aumento del 6,2%, superior al del gasto de funcionamiento (3,1%). Lo anterior muestra el compromiso de este gobierno de adelantar una estricta política de austeridad que contribuya a potenciar la generación de recursos públicos, para que estos se apliquen donde sean más eficientes.

“Terminaremos muchos de los proyectos actualmente en ejecución e iniciaremos otros más, sin olvidar las vías terciarias, fundamentales para la interconexión regional y el aumento en la competitividad del país. En todas estas ejecutorias será fundamental la participación del sector privado para impulsar el proceso de recuperación de nuestra economía”, precisó el ministro Restrepo.

Asimismo, el gobierno garantiza en el proyecto de presupuesto los recursos para inversión social como Familias y Jóvenes en Acción; Compensación del IVA; Primera Infancia; Colombia Mayor; y Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes, entre otros.

De la misma forma, respalda la continuidad del Programa Ingreso Solidario hasta diciembre de 2022, cuya cobertura se ampliará en alrededor de un millón de nuevos hogares que se encuentran en condición de pobreza extrema.