Apostarle al arte en tiempos de Economía Naranja parece ser una decisión acertada. Si esto se hace adecuadamente es una inversión a largo plazo que requiere de muy pocos cuidados de mantenimiento y depende del autor de la obra, además, se puede valorizar hasta llegar a multiplicar su valor.
Desde el 2000 el crecimiento mundial en este mercado se ha incrementado en un 13% según el Banco Interamericano Citi y Colombia no es la excepción.
Actualmente la contribución de Colombia a la Economía Naranja latinoamericana representa un 3,3%.
Conociendo estas cifras y oportunidades, Elvira Moreno lleva recorriendo este camino durante más de 15 años, aprendiendo sobre los mercados de Asia, Europa, Estados Unidos y por supuesto de América Latina. Ha sido la encargada de internacionalizar a artistas que pudieron haber pasado desapercibidos y ahora abre su propia galería en el Distrito del arte de Bogotá: el barrio San Felipe.
Con el objetivo de brindar a artistas que se encuentran en un punto intermedio de su carrera un camino para cruzar fronteras y lograr que sus creaciones sean exhibidas y comercializadas en diferentes países, innova con un formato que rompe con los esquemas de las galerías de Bogotá para ofrecer un espacio de intercambio multicultural con la posibilidad de manejar grandes formatos.
Según Moreno, visitar una galería y comprar obras de arte ya no es exclusivo de coleccionistas y grandes conocedores de la materia, ahora el público se torna del perfil de quienes quieren hacer una inversión económica que se considera un activo a largo plazo que puede valorizarse incluso muchos años después de su adquisición, trae beneficios fiscales, en el caso de las empresas conlleva un mejoramiento en el prestigio de la marca y, permite el disfrute personal.
El artista inaugural de la Galería Elvira Moreno es el indoamericano Antonio Puri quien ya ha expuesto en 16 museos del mundo y cuenta con una reconocida carrera a nivel internacional.