Chocó, el otro Catatumbo | El Nuevo Siglo
/Foto Foro Interétnico Solidario
Jueves, 13 de Febrero de 2025

Una vez más la violencia tiene contra la pared a la población en Chocó. Nuevos combates entre la guerrilla del Eln y la banda criminal de alto espectro ‘Clan del Golfo’, esta vez en la región del Medio San Juan, tienen a miles de personas en peligro.

Las alertas de la gobernadora Nubia Carolina Córdoba, comunidades indígenas y afrodescendientes, organizaciones no gubernamentales y de la Defensoría del Pueblo advierten de intensos enfrentamientos entre ambas facciones por el dominio de la minería criminal, sobre todo de los yacimientos ilegales para la extracción de oro, que mueven millonarias sumas al día.

Los últimos reportes dan cuenta de no menos de 14.000 personas afectadas. La mayoría están confinadas en cascos urbanos, corregimientos y veredas. No se arriesgan a movilizarse por temor a quedar en medio de los combates entre centenares de integrantes de estos grupos armados. Incluso, más de tres mil pobladores se vieron forzados a abandonar sus casas por cuenta de los enfrentamientos que llevan varios días.

Como si lo anterior fuera poco, se denuncia que en algunas zonas de alto tráfico poblacional los ilegales han instalado explosivos, en tanto que amenazan con asesinar a todo aquel que se movilice por determinados pasos terrestres o vías fluviales.

No hay que olvidar que Chocó es una de las regiones más afectadas por la violencia en los últimos años. De hecho, en 2024 tuvo que soportar varios ‘paros armados’ presionados por el Eln en el marco de su larga pelea con el ‘Clan del Golfo’ por el dominio de corredores del narcotráfico, minería criminal, contrabando de armas, migrantes irregulares y otros delitos derivados.

Lo más grave es que a lo largo de este Gobierno cada vez que se registran este tipo de crisis en el Chocó, se ordena el envío de contingentes militares y policiales para tratar de recuperar el orden público y la seguridad ciudadana. Pero esas operaciones de la Fuerza Pública no son permanentes y, por lo mismo, a los pocos meses se vuelve a los ‘paros armados’ y las emergencias humanitarias.

Todo lo anterior, evidencia que mientras el foco del país está puesto en la delicada situación en el Catatumbo, en donde hay decenas de muertos y más de 80.000 desplazados por combates entre el Eln y las disidencias de las Farc, en el Chocó también se está presentado una crisis similar. E igual ocurre en zonas de Bolívar, el suroccidente y suroriente del país en donde los grupos ilegales combaten entre ellos a sangre y fuego, en tanto que el Estado, el principio de autoridad y la institucionalidad parecen haber sido desplazadas, dejando inerme a la población.